Mi Vida Después De Sufrir

Ana

Quería comer pizza, pero Gabriel es demasiado estirado como para comer esas cosas así que por supuesto se negó, al pasar un rato pidió al chófer cambiar de rumbo y me llevo a una pizzería donde comí toda la pizza que pude, hablamos un rato y después nos fuimos a la casa que sería mi nueva prisión, la verdad está bellísima esta casa y pensando en Ponki sé que él será feliz aquí y con eso me conformo, entramos a la casa donde los empleados ya nos esperaban.

Gabriel: buenas noches, señores. Antes que nada quiero agradecerles el cuidado de mi casa mientras no me encuentro y segundo, les quiero presentar a mi prometida y futura esposa Ana Leal de ahora en adelante ella será la señora de la casa y sus órdenes son ley.

Estaba sorprendida por las palabras de Gabriel, que mosca le habrá picado ahora.

Ana: un gusto conocerlos, espero nos llevemos bien y no crean que soy tan gruñona como mi querido Gabriel.

Gabriel: jajaja no eres peor, ven amor pasemos a nuestra habitación para que descanses.

Ana: gracias cariño, tu siempre tan amable.

Esta actuación nos está quedando tan bien es imposible que alguien nos descubra solo espero que pronto se canse de mí y me dé mi libertad.

Gabriel: lo estás haciendo muy bien, hasta he llegado a creer que es verdad lo que dices.

Ana: no tengo otra opción, o si?

No me contestó solamente me llevo a la que sería nuestra habitación, no cabe duda que este hombre tiene buen gusto, su habitación es blanca con beige, la cama es grande con terminaciones estilo colonial, las cortinas son blancas, esta habitación es mucho más grande que la de casa en la isla, parece otra casa dentro de esta casa, pasamos al baño y este era enorme sencillamente me encantó, lástima que seguía siendo mi jaula de oro.

Gabriel: está será nuestra habitación, si quieres cambiar algo solo hazlo, eso sí nada escandaloso, aquel está el clóset, como te puedes dar cuenta es muy parecido al de la isla con su cambiador y todo, ven y te muestro algo.

Me tomo de la mano y me dirigió a una gaveta, estás se abrían con una clave las cuales me dio, al abrirlas ante mis ojos aparecieron muchas joyas no voy a mentir estás son realmente muy hermosas, solo que al final no son mías, con todo lo que había aquí fácilmente podía montar mi propia agencia de modas.

Gabriel: estás son para que las luzcas en los eventos a los que te llevare, se que eres buena en moda así que no tendrás problemas al momento de combinar, otra cosa que habíamos pasado por alto, aquí tienes el anillo de compromiso, no tendremos fiesta de este tipo, pero al menos no puedes andar con la mano vacía.

Saco un anillo de oro con incrustaciones de diamante realmente era hermoso, este hombre todo lo hace a lo grande.

Ana: gracias está muy bonito, todo esto es demasiado lujoso, dime qué al menos tengo ropa cómoda para dormir.

Gabriel: jajaja no te preocupes por eso, si quieres puedes dormir sin nada puesto.

Sentí como mi cara se me ponía roja, Gabriel todo el tiempo estaba haciendo esas insinuaciones cosa me daba mucha vergüenza, aunque quería portarme como una mujer madura en el fondo estaba aquella niña que soñaba con su libertad.

Ana: ya quisieras, mejor busco algo de lo que traje.

Gabriel: aún no han traído las maletas, así que busca algo que te guste mientras me voy a duchar, la puerta estará abierta por si quieres acompañarme.

Con esas palabras en el aire se dio la vuelta y se fue, no me dio tiempo de responderle, faltan pocos días para que esté desgraciado sea mi esposo y ahí ya no tendré excusas para rechazarlo. En el clóset había mucha ropa para mí y entre esta ropa de dormir alguna de las cuales eran muy atrevidas me sonroje de solo verlas, saqué algo sencillo y que cubriera todo mi cuerpo no quería que esté hombre pensara lo que no es, cuando salí del clóset Gabriel iba saliendo del baño por su cuerpo caían gotas de agua de su cabello fue una escena muy sexi, sentí un nudo en la garganta y no podía dejar de mirarlo, él se dio cuenta, pero no dijo nada solo se acercó a mí y me besó apasionadamente, con mi poca experiencia solo me deje llevar por él, sentí como tocaba mi cuerpo, no sé qué me estaba pasando seguramente ya había aceptado mi destino, después de un largo rato reaccione y solo me aparte de él con la mirada gacha, entre al baño y le puse cerrojo estaba en schok no sabía porque hice algo así que estaba pasando conmigo.