¿Acaso los héroes deben ser perfectos?, ¿Acaso el pasado te condena a ser infeliz?, ¿Acaso volver a amar está prohibido?
Yamileth ha tenido que tomar los pedazos de sí misma y volver a reconstruirse, después de que la vida se empeñó en lastimarla, ha amado, odiado, ofendido y perdonado; tiene miedo de afrontar sus sentimientos y soñar con ser feliz una vez más.
¿Qué decisión tomará? Acompañala en el viaje que cambiará su destino, y el de todos quienes la rodean.
(Colección Piedras Jalistas)
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10. Malentendidos y mentiras (Editado)
Kafor siempre había sabido lo especial que eran Yamileth y Jimmy, siempre decididos y preocupados por todas las personas que han querido, cuando empezaron a salir, no encontraba la manera de decirles la verdad, después de todo solo eran unos adolescentes de 16 años, aunque con alto sentido de la responsabilidad; sabe perfectamente que si les hubiese dicho la verdad pese a sus sentimientos iniciales lo hubiesen entendido.
No obstante, dejó que sus sentimientos crecieran con el tiempo y ya no supo cómo poder decirles que una relación más seria, que conlleve a engendrar un vástago, que si caían en manos del enemigo podría originar la destrucción de mundos enteros, por eso cuando Jimmy recibió una carta de Yamileth terminando la relación, Kafor se sintió aliviado, y no se preocupó por lo que hubiese ocurrido eso; ahora está a punto de descubierto que Yamileth no escribió esa carta, y lo que esta originó dejó a Yamileth completamente indefensa, y expuesta a la experiencia más difícil de su vida.
Yalitxa incómoda dijo: No vivimos en el cuartel secreto, cómo Jimmy se quedaría acá y por cuánto tiempo.
Delta comunicó: Guardianes, ustedes no han tenido nunca la necesidad de ver este lugar por completo, pero tiene varios ambientes, tenemos nuestra sala de lectura, nuestra sala médica, nuestros ambientes de dormitorios, nuestro centro de entrenamiento.
Freddy cuestionó: ¿Todo eso teníamos acá?
Kafor respondió: Sí, hemos tratado siempre que quienes han sido guiados por mí, tengan una vida lo más normal posible, por eso no creía que fuera necesario que conocieran todo esto; sin embargo, si es necesario que estén acá por su seguridad, pueden hacer uso de todas las instalaciones.
Yamileth en tono sarcástico expresó: Una vida lo más normal posible, curioso, por eso tampoco teníamos que conocer todo, curioso.
Yalitxa molesta expresó: Bueno, Kafor siempre ha tratado de procurar todo eso, por tal motivo fuiste capaz de ir a las olimpiadas y seguir con tu vida.
Esa expresión revivió los recuerdos de una mujer que ha pasado los últimos años tratar de reconstruirse de los pedazos que dejaron lo que la vida le tiró sin compasión alguna.
Yamileth preguntó con molestia: ¿Me viste en las olimpiadas? ¿O estabas más interesada en estar con Jimmy?
Yalitxa respondió: Tú estabas más interesada con tu nuevo amor, que en el entrenamiento para las olimpiadas.
Yamileth inquirió sorprendida: ¿Cómo? ¿Nuevo amor?
Yalitxa respondió a lo que creyó una posición cínica de la mujer que tenía en frente: Es lo que dijiste en tu carta.
Yamileth volvió a consultar sin entender nada: ¿Carta? ¿Qué carta?
Boris comentó: La carta que enviaste terminando con Jimmy porque habías encontrado un nuevo amor.
Yamileth palideció y estuvo por desvanecerse, Alnair la tomó de los hombros evitando que callera, Jimmy se sorprendió de la reacción de Yamileth. Cuando él recibió la carta su corazón fue destrozado, a pesar de su juventud, había imaginado una vida con Yamileth, cuando recibió aquel escrito diciendo que lo quería mucho pero que la distancia había afectado sus sentimientos y que había encontrado una nueva persona a quien amar, sintió un dolor más grande que los muchos golpes recibidos por los monstruos que había enfrentado.
Yamileth, con la voz apagada y mirada inquieta, dijo: Yo, yo, nunca, nunca escribí una carta así.
Jimmy preguntó poniéndose de pie: ¿Qué dijiste?
Yamileth tenía un vendaval de conjeturas en su cabeza y solo pudo exclamar: Yo no ¡Claridexas!
Yamileth se puso de pie, respirando agitadamente, y llamando desesperadamente a las claridexas, hasta que ellas aparecieron.
Yamileth casi sintiéndo el dolor del pasado en su pecho, manifestó: Alguien me puede explicar, ¿por qué Jimmy recibió una carta, donde terminaba con él? ¡Expliquen eso!
Yuna: No fue nuestra idea.
Mera: Fue Sefra
Yuna: En verdad, fue ella.
Yamileth casi sin poder pronunciar bien las palabras preguntó: ¿Qué hizo Sefra?
Yuna: Imitó tu letra, escribió una carta y se la envió a Jimmy.
Mera: Realmente no sabemos que decía.
Jimmy con una expresión indescriptible en el rostro, preguntó: ¿Están diciendo que la carta que yo recibí, no la escribió Yamileth?
Yuna: No, ella no escribió.
Yamileth cuestionó: ¿Por qué me hizo Sefra eso?
Mera: Estabas empeñada en venir a ver a Jimmy.
Yuna: Creyó que era lo mejor alejarte de él, para evitar más peligro.
Yamileth preguntó: ¿Más peligro? (y con voz quebrada continuó hablando) Estaba en peligro, ¡en mucho peligro! y lo que quería era buscar a mi novio, a mis amigos para pedirles ayuda, y lo único que yo vi, fue a Jimmy bailando con Yalitxa, mientras escuchaba la voz de Sefra diciéndome que mi novio y la amiga que dejé en mi lugar como guardiana me engañaron, que el resto de mis amigos ni se inmutaron, que nadie me quería.
Yalitxa solo pudo decir: Lo siento, pero estaba tratando de animarlo por el dolor que causó su rompimiento.
Una lágrima cayó por la mejilla de Yamileth, Jimmy no podía creer lo que estaba escuchando, y solo se sintió culpable de creer lo que decía la carta, sin poner en duda lo que decía ahí, reconociendo que Yamileth jamás terminaría de esa manera; Kafor sintió que debió decirles la verdad desde un inicio.
Mera: Pequeña.
Yamileth volvió a la dureza que había puesto como escudo y dijo: No me vuelvas a decir pequeña. Eso siempre he sido para ustedes, ¿verdad?. Una pequeña tonta a quien manipular, ¿en qué más me han engañado?
Yuna: Sabes como era Sefra.
Yamileth, con sonrisa falsa, manifestó: Sí lo sé.
Yamileth se dirigió a Kafor…
Yamileth, mirando a quien confío alguna vez en su vida, dijo: Necesitaba ayuda, en verdad necesitaba ayuda, pero no sabía que tenía como hermano un guardián tan poderoso como Ymir, como para recurrir a él, porque aunque no he tenido la oportunidad de conocerlo mucho, sé por Alnair que mi hermano es maravilloso. Vine a esta ciudad, a buscar a mi novio y a mis amigos, y me encontré con una escena, que sirvió para que alguien que creí me había salvado la vida, me envenenara diciendo que me habían traicionado... No tienes idea, de todo lo que nos habrías evitado de decirnos la verdad desde un inicio.
Kafor, apenas pudo decir: En verdad, lo siento mucho.
Yamileth se acercó a Alnair...
Yamileth dijo: Lo siento…
Alnair la tomó de las manos, manifestando: No puedo cambiar el pasado, pero te puedo decir que mientras viva y tú lo quieras, siempre estaré allí para ti.
Ambos se abrazaron, Alnair sabía el dolor que le había causado a Yamileth la supuesta traición de Jimmy, sabía el peligro por el que pasó ella, y el sacrificio que tuvieron que hacer las únicas personas que lograron ayudarla, lo que significó el dolor de la decisión que tuvo que tomar al encontrarse completamente indefensa, ella se sentía responsable de todo, y eso la había convertido en una persona realmente triste.
Él poco a poco logró convencerla de encontrar la fuerza interior que la sacara adelante, sabiendo que tenía que vivir con el dolor de la decisión que tomó, ella había logrado sobreponerse y alcanzar algo de paz, pero ahora se preguntó qué podía causar en ella esa revelación, pensó que la paz de estos últimos tres años estaba a punto de terminar.