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La Mujer De Ovarios

La Mujer De Ovarios

Status: En proceso
Genre:Yuri / Venganza / Mujer poderosa / Mafia / Casada con el millonario / Triángulo amoroso
Popularitas:2.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Cris_R

¿Qué serías capaz de hacer por amor?
Cristina enfrenta un dilema que pondrá a prueba los límites de su humanidad: sacrificarse a sí misma para encontrar a la persona que ama, incluso si eso significa convertirse en el mismo diablo.

NovelToon tiene autorización de Cris_R para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La confesión

Esa misma tarde, Eli se quedó conmigo en casa. Era una constante; cada vez que su padre se emborrachaba y la golpeaba, desaparecía unos días sumido en el alcohol, y cuando volvía, lo hacía con disculpas vacías y promesas que nunca cumplía. Eli siempre regresaba, como si algo la atara a él, algo que yo nunca entendí.

—Usa estos lentes, que nadie te vea —le dije, entregándole unos lentes oscuros mientras nos sentábamos en mi cuarto.

—¿Crees que se me ven bien? —preguntó mientras se los ponía, girándose hacia mí con una pequeña sonrisa.

—Te ves estupenda… aunque preferiría que no los usaras —respondí con un tono más serio, desviando la mirada.

—¿Por qué no? —me miró confundida, inclinando un poco la cabeza.

—Porque esconden tus hermosos ojos.

Eli se sonrojó visiblemente, y para ocultarlo, me dio un suave golpe en el hombro, riendo nerviosa.

—¡Ya basta, Cris! No digas esas cosas… me harás ruborizar.

No podía evitarlo. Eli era pequeña, apenas alcanzaba el metro sesenta. Su piel era blanca como porcelana, con un cabello negro y brillante que caía en cascada por su espalda. Su cintura era pequeña, pero sus caderas pronunciadas, un cuerpo que parecía dibujado con delicadeza. Tenía un rostro ovalado, labios gruesos, una nariz pequeña y esos ojos… esos ojos azul cielo que podían detener el tiempo. Era hermosa, y no podía dejar de decírselo.

Más tarde, nos reunimos para cenar. Mi madre había preparado chilaquiles, y Eli aún llevaba puestos los lentes cuadrados que le había dado.

—¿Qué pasó, Eli? ¿Se te perdió el sol? —preguntó Juan, con una sonrisa burlona mientras tomaba un bocado.

—Cállate, Juan —repliqué con fuerza, lanzándole una mirada que podría cortar el aire.

—Cálmense los dos —intervino mi padre con su voz grave, mientras seguía comiendo—. ¿Qué te pasó, Eli?

—Nada, es solo una infección en el ojo —respondió Eli, nerviosa, bajando la mirada hacia su plato.

Luis, siempre más serio, dejó sus cubiertos y la miró directamente.

—Dinos la verdad, Eli.

Todos en la mesa se quedaron en silencio. La pequeña chica suspiró, y con un movimiento tembloroso, se quitó los lentes, revelando el gran moretón que marcaba su ojo izquierdo.

—Tu padre es un bastardo —espetó Juan, golpeando la mesa con el puño. A pesar de su rudeza, consideraba a Eli como una hermana más, y verla así lo enfurecía.

—Cálmate, Juan —intervino Luis, siempre el mediador—. Eli, ya te lo hemos dicho antes: puedes vivir con nosotros.

—Sí, mija. Aquí estás a salvo —añadió mi padre, asintiendo con firmeza.

—Hay espacio en nuestro cuarto, ¿verdad, Cris? —dijo Fernanda, sonriendo. Ella también la veía como parte de nuestra familia.

Eli apretó los labios y negó con la cabeza, con una tristeza que me partió el alma.

—Gracias a todos, pero es mi padre. No puedo abandonarlo.

Esa noche, los chilaquiles tenían un sabor amargo. Mis hermanos intentaron convencerla de quedarse, pero ella insistió en que no podía dejar a su padre. Decía que le debía la vida, algo que nunca entendí. ¿Cómo se le debía algo a alguien que te dañaba? ¿Dónde estaba el amor en todo eso? Cada vez que Eli era golpeada, venía a mí. Me daba esa sensación de querer protegerla, pero la impotencia siempre me superaba.

Más tarde, ya entrada la noche, estábamos acostadas en el techo de la casa. El cielo estaba despejado, lleno de estrellas. Eli miraba hacia arriba, pero yo no podía apartar la vista de ella.

—Qué linda noche, ¿verdad? —dijo, con un tono relajado, como si intentara olvidar todo lo que había pasado.

—Es linda, aunque… —vacilé, sintiendo que las palabras se atoraban en mi garganta.

—¿Aunque qué? —preguntó, girándose hacia mí, subiendo ligeramente sobre mi pecho para mirarme directamente a los ojos.

—Aunque no tanto como tú.

Mi corazón latía tan fuerte que sentía que podía salirse de mi pecho. Ella me miraba fijamente, y esos ojos suyos me dejaban sin aliento.

—Basta, Cris. Si sigues así, voy a pensar que me estás… declarando algo —respondió entre risas nerviosas, aunque su rostro mostraba un leve rubor.

—Y… ¿y si lo estuviera haciendo? ¿Dirías que sí?

Las palabras salieron de mi boca antes de que pudiera detenerlas. Mi mente estaba en blanco, y mi corazón hablaba por mí. La idea era imposible. Ella era mi mejor amiga. Más que eso, era una mujer… y yo también lo era.

Eli se quedó en silencio, sus ojos buscando respuestas en los míos. El mundo pareció detenerse en ese instante, y el sonido de nuestras respiraciones fue lo único que llenó el aire entre nosotras.

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dora leidy Yara bonilla
buena pero muy poquito,,,más capítulos largos plis
Jorge Vila
Comienzo interesante. Veamos como se desarrolla. Saludos autora./Rose//Rose//Rose/
Cris_R: Espero te guste, un saludo 🤓
total 1 replies
dora leidy Yara bonilla
q paso
Pamela Duran Sandoval
porfavor otro capítulo más de su novela porfavor gracias
Cris_R: Si actualizaré solo espera 🤓
total 1 replies
Pamela Duran Sandoval
me encanta su novela espero otros capítulos como estos quiero saber qué pasó con Eli y que pasara con Cris y lorena
Pamela Duran Sandoval
excelente novela me gusta como se va desarrollando la trama porfavor que tenga un final feliz y otro capítulo más
Cris_R: Me alegra que te gustara 🤓vere que puedo hacer jaja
total 1 replies
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