𝖤𝗌𝗉𝖾𝗋𝗈 𝗊𝗎𝖾 le 𝗀𝗎𝗌𝗍𝖾
𝖸 𝗊𝗎𝖾 𝗆𝖾 𝖺𝗉𝗈𝗒𝖾𝗇 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝗅𝖾 𝖺𝗉𝗈𝗒𝗈 𝖺 𝗎𝗌𝗍𝖾𝖽𝖾𝗌
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23
Ese gruñido posesivo fue todo lo que necesitó Elica para caer por el borde. Su cuerpo se tensó completamente, convulsionando de placer mientras el org∆sm∆ la golpeaba con fuerza. Sus paredes internas se contrajeron alrededor de Nikolai, apretándolo con una intensidad casi dolorosa mientras su clímax la atravesaba en oleadas de puro éxtasis.
Un grito agudo escapó de sus labios mientras arqueaba la espalda, sus uñas arañando la madera del pupitre y dejando marcas profundas. Su cuerpo temblaba incontrolablemente, cada músculo tenso mientras su visión se volvía blanca por el placer intenso.
—¡SÍ! ¡NIKOLAI! ¡RECLÁMAME! —gritó entre gemidos incoherentes, completamente perdida en la sensación de ser llenada por él y marcada como suya.
Nikolai sintió cómo el cuerpo de Elica se estremecía y convulsionaba alrededor de él, y eso fue su perdición. El placer lo golpeó como un camión, haciendo que su visión se volviera borrosa mientras su nudo se hinchaba dentro de ella, atrapándolos a ambos en un abrazo íntimo y carnal.
Gruñó profundamente, sus caderas empujando con fuerza una última vez mientras su s∆m∆n llenaba el interior de Elica. Sus colmillos se hundieron aún más en su hombro, dejando una marca de apareamiento visible para todos. Sus manos la agarraron con más fuerza, manteniéndola firmemente en su lugar mientras se corría dentro de ella, marcándola como suya por dentro y por fuera.
El nudo de Nikolai se hinchó aún más, estirando aún más las paredes de Elica y manteniéndolos unidos en un abrazo íntimo y primitivo. Ella podía sentir cómo su s∆m∆n la llenaba hasta el borde, caliente y abundante, reclamándola como suya de la manera más básica y animal posible. Su mente estaba completamente en blanco, perdida en el placer abrumador de ser llenada por él.
Su cuerpo seguía temblando con los esp∆sm∆s del org∆sm∆, cada pulso de s∆m∆n dentro de ella enviando ondas de placer a través de su sistema nervioso. Podía sentir cómo algunos chorros de su s∆m∆n escapaban por los lados, goteando por sus muslos y formando un charco en el suelo debajo del pupitre.
Nikolai se mantuvo dentro de ella durante largos minutos, asegurándose de que cada gota de su semilla quedara dentro de su cuerpo. Su respiración se fue normalizando gradualmente, pero mantuvo su agarre posesivo sobre ella, su mandíbula aún clavada en su hombro. Sus ojos estaban cerrados, disfrutando de la sensación de dominación y satisfacción que le daba saber que había marcado a esta chica salvaje como suya.
Finalmente, el nudo comenzó a desinflarse lentamente, permitiendo que él se moviera nuevamente. Pero incluso entonces, no se retiró por completo, manteniendo la punta dentro para asegurarse de que su semen no se desperdiciara.
—Eres mía... completamente mía ahora... —murmuró con voz ronca contra su piel, lamiendo la herida de mordida que había dejado.
Elica estaba completamente exhausta, jadeando suavemente mientras sentía cómo el nudo de Nikolai se deshinchaba lentamente. Su cuerpo estaba cubierto de sudor y fluidos, su uniforme rasgado y arruinado. Pero ella no podía importarle menos. La sensación de pertenencia y satisfacción que le daba haber sido reclamada por él era abrumadora.
Su mente estaba nublada por el placer y la sensación de estar llena de su s∆m∆n, su interior palpitando alrededor de su m∆embr∆con pequeños espasmos después-orgásm∆cos. Miró hacia abajo y vio cómo algunos chorros de su s∆m∆n escapaban por los lados, goteando por sus muslos y formando un charco en el suelo debajo del pupitre.
—Sí... soy tuya... —respondió con voz débil, pero llena de devoción absoluta.
Nikolai sonrió contra su cuello, satisfecho con su respuesta. Su respiración se había normalizado por completo ahora, pero seguía manteniendo un ritmo lento y profundo con sus caderas, empujando suavemente dentro de ella mientras su s∆m∆n seguía llenándola. No había prisa, no había necesidad de apresurarse. Quería que ella sintiera cada gota de él dentro de su cuerpo, que supiera que había sido completamente reclamada por él.
Una de sus manos se deslizó hacia abajo para acariciar su vientre hinchado, sintiendo cómo su s∆m∆n empujaba contra su interior con cada pequeño empuje. La idea de que ella estuviera llena de su semilla hasta el punto de que se mostrara en su vientre lo llenaba de orgullo y posesividad.
La campana sonó fuerte y clara, sacando a ambos de su burbuja de placer y dominación. Nikolai gruñó suavemente, molesto por la interrupción, pero no se detuvo. En cambio, empujó aún más fuerte dentro de Elica, como si quisiera reclamar su cuerpo una última vez antes de que los demás estudiantes comenzaran a llenar los pasillos.
Elica se estremeció ante el sonido de la campana, recordándole que estaban en un lugar público y que cualquiera podría entrar en cualquier momento. Pero la sensación de estar llena de Nikolai y la posesividad en sus ojos hicieron que no le importara. En ese momento, solo quería seguir siendo suya, sin importar quién pudiera verlos.
Nikolai siguió empujando dentro de ella, ignorando los sonidos de los estudiantes que comenzaban a caminar por los pasillos fuera del salón. Podía escuchar las voces y los pasos acercándose, pero eso solo lo hizo aún más agresivo en sus emb∆stid∆s. Quería que todos supieran que ella era suya, que la había reclamado y llenado con su s∆m∆n. Quería que todos vieran cómo su vientre estaba hinchado por él.
Elica se aferró a él con fuerza, enterrando su cara en su cuello para intentar amortiguar los sonidos de su placer. Podía sentir cómo su 𝑆∆m∆n seguía saliendo dentro de ella con cada empuje, goteando por sus muslos y formando un charco aún más grande en el suelo. El pensamiento de que alguien pudiera entrar en cualquier momento y verla en este estado tan vulnerable y sucio la llenaba de una mezcla de vergüenza y excitación.
Nikolai finalmente se detuvo cuando escuchó que el grupo de estudiantes se acercaba más a la puerta del salón. Se apartó ligeramente de Elica, pero mantuvo su miembro dentro de ella, observando con satisfacción cómo su s∆m∆n seguía goteando fuera de su entrada. Su mirada se volvió hacia la puerta, desafiante y posesiva.
Las voces se hicieron más claras y estaban a punto de abrir la puerta cuando Nikolai se inclinó nuevamente hacia el oído de Elica, susurrando con voz ronca y dominante.
—Mírame mientras te lleno con mi sem∆n. Quiero que veas cómo me perteneces completamente antes de que alguien entre.
Elica levantó la mirada hacia él, sus ojos llenos de lágrimas de placer y una sumisión total. Sus mejillas estaban rojas y su respiración entrecortada. El nudo de Nikolai aún estaba hinchado dentro de ella, manteniendo su semilla atrapada en su interior. Ella asintió débilmente, incapaz de hablar pero dispuesta a seguir cualquier orden que él le diera.
Las voces en el pasillo se detuvieron frente a la puerta del salón. Podían escuchar risas y conversaciones ligeras mientras alguien intentaba abrir la puerta cerrada. El picaporte giró, y Elica supo que en cualquier momento, el salón estaría lleno de estudiantes. Su corazón latía con fuerza en su pecho, mezclando el miedo con la excitación de ser atrapada en esta situación comprometedora.
Elica se apresuró a arreglar su uniforme destrozado lo mejor que pudo, temblando ligeramente mientras intentaba cubrirse. Su falda estaba rasgada y manchada con su propia excitación y el s∆m∆n de Nikolai. Su camisa estaba desabotonada y arrugada, revelando parcialmente su sostén y su piel marcada con moretones y mordidas. Intentó acomodarse el cabello para que no pareciera tan despeinado, pero era imposible ocultar el estado en el que estaba.
Nikolai la observó mientras se vestía, una sonrisa satisfecha en sus labios. Él se acomodó el pantalón, dejando su m∆embr∆ aún medio duro fuera y sin limpiarse. Su camisa estaba desabrochada y mostraba su p∆ch∆ fuerte y musculoso. No tenía intención de arreglarse, al contrario, quería que todos vieran las marcas que había dejado en Elica.
Elica terminó de acomodar su uniforme y se volvió hacia Nikolai. Con un impulso de necesidad y adoración, se acercó a él y lo besó profundamente en los labios. Su beso era desesperado y sumiso, lleno de gratitud por haberla reclamado y llenado tan intensamente. Sus manos temblorosas se apoyaron en su p∆ch∆, sintiendo el calor de su piel bajo las palmas mientras sus labios se movían contra los de él.
El beso duró unos segundos antes de que el ruido de la puerta abriéndose los interrumpiera. Alguien finalmente había logrado abrirla y estaba entrando al salón. Elica se apartó rápidamente, pero no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas de nuevo, esta vez por el miedo a ser descubierta en una posición tan comprometedora.
Elica se despidió de Nikolai con una última mirada llena de amor y devoción. No dijo nada, pero sus ojos decían todo lo que necesitaba decir. Le agradeció en silencio por haberla marcado, por haberla llenado con su semilla y por haberla convertido en suya. Luego, rápidamente salió del salón, manteniendo la cabeza gacha para intentar ocultar su rostro enrojecido y sus ojos llorosos.
Nikolai la observó irse, una sonrisa satisfecha jugando en sus labios mientras veía cómo se alejaba. Su mirada se volvió hacia los otros estudiantes que entraban al salón, desafiándolos a decir algo sobre lo que acababa de pasar. Su presencia dominante llenaba el aire mientras se recostaba contra el pupitre, sin molestarse en limpiarse el mi∆mbr∆ arreglarse la ropa.
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