PRISIONERA DEL DOLOR.

Thomas llegó donde estaba Luisa y Hector.

- Interrumpo algo.-. Dijo un poco molesto.

- Ah, hola primo como has estado.-. Hablo sarcastico.-. Quería felicitarte tienes una esposa hermosa.

Luisa se sonrojo ante el comentario de Hector y eso causó más molestia en Thomas, la tomó de la mano y la arrastro hasta el interior de la casa.

- Pero que te pasa.-. Le decía sobandoce las muñecas.

- Pasa Luisa que andas coqueteando con Hector y eso me molesta.

- Yo no ando coqueteando con nadie lo único que hacía Héctor era hacerme compañía.

- Pues deberías comportarte como buena esposa y estar con tu marido.

- Mira Thomas te lo voy a dejar en claro quien debería comportarse eres tu, me dejaste sola y no volviste y de una te digo que no pienso andar atrás tuyo como un perro oliendo tu trasero ahora si me disculpas los invitados esperan.

Thomas pestañaba varias veces Luisa lo había dejado perplejo con su respuesta, ella era fuerte y eso le gustaba, no se dejaba de nadie y lo desmotro cuando puso en su lugar a Lorena y ahora a el también lo mando por el caño.

El sonreía como tonto viendo a Luisa tan segura de ella pese a que la mayoría de los invitados la mataban con la mirada ella se mantenía imponente y eso lo hizo feliz.

- Digna esposa tuya no crees.-. Thomas pego un brinco.

- Por Dios padre casi me matas del susto.-. Toco su pecho.-. Cual es tu afán de aparecer de la nada y andar escuchando lo que no te importa.

- Todo lo que tiene que ver contigo me importa hijo.

- Si fuera así porque planteaste este casamiento con la hija de mi enemigo.

- No vi que te quejaras es más te vi muy emocionado hoy por la mañana.

- Mi emoción es porque pronto dejaré a Santiago en la calle y lo haré pagar todo lo que me hizo.

PASADO.

Al día siguiente del accidente Santiago investigo a fondo cada persona que iba en el auto que impacto con el de el, no quería tener problemas y no había nada que el dinero no comprara.

La información dio que dos personas habían muerto y una de ellas era una mujer embarazada pero que el pequeño había sobrevivido no lo dudo y mando a buscarlo tenía planes con el pequeño lo vendería a una familia adinerada y así no seria una molestia en el futuro queriendo cobrar venganza.

En la mansion de Raul ya todo estaba listo para que regresar a Italia, tenia sueño ya que el pequeño Thomas se despertó muchas veces en la noche llorando por sus papas.

- Señor tenemos un inconveniente.-. Raul hizo señas para que continuará.

- El causante del accidente es Santiago Brown y anda buscando al niño para encargarse de él.

- Llama al abogado dile que nesecito verlo urgente.-. El hombre asintió y se marchó.

- Señor Raul buenos días.

- Oh, hola campeón.-. Lo sentó en sus piernas.-. Listo para regresar a Italia.-. El asintió triste.

- Mira Thomas te prometo que cuando crezcas juntos vengaremos la muerte de tus padres esta de acuerdo.-. El niño asintió y una sonrisa se le dibujo en su rostro.

- Pero ahora tenemos que irnos de aquí ese hombre te anda buscando y es muy poderoso en este país.-. Thomas lo escuchaba atento aunque tenía una corta edad el era muy astuto.

- Y en Italia no lo es.

- No allá el que reina soy yo y cuando crezcas tu seras mi sucesor, pero para eso tengo que cambiar tu apellido así nadie te encontrará en Italia.

- De acuerdo Señor Raul y que apellido tendré.

- El mio muchacho desde ahora serásThomas Moretti mi hijo y futuro líder de la mafia italiana.

- Mafia? que es eso.

- Eres muy pequeño para entenderlo pero con el tiempo aprenderás.

Desde ese día Raul le dio el apellido a Thomas y pasó a ser parte de la mafia Italiana, sus familiares lo recibieron con amor y lo trataron como un miembro más de esa familia.

Por otro parte Santiago no pudo encontrar a el niño ni en Estados Unidos ni en Italia y eso lo tenía con los nervios de punta si ese niño no aparecía en un futuro seria una molestia para el.

PRESENTE

- Pero recuerda solo una cosa hijo esa muchacha es una víctima más de la crueldad de Santiago no la lastimes.

- Sabes que jamas lastimaria a una mujer padre y aunque sea hija del asesino de mis padres la protegeré mientras sea mi esposa.

Raul se puso nervioso cuando escucho decir esas últimas palabras a Thomas y este se dio cuenta.

- Hay algo que quieras decirme padre.

- Eh, eh haber como te explico.-. Le hizo que lo siguiera y se encerraron en el despacho para hablar sin que nadie los escucharas.

- Ahora si, dime papá.

Raul suspiro.-. Lo que pasa hijo es que al momento de casarte con Luisa todo lo de Santiago será tuyo verdad.

- Así es padre eso ya me lo explicaste.

- Bueno lo que pasa es que no te puedes divorciar en tres años.

- Pero se puede arreglar hablaré con Luisa y le diré que será en cinco años.

- No hijo no me estás entendiendo, mira tu no puedes divorciarte de Luisa ni en dos, tres, cinco o veinte años.

- De que Carajos hablas

- Que tienes que permanecer casado con ella hasta que la muerte los separe porque si lo haces todo regresará a Santiago.

- MALDICION PADRE.-. Pego un puño en la pared.-. Cuando me lo pensabas decir.

- Lo siento hijo pero solo quiero lo mejor para ti.

- Lo mejor para mi, padre acabas de decirme que no lastime a Luisa y la condenas a vivir sin amor a mi lado.

- Se que me lo vas a agradecer algún día pero si quieres divorciarte estas en tu derecho.-. Thomas solo reía su padre era toda una caja de Pandora.

- Estas feliz hijo?.-. Thomas lo fulmino con la mirada.-. Bueno será mejor que me valla.-. Se levantó de la silla y se dirigió a la puerta.-. Suerte hablando con Luisa.-.Thomas lo miro mal y el termino de irse.

Se quedo un rato en el despacho y cuando salió ya no había ningún invitado se pasó la mano por el rostro frustrado y se fue al cuarto de Luisa.

- Luisa te..

- MIERDA!!.-. Luisa trataba de cubrirse con algo.-. Es que jamas tocas antes de entrar.

Thomas no respondio y como un león se abalanzó sobre su presa, Luisa no alcanzó a reaccionar cuando sintió los labios de su esposo devorarle la boca.

Desde que la vio en unas fotos le pareció hermosa pero verla el día anterior con sus pechos expuesto lo tenia al borde del delirio aunque tratara de disimular ya no resisitia más.

La agarro de las caderas y la apretó más a su cuerpo, Luisa estaba aturdida por mucho que intentaba alejarlo el más la apretaba, se rindió y se dejó llevar por ese beso que comenzaba a hacer estrago en su zona íntima.

Se separaron por la falta de aire pero Thomas la volvió a besar y está vez Luisa con gusto recibió su lengua, un pequeño jadeo salió de los labios de ella y eso calentó más a Thomas, la llevó hasta la cama y el quedó encima de ella su boca ahora fue al cuello de Luisa y dejó besos húmedos.

Un toque en la puerta los trajo a la realidad y ambos se separaron como si quemaran, Luisa se puso rápido una bata.

- Adelante.-. Dijo tratando de controlar su respiración.

Lucía entró pero se arrepintió pues supuso que había interrumpido algo, sonrió picaramente, les aviso que la cena ya estaba lista y se fue.

- Te espero abajo.-. Le dijo Thomas.

Bajo las escaleras con una sonrisa aun sentía el sabor de los labios de su esposa, no sabía por qué había actuado de esa manera pero verla solo en ropa interior le despertó un deseo inmenso de poseerla.