La Gavia una emblemática hacienda llena de historia cerca de la capital del país, la cual solo puede ser heredada por un Sámano. A veces pensamos que es solo casualidad que sucedan los mismos infortunios para el heredero, terminando solo y consagrado a favor de mantenerla en pie. Es la segunda parte de La gavia, aquí conoceremos el destino de Matías Sámano. Sobre todo las decisiones y el cambio de Cecilia. También la traición y el engaño de parte del esposo de Cecilia, creando una enemistad con otra familia importante de la comunidad. En la guerra y el amor todo es posible, es ahí donde nace el amor entre Matías y Paulina. Sin saber el porqué de la rivalidad entre sus familias. Poco a poco quedará al descubierto la causa del conflicto entre ellos.
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Padre e Hijo
Capítulo 22
Después de la ruptura definitiva entre Cecilia y Alejandro, ella se encargaba de nuevo de todo en la gavia y las empresas. Informando a toda su gente de confianza que él ya no era parte de su familia, después de tanto trabajo decidió ir a buscar a su hijo Alejandro. Literalmente él no había vuelto más por la gavia o si quiera a visitarla.
—Señora Cecilia sea bienvenida.—
—Gracias Javier, ¿y mi hijo?—
—En su despacho, pase.—
Cecilia caminó hacia el despacho, antes de llegar al pasillo que conducía hasta ese lugar de la casa se encontró a Natalia.
—¿Qué haces tú aquí?—preguntó Cecilia sorprendida
—Estoy aquí..—
—Ella es mi invitada, yo puedo aclarar tus dudas.—las interrumpió Alejandro.—Anda acompáñame mamá.—
Cecilia lo escucho y camino con él hacia su despacho. Natalia sentía el corazón en la garganta, sabía que al verla ahí, se provocaría un disgusto entre madre e hijo.
—Tengo miedo preguntar, supongo que está aquí porque se enredó contigo. Pero que tienen esas mujeres que mis dos hijos han perdido su buen juicio, necesito que alguien me explique.—
—Está aquí porque somos amigos, su hermana intentó asesinarla cuando Matías se robó a Paulina, llegó herida y les ofrecí mi apoyo, no solo por mi hermano. También porque estoy enamorado de ella, y si quieres saberlo ella acaba de aceptar que nos conozcamos más antes de formalizar. No es nada en contra tuya mamá, uno no decide de quién enamorarse y de quién no, eso nace.—
—Que sorpresa Romina una asesina, ella fue su cómplice al quedarse callada aquella vez. Aunque me oponga aún así harás lo que quieras, solo espero que te haga feliz. Como estoy segura que Matías lo es, vine a decirte que voy a comenzar el divorcio con tu padre, lo corrí pero no se quiere ir.—
—¿por qué? ¿Ahora que te hizo?—
—Tiene una relación con Chantal Villaseñor, desde que se enredó con Romina debí haber terminado esta mentira. Debí haberlos denunciado a ambos por el asesinato de Heriberto Rivera.—
—Conozco la historia, sé que el disparo en contra de mi padre y que Romina lo defendió cuando le iba a volver a disparar.—
—Heriberto era un buen hombre, lamento que no haya acabado con tu padre como se merecía, como el animal que es. Lo siento hijo sé que es tu padre, pero lo único que siento por él es un enorme resentimiento y asco.—Alejandro abrazó a su madre, Cecilia sacaba su dolor con su hijo.
—Sabes que siempre me vas a tener a mi mamá, hablaré con mi padre para pedirle que se vaya de la gavia y te dé el divorcio. ¿Necesitas que te ayude con algo en la gavia?—
—No mi amor, sé el manejo de todo al derecho y al revés, me alegra que estés trabajando tú hacienda. Sé que vas a lograr muchas cosas.—Cecilia se acercó para darle un beso en la mejilla para despedirse.
Salió del despacho para regresar a la gavia, en la sala estaba Natalia y Sofía. Se detuvo Cecilia, ellas esperaban sus ofensas.
—Permiso, que tengan buen día.—se despidió
—Igualmente.—respondieron
Ambas estaban sorprendidas, esperaban que ella las agrediera. Pero Cecilia tenía más problemas que enfrentar, y sobre todo el propósito de sanar todo lo que había vivido durante su matrimonio fallido. Natalia fue hablar con Alejandro, le sorprendió la reacción de Cecilia.
—Alejandro, ¿está todo bien?—
—No, mi papá volvió a engañar a mi mamá, con una mujer más joven, te va a sorprender como a mí ya que fue con la hija de los Villaseñor. Mi mamá le pidió el divorcio y lo corrió de la casa, debo ajustar cuentas con él.—
—Lo lamento.—
—Mi mamá nunca pudo perdonarlo, se quedó a su lado por nosotros. Para que estuviéramos cerca de él, creciéramos con él. Ya que mi hermano tuvo que crecer sin su verdadero padre.—
—Tu madre es muy valiente, sacrificó su dignidad y amor propio por ustedes, se sabe que tu abuelo, su padre las abandonó cuando eran unas niñas. Tal vez es por eso que ella no quería que se sintieran abandonados por su padre.—
—Tal vez pero no a un precio tan alto, ella podía haber sido feliz con alguien que la amara y respetara de verdad.—
Natalia al verlo tan triste lo abrazó, ella era su fortaleza y apoyo. Pero esta vez le tocaba respaldar a su madre, si antes no pudo por ser un niño, ahora sí podría. Mas tarde Alejandro padre estaba con Chantal en Ojo de Agua, tenía la misma costumbre de llevar a todas sus amantes ahí.
—Entonces ya no hay pretextos para que te divorcies.—
—No, pero debo pelear lo que me pertenece legalmente, no me partí el alma haciéndola producir para que me eche como un perro a la calle sin un solo centavo.—
—En eso tienes razón, aunque hay otra solución. Tienen una cláusula que se les leyó cuando se casaron, que es muy importante, hasta que la muerte los separé, y los accidentes siempre pueden ocurrir mi amor. Además tú serías su viudo, aunque no puedas heredar por lo menos vas a poder manejar los millones que tiene.—
—Me gusta como piensas, en eso tienes razón seria una solución. Pero es la madre de mis hijos.—
—Entonces confórmate y que te saque de su vida sin nada. Tanto tiempo invertido mínimo deberías obtener un buen pago por soportar a esa frustrada.—Alejandro se sentía seducido por esa solución hecha por Chantal, de pronto su hijo entró sin llamar a la puerta de la habitación
—Así que es verdad que te estás revolcando con esta prostituta, que según ella estaba muy enamorada de mi hermano.—
—Como entras sin avisar. Basta Alejandro hablaremos después,ahora sal de la habitación.—
—No papá, vístete y pídele a la ramera que se largue. Tú y yo tenemos que ajustar cuentas.—salió Alex para que ambos se vistieran
Minutos después salió Chantal indignada por todo lo que le dijo Alejandro hijo, después salió su padre. Sin decirle ya nada lo golpeó haciéndolo caer al piso. Simplemente no podía creerlo.
—Nunca esperé que mi hijo se atreviera a faltarme al respeto.—
—Eres un poco hombre, has hecho sufrir a mi madre por años. Pero aquí están sus hijos para dar la cara por ella, así que tienes 24 horas para irte de la gavia y darle el divorcio. Si no iré yo mismo y con mis propias manos, así sea a empujones te voy a sacar de ahí. El respeto se gana, y tú has perdido mi respeto. Sobre todo has perdido mi cariño.—
—La culpa es de tu madre, crees que es muy inocente se casó conmigo amando a otro hombre. Siempre puso barreras entre nosotros, soy hombre y siempre tuve que buscar en otras mujeres lo que tú madre me negó.—
—Eres una porquería, que excusa tan absurda, en lugar de esperar con paciencia y amor que ella misma se entregara por completo a ti. Te dejaste guiar por tus instintos, si la hubieras valorado hubieras sido feliz a su lado. Ella era mucho para ti, por eso buscaste en la basura donde podías sentirte bien contigo mismo. Tienes 24 horas no más.—dijo Alejandro hijo por último y se fue
Los sirvientes fueron testigos de cómo su patrón ahora recibía su factura, había perdido el respeto y cariño de su hijo. También el lugar que tenía en la familia Sámano, aún así no se daría por vencido tan pronto pensaba en la solución que le había propuesto Chantal.