Más Que Un Juego

Hoy hay un evento aquí en el restaurante, dos familias celebran el compromiso entre sus herederos. Malmcon quiere que todo sea perfecto, él suele ser exigente en cuanto a quedar bien ante los clientes.

Nos pidió a Olivia, Alex y a mí que seamos los encargados de atender la mesa de la celebración.

Todo va por el momento excelente, son gente muy amables. Uno de los hijos de la familia de la novia, no me quita los ojos de encima, la verdad es sumamente incómodo. Me disculpo con mis compañeros con la excusa de ir a la bodega de los vinos, pero me meto al baño para refrescar mi nuca.

La puerta es abierta y entra el tipo de la mesa, yo me paro firme.

- Creo que se equivocó de baño señor - le digo tratando de sonar calmada.

- Yo creo que no, estoy justo donde debo y quiero - me responde.

Si bien es un hombre atractivo, no despierta en mí absolutamente nada.

- Entonces si acostumbra a entrar a los baños de mujeres me excuso.

Trato de pasar por su lado y el hombre me toma del brazo con firmeza.

- La verdad es que te quiero a tí - me dice

- Pues déjeme decirle que a mi no puede tenerme, así que suélteme - le exijo.

Trato de soltarme pero el hombre aprieta más mi brazo y me estampilla contra el lavabo, intento soltarme de nuevo pero no me deja, me quiere besar a la fuerza pero no lo dejo

- Que me suelte asqueroso

- ¿Asqueroso? debes sentirte afortunada de que quiera tener sexo contigo ¿quién te crees que eres?

- Pues yo no deseo tener nada con usted, suélteme le digo.

El tipo realmente es fuerte, trato y trato pero no logro soltarme, mis alarmas están encendidas porque este es el baño cerca a la salida trasera, aquí casi nadie viene.

- Te viniste a este baño tan lejano porque sabías que te seguiría hasta aquí, conozco a las mujeres como tú, solo quieren pescar al tipo rico

¿Por qué todos los ricos piensan así?, bueno, casi todo.

Como puedo me zafo, pero esta vez me agarra por el cabello y vuelve a estrellarme contra el lavabo, mi espalda se golpea con el borde, el dolor es agudo. El tipo desprende con violencia los botones de mi camisa, yo me siento sin fuerzas por el dolor que me produjo el golpe.

- No me haga nada por favor - le suplico entre llanto.

- Esto es lo que quieres, crees que no te vi mirarme.

Busco algo con qué golpearlo, mientras él intenta quitarme el pantalón, pero no hay nada.

Solo espero que mis gritos se escuchen, aunque esta bestia volvió a golpearme, solo que esta vez en el rostro, me pregunto ¿nadie habrá notado mi ausencia?

Cuando creo que todo está perdido porque debido a los golpes que he recibido me siento casi que me desmayo. Es una bestia y yo soy muy débil. Creí ser fuerte, pero me doy cuenta que cuando nos enfrentamos a alguien así, realmente no somos tan fuertes.

La puerta es abierta de una patada y el tipo es lanzado lejos de mí, en medio de mi nebulosa veo a Malmcon, no sé si hay alguien más, pero ya no resisto más y mi cuerpo desfallece, entonces caigo en la inconsciencia.