Sabrina Taylor una bella joven de 24 años enamorada a punto de casarse, el día de la despedida de soltera consigue a su prometido con una compañera de trabajo, Sabrina molesta dolida junto con su mejor amiga Eleonor se va a las Vegas con los boletos de la luna de miel, para vengarse de Martin su prometido pero ella no contaba con encontrar en las Vegas un Dios griego como ella le llama, y que en medio de una noche loca iban a terminar casándose, el motivo de Sabrina despecho, pero ¿cuál será el motivo por el cual Logan se casó con esta desconocida? Acompáñame a descubrirlo.
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Mañana serás mi esposa
El lunes bien temprano como es costumbre me levanté y me fui al trabajo donde tendré que ver la cara de mi prometido todo el día y no solo eso, también la de su amante, que viéndolo de este punto de vista, ahora me doy cuenta de muchas cosas.
De sus miradas, sus chistes, pero como yo era la tonta enamorada, pues no me había dado cuenta de nada, cuando él se ofrecía a llevarla a su casa por qué siempre trabaja horas extras.
Pinche perra, a propósito solo para irse con él, lo que más me molesta es cuando yo le decía, «amor, me llevas a mi primero y luego dejas a Rachel»
Ellos obvio se iban felices por qué sabían que yo no sospecharía nada.
Saben ustedes cuan doloroso es llegar a casa de tu novio y encontrarlo revolcándose con su amante el día de su despedida de soltero, teniendo sexo sin pudor confiado en que su novia no llegaría.
Ese momento no sé de donde saque el valor para irme de esa casa sin ser una asesina Por qué lo único que quería era matarlos a los dos.
Tener que verlos y tratarlos como si nada hubiera pasado, dejar que Martín me toque, me causa un poco de repulsión aunque obvio, no iba a dejar de quererlo en un fin de semana.
Aunque había algo o alguien que llega y ocupa parte de mis pensamientos diarios, debo sacar sus besos y su toque de mis pensamientos, porque eso solo será un recuerdo en mi vida, un hermoso recuerdo.
—Buen día, señorita Taylor, ¿cómo estuvo su despedida de soltera?—Pregunta Rachel quien es supervisora de piso en el mini market donde trabajo del cual mi novio es el dueño.
—Mejor imposible, estoy hasta reconsiderando mi soltería—Le digo en tono de chiste, pero no sabe lo en serio que hablo.
Rachel sonríe con hipocresía por qué hasta ahora lo noto, noto la hipocresía en sus ojos, creo que cuando estamos cegados por algo o alguien no nos damos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor, pero agradezco mucho haber abierto mis ojos.
Entro a mi oficina y Martín está sentado en mi lugar revisando algo en la computadora.
—Buenos días casi señora Wells—Dice con una sonrisa que considero falsa.
—Buen día, Martín—Respondo sin mayor emoción.
—Sabrina te he notado muy extraña desde que regresaste de ese viaje.
—Son cosas tuyas, seguro debe ser por qué antes del viaje me sentía agobiada, pero el viaje me ayudó mucho, me relajó—y de que manera.
—Y ¿qué tal esa cabaña que había de emocionante por allá?
¡Oh! Lo había olvidado, había olvidado que iríamos, era a una cabaña de la familia de Eleonor —La verdad, no mucho solo el aire fresco y la paz que se respira en ese sitio—Miento, creo que la Sabrina de hace una semana ya no existe más. No para Martín por lo menos.
—Qué bueno— me dice— llegó una mercancía, irás conmigo al depósito o te encargas de meterla en el sistema.
—Anda tranquilo Martín, yo me encargo desde aquí, si necesitas que alguien te ayude llévate a una de las chicas, a Rachel puede ser ella está por ahí dando vueltas.
Martín me mira por un segundo—Está bien, le diré a Rachel si no está ocupada.
Pienso que soy muy masoquista al crear oportunidades entre ellos, pero eso es lo que pretendo que el este metido con ella hasta que no haya reversa.
Busco en la computadora la cámara que da al depósito, solo para ver cuál es el trato entre ellos, Creerán que soy masoquista, pero la verdad es que no, eso solamente me ayuda a seguir con mi plan.
Me gustaría casarme solo para frustrar su vida, pero no lo puedo hacer, ya que eso sería grave para mí.
Los veo entrar al depósito, ella disimuladamente le agarra la pompa a Martín, le dice algo muy cerca y luego se ríen, él comienza a revisar las cajas y ella le susurra algo al oído, él mira a todos lados y la toma por la cintura y la pega más a su cuerpo.
Decido salir de las cámaras y hacer lo que debo hacer, entiendo que la chica le haya gustado, es muy bonita, no lo voy a negar, además es desinhibida, yo no hubiera hecho algo así, menos aquí en el trabajo.
Aquí no dejo ni que me bese para que los empleados no nos vean, en todo lo que tenemos de relación hemos estado juntos solo un par de veces.
A decir verdad decidí a estar con él un día que termino conmigo, por qué, no se sentía bien en una relación como la nuestra, porque las mujeres complacen a sus novios, así fue como estuvimos juntos, por la presión que sentí, lo quería muchísimo y no quería que me dejara así que en algún momento iba a pasar.
Seguí haciendo mi trabajo normalmente como todos los días, también me quedó horas extras con cualquier pretexto y cuando nos vamos le digo que la lleve a ella primero, luego en casa lo entretengo con lo que sea, mis padres lo adoran más que yo, así que con cualquier conversación se queda.
El día se acerca cada vez y me siento como asfixiada, no sé cuál es mi temor si solo iba a hacer una sola cosa, colocarme el vestido y decirle que no en el altar, bueno para que más nervios, si eso es suficiente para que mis nervios estén a flote.
No había sabido nada de Logan, aunque Eleonor está en contacto a diario con Richard, lo único que sé dé él, es que está en Londres.
Aunque algunas noches sueño con él ese momento cuando dimos el sí en aquel lugar, en medio de una borrachera, También sueño con él besando y tocando mi piel, mirándome de aquella manera que hace que mi piel se erice, causando en mi cuerpo un efecto que jamás había sentido.
Logan es tan diferente a Martín frío, misterioso, intenso, aunque no expresé ninguna emoción atrae, debe ser por su aura misteriosa o tal vez por su mirada tan intensa y penetrante, sus ojos dicen lo que su boca no se atreve.
En cambio, Martín es tan… cómo decirlo dócil, regalado, a todos, abraza a todos, sonríe sin ocultar nada, su rostro expresa todo, pero su mirada no dice nada.
Se podría decir que es cualquier lobo vestido de oveja, un falso cordero.
Eso lo sabré el día de la boda cuando le diga que no en el altar y tenga que explicarle los motivos de mi decisión.
El día de la boda es mañana, hoy trabajaré hasta medio día, por qué debo ir en la tarde para un spa y un salón de belleza, regalo de “mi querida suegra” Entre comillas, por qué siempre he sentido que ella solo me trata por mera formalidad, la siento hipócrita conmigo, pero eso nunca me ha importado.
Según las tradiciones, los novios no pueden verse un día antes de la boda, pero ya se imaginan quien si podrá verlo toda la noche.
—Mi princesa hermosa ya mañana seremos marido y mujer, por fin después de tantos años esperando por este momento, al fin serás mía—Me agarra de la cintura para pegarme a su cuerpo.
—Martín, ya que todavía estamos en el trabajo—Le digo tratando de alejar su boca de la mía.
—Eso que importa, soy el dueño, mañana serás mi esposa.
—Exacto mañana seré tu esposa, pero aún no lo soy—Digo con sarcasmo.
—¿No entiendo por qué siempre tienes que ser tan fría conmigo?, siempre trato de ser el mejor para ti, pero a ti eso no parece importarte—Dice ofendido.
—Martín, que no salga corriendo acostarme contigo cada vez que tú quieras, no quiere decir que no me importas que no te quiero, es solo que quiero hacer las cosas bien, espera el matrimonio y seré tuya todos los días, que quieras—Le digo mientras acuno su rostro en mis manos.
Él me mira con los ojos tristes, lo cual me da mucha pena, por qué no sé lo que él siente por mí.
Dejo un beso tierno en sus labios, mi corazón quiere salir del mi pecho, por qué lo quiero mucho, pero no puedo hacer nada más, no puedo casar con él y no por el engaño con Rachel por qué en parte lo entiendo, él tiene que buscar lo que no le doy, sino porque no me puedo casar con él ya estoy casada.