El Presidente Viudo

Hacía dos semanas que Apolo le había pedido matrimonio a Abigail, se casarían en dos meses, como él tenía una empresa de Marketing muy famosa en Alemania, la noticia de su compromiso con Abigail se había extendido, apareciendo en sitios y revistas de cotilleo.

Mientras tanto, en Brasil...

Era sábado por la mañana y Clara Soares, la hermana de Paulo, estaba viendo una página de cotilleos sobre personajes famosos, ya que trabajaba como reportera y necesitaba estar siempre al día de las noticias del mundo.

Clara Soares

Miro una página que habla del director general, el más rico de Alemania, que se va a casar, sigo leyendo el artículo hasta que veo la foto de la pareja, me asusto y me desmayo.

Paulo Soares

Me levanto y voy al salón y veo a Clara, que está pasando una temporada en mi mansión, desmayada junto al ama de llaves.

- ¿Qué pasó Fátima?

Fátima, el ama de llaves.

- Sr. Soares No sé, estaba sentada aquí trasteando en su portátil, fui a la cocina para ver si el desayuno estaba listo para la señorita Clara, pero cuando volví estaba desmayada así.

Paul

-Consigue un vaso de agua, por favor.

Fátima va a la cocina, coge un vaso de agua y me lo da.

Clara Soares

Me despierto con Paulo llamándome y veo mi cara mojada.

Paulo Soares

-¿Estás bien Clara?

Clara Soares

-¿Qué te ha pasado?

Paulo Soares

-¡Te has desmayado!

Clara Soares

-Paulo, no sé cómo decírtelo, pero creo que es mejor que lo veas tú primero.

Tomo mi cuaderno y él empieza a leer el artículo.

Paulo Soares

-Se trata de un empresario del mismo ámbito que el mío, que se va a casar.

Clara Soares

-Aquí está su foto con su prometido Paulo.

Paulo Soares

Hago clic en la imagen del artículo y me quedo perplejo.

- ¡Clara es Abigail!

Clara Soares

-Por eso me desmayé, no pude creer lo que vi en ese momento, pensé que estaba muerta.

Paulo Soares

-No puede casarse con otro si es mi prometida Clara.

Clara Soares

-Tendrás que ir a Alemania Paulo, necesitas saber lo que realmente está pasando.

Paulo Soares

Lloro de felicidad y digo:

-Clara, está viva, mi prometida está viva.

Llamo a mi secretaria y le pido que llame al piloto, porque hoy me voy a Alemania.

Clara Soares

-¿Cómo vas a encontrarla, Paulo?

Paulo Soares

-Mañana por la noche la compañía de este hombre que dice ser su prometido dará una fiesta cerrada, pero cuando llegue a Alemania puedo conseguir con mis contactos una entrada para esta fiesta y seguro que ella estará allí.

Clara Soares

-Voy a ir contigo.

Subo con él a hacer las maletas y, después de desayunar, salimos de casa en dirección al aeropuerto, donde nos espera el avión.

Mientras tanto, en Alemania...

Abigail

-Amado, ¿a qué hora salimos mañana para el evento de tu empresa?

Apolo Becker

-Nos vamos alrededor de las 6:00 pm.

Estábamos en nuestra habitación, terminamos de arreglarnos y fuimos a dar un paseo con Adam.

Adam Becker

-Papá, ¿puedo tomar un helado?

Apolo Becker

-Seguro que puedes, hijo.

Paramos en una heladería y nos tomamos un helado.

Abigail

¿Cuál es su helado favorito, Adam?

Adam Becker

-Pastel de chocolate y alemán.

Abigail

También me gusta la tarta alemana.

Me duele la cabeza y cierro los ojos.

Apolo Becker

-Mi amor, ¿estás bien?

Abigail

-Sí, sólo me dolía la cabeza, creo que era por el helado, pero ya estoy bien.

Apolo Becker

-¿Estás seguro?

Abigail

-¡Sí!

Salimos de allí y continuamos nuestro paseo...

El día pasó rápidamente y ya era de noche, Abigail estaba en la habitación de Adam haciéndolo dormir.

Adam Becker

-Tía, ¿ahora eres mi mamá?

Abigail

-Mi amor, tu madre siempre será la hermana de la tía, pero te prometo que te querré con todo mi amor y seré como una madre para ti.

Adam Becker

-¿Puedo llamar a la tía mi mamá?

Abigail

-Sólo si quieres mi amor.

Adam Becker

-Gracias mami.

Abigail

Me abraza, agradeciéndome que le deje llamarme mamá, me siento feliz.

Me levanto después de unos minutos, dejando a Adam durmiendo en su habitación.

Estoy en el pasillo yendo a la habitación de Apolo cuando siento que alguien me toca la cintura por la espalda.

Apolo Becker

Veo que Abigail va hacia nuestra habitación y le toco la cintura y le hablo al oído dándole la espalda:

-Ahora eres todo mío.

Abigail

-¡Qué susto, Apolo!

Me vuelvo hacia él y lo beso.

Apolo Becker

-Me besa y la llevo a nuestra habitación, donde pasamos una noche de amor.

Pasan las horas y es domingo por la mañana, en el hotel de Alemania donde Paulo se hospeda con su hermana Clara.

Paulo Soares

No he podido dormir desde ayer, sólo pensando en Abigail. Suena mi teléfono y contesto:

-Hey Frank, gracias por devolverme la llamada, ¿cómo puedo conseguir dos entradas para el evento de la empresa de marketing de Becker?

continua...