Omega Sí, Débil Jamás.

Al día siguiente Gianna abre sus ojos y sigue encima de Marcus este tiene sus manos entrelazadas por encima de su cuerpo para apresarla, ella suspira y trata de salir de su agarre y este suspira aún con los ojos cerrados.

—Marcus deja que me levante… —se queja Gianna

—aún es temprano.

—Drago me debe estar esperando en el lago. —Sus ojos se abrieron de repente.

—No vas a ir al lago a bañarte cierto. —Ella niega riendo

—Príncipe Marcus yo creo que debería levantarse ya debo ir a mi habitación. —Él niega y la suelta

—Está bien, como te sientes, esos desgraciados te marcaron el rostro Gianna, pero desaparecieron tus marcas. —Ella sonríe

—Que bueno mi loba debe estar mejor, la extraño. —El sonríe.

—Muero por conocerla, debe ser tan hermosa como tú. —Ella niega.

—No, ella es aún más hermosa, ella tiene su corazón roto. —Dice triste.

—Y tú… cómo te sientes, me contarás qué pasó. —Ella niega

—Tú lo sabes

—Si lo sé, pero no por ti. Hoy trata de no estar sola sí y no dudes en llamarme, solo hazlo y yo estaré allí. —Ella asiente.

_ Gracias por ayudarme, ahora me voy. —Dice ella.

—No se te olvida algo. —Ella frunce el ceño y niega.

—No, estoy segura

_ Se te olvida esto. —Se le acerca y la besa.

—Eh… debes dejar de hacer eso, me voy príncipe.

—Tu príncipe, princesa. —Dice y ella rueda sus ojos y sale de la habitación.

 Gianna entró a su habitación y se cambió, luego de eso fue directo a desayunar, pero cuando abrió la puerta de su habitación Dayana, Marlon, Darío y Máximo, estaban afuera esperando.

—Como estás amiga, estás bien. _ Dayana la abraza.

—Lo estoy Dayana, si tenía algún raspón se me curó mientras dormía. —Dice y ella sonríe

—Dime que ocurrió, como es eso que dos vampiros te atacaron. —Pregunta Máximo.

—Me puse a recorrer el lugar y sin querer camine hasta el bosque, luego escuché a una joven gritar y la ayude. —Explica ella

—La próxima vez pídenos ayuda okay, te vi golpeada y sentí terror, desayuna y descansa sí. —Dice el con una sonrisa.

—Gracias Max, pero no quiero descansar, quiero que me entrenes más fuertes, no pude con dos vampiros. —Dijo ella y el le levanto la barbilla con la mano.

—En tacones, con un vestido y sin tus armas, yo diría que fuiste más que fuerte, demostraste que eres una guerrera, pequeña. —Dijo máximo y ella le sonrió y lo abrazo, estás cercanías no eran frecuentes con él, con Marlon y Darío sí, pero no con Máximo.

Los demás se unieron al abrazo, pero cierto príncipe observo la algarabía y no le gustó para nada.

—Bueno, la van a ahogar, pueden dejarla en paz. —Dice Marcus y ellos se ríen menos Máximo quien le sostiene la mirada.

—Vete con cuidado con Gianna, Marcus, te lo advierto. —Le dice y va hacia el comedor, Gianna se siente incómoda con eso y va directo con los demás, luego del desayuno cada uno de ellos se va, Gianna va directo al lago, pero no ve a Drago.

—¡Drago!, Drago … Salamandra gigante donde estás. —Grita y no aparece, la joven toma sus cosas y comienza a practicar tiro con el arco y la flecha y con los cuchillos.

A la cabeza de Gianna llega todo lo que sucedió anoche y no lo puede procesar, le cuesta creer en Marcus ya creyó en Jackson y fue un desastre, entonces por qué sería diferente con Marcus se pregunta Gianna.

*Xena, por favor regresa, te necesito, por favor xena.* Trata de hacer contacto, pero solo hay silencio.

Gianna luego de unas horas se recuesta en el césped y mira al cielo y no está Drago por ningún lado, pero escucha un ruido y un minuto después aparece el dragón gris, ella se levanta y el se le acerca.

_ Hola bonito, como estás. —El dragón acerca su cabeza y ella lo abraza.

—Estoy esperando a Drago, pero no vino hoy, no lo has visto. —El dragón bufa y niega.

—Hay un dragón que no sea gruñón. —El ladea su cabeza.

—Todos son iguales. —Dice riendo y el se agacha para que lo monte.

—¿Quieres que te monte?… eh… Me encantaría. —Dice y se sube al lomo del animal, el dragón gris sube y la lleva a un lugar lleno de muchas flores, hay montañas altas y todo es nieve, ya que ese lugar es muy alto.

Gianna sonríe viendo todo y grita feliz.

—Es tan hermoso esto. Dragoncito esto es increíble. —Él la baja y ella comienza a jugar en la nieve, hace mucho frío, pero ella sigue divirtiéndose, toma bolas de nieve y se las lanza al dragón y este con su cola le lanza nieve en forma de lluvia.

—Hey, eres cruel, eso es trampa, tú eres enorme. —El dragón tiene los mismos espasmos que Drago como si se riera.

—Eres hermoso, sabes y tus ojos woo son verdes, pero divinos parecen esmeraldas. —Dice impresionada y es que este dragón es grande, no tanto como Drago, pero lo es.

Es de color gris y sus ojos son de color verde brillante como esmeraldas, es rápido y tiene un pequeño pico, es muy hermoso.

El momento es maravilloso, él la lleva por las nubes y gira con ella, La lleva por cuevas de hielo y ella feliz.

Todo es tan magnífico y tan tranquilo, que Gianna se olvida de la hora y no es hasta que salen de la cueva que ve todo oscuro.

—Por la diosa luna, es tardísimo, creo que hasta la hora de la cena pasó. —Dice y el dragón la lleva de regreso, surcan los cielos felices hasta que a su lado se coloca un enorme dragón de color negro y ojos dorados.

Es Drago y está furioso, ruge con tanta fuerza y escupe fuego.

—Santa diosa es Drago… —Dice y el dragón gris ruge y sube más con Gianna, acelera la velocidad, pero esto solo logra enfurecer a Drago, quien lo alcanza y lo golpea desde abajo para que gire, este lo hace y Gianna cae.

El dragón gris y Drago se dirigen a Gianna, pero se enfrentan, el gris lo empuja y Drago igual.

Gianna sigue cayendo, pero como siempre miedo es lo menos que siente.

Drago acelera y se le coloca debajo para atraparla, ella cae en él tal como cuando la salvó.

Gianna se acomoda y lo golpea molesta con su dragón.

—Drago que te sucede, te desapareces todo el día, ayer te llamé y nada, te espere en el lago hoy y no fuiste y ahora te molestas. —Dice y él la baja cerca del castillo, se posa en frente y la llena de humo mientras ruge

—Salamandra tonta… ahhhhh. —Grita y entra al castillo, corre a su habitación y se lanza en su cama, está molesta y se coloca una almohada en la cara, luego de mucho rato se da cuenta de que sus cosas no están en esa habitación y la puerta se abre de golpe.

Es Marcus.