Lorena era una mujer que vivía en el mundo moderno. toda su vida anelo tener un hombre quien la quisiera y luego tener la familia que anhelaba.
pero lastimosamente Nunca se pudo. ya que ella siempre estubo al servicio de su madre cuando enfermo y después al de sus hermanos dejándose ella en último lugar. .... un suceso la hizo ver que era lo que había hecho con su vida llegando a la conclusión de que no hizo nada. y mientras estaba en el hospital a sus 51 años y que ninguna persona la fuera visitar, ni siquiera aquellos niños que cuido como si fueran suyos.
penso. en la próxima vida será......
NovelToon tiene autorización de Maria González para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Maratón #1
No puedo y mucho menos quiero evitar que se muestre en mi rostro la sonrisa de satisfacción al observar cómo la gran señora Mariana me mira con horror y espanto en su rostro incluso.
Con solo el mirar el cambio de color, haciendo así que los moretones en sus mejillas se noten un poco más, mientras que sin más, la dejé ahí hacia la puerta.
Pero antes de llegar a la salida, levantando mi voz con ella a mi espalda, le digo:
- Ya sabes, Mariana, te quiero fuera de mi casa y también fuera de mis territorios. Gracias por todo tu apoyo. Ten presente que no te necesito; me considero como una persona que no le gusta repetir dos veces y al cuarto día, si estás aquí, serás tratada como una persona no grata para mí y mi casa, y desde ese momento, mi suave trato para ti será considerado hostil.
-Olvidaba algo, ¡SAL DE MI PUTO DESPACHO! Deja de actuar como si todo lo que está aquí te perteneciera o lo hayas trabajado muy duro para habértelo ganado. -
Luego de soltar esas palabras, dirijo mi mano hacia la puerta para salir por ella y cerrando la misma con un movimiento muy suabe, casi imperceptible al oído humano, pero al mismo tiempo, tenebroso en un silencio de puro suspenso y un juego de quien haga menos ruido es quien gana.
Cuando voy saliendo del despacho, en el pasillo circular, me encuentro con uno de mis hermanos, hasta el momento no sé quién es quien.
Mariano y o tal vez sea Mario, no los conozco todavía para saber cuál es quien de cada uno. Pero lo único que sé es que los dos son muy desagradables. Mario o Mariano, sea quien sea, se encuentra atosigando a una de las empleadas.
Fácilmente, puedo ver cómo su mano está debajo de la falda de esta. La chica se encuentra luchando, tratando de alejarse de él, pero él, obviamente al ser hombre y se puede ver que está utilizando su fuerza, la cual es mucho comparado con la de la chica, está tratando de doblegarla.
-Te aseguro que no dirás nada, pordiosera, porque si lo haces, estarás en graves problemas y no solo tú sino toda tu familia. Así que te conviene quedarte callada y obedecerme ¿entendiste?
La actitud abusiva y prepotente de Mariano no deja lugar a dudas de que no es una buena persona, y que está dispuesto a utilizar su poder para someter a los demás.
La pobre Aura parece estar atrapada en una situación difícil, y es probable que necesite ayuda para salir de ella. Es importante que se denuncien estas situaciones de violencia, y que se trabaje para erradicarlas tanto en la vida real como en la ficción.
"Que sea la primera y última vez que menciones a mi hermana en esta casa. Puede que esté casada con el otro bastardo, pero esta casa es de mi madre y, por consiguiente, de nosotros, sus hijos varones. ¿Entendiste?"
A lo que Aura, presa del miedo y el dolor que estaba sintiendo en su cuero cabelludo, no tiene más que repetir una y otra vez.
"Sí, sí, señor Mariano. Disculpe, señor Mariano".
"Pero cómo eres pequeña. ¿Cómo te vuelves a equivocar? No soy Mariano para ti y todos los empleados de esta casa. Soy el archiduque Mariano ¿Entendiste?"
"Sí, señor, sí, señor..."
(pensamiento)
"Mira nada más."
Cansada de todo lo que he escuchado, me acerco a sus espaldas y digo:
"Ay, sabía que tenía problemas de memoria, pero no tanto como para no saber que el Archiduque de estas tierras es de apellido Greco. ¿Y sabes, Mariano? Tú eres de apellido Ospinó."
Al mismo tiempo que me llevo mi mano a mi frente para darme un golpe, le sigo hablando.
"Otra vez mi memoria fallando... ¿Cierto que tú ni Ospino eres? Porque mi padre te quitó el apellido."
De la impresión en ambos al escucharme, Aura sale de las guerras de mi hermano y, corriendo, se aleja no sin antes escuchar un "gracias, señora Maleja".
A lo que yo, con un movimiento imperceptible en mi cabeza, le digo que no pasa nada. Le respondo que Mariano, luego de la impresión de escuchar mis palabras, simple y sencillamente se queda mirando mi rostro para luego cruzar sus brazos entre su pecho mientras que, con una sonrisa ladina en su boca, me mira.
"Pero mira quién tenemos aquí, en la gran Archiduquesa Maleja Greco".
A lo que yo le respondo:
"Gracias por llamarme de esa forma", le digo mientras trato de seguir mi paso. Cuando estoy a su lado, vuelvo a hablar:
"Ospino o Greco, igual, los dos apellidos son importantes en este imperio y, lastimosamente, en tu realidad no cuentas con ninguno de ellos".