Fernanda y Francisco.
Una historia de amor que va mas alla de todo los prejuicios.
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Cap 17
_ Bienvenida a tu casa _ me dijo el estúpido de Francisco justo cuando Camilo entraba con mis cosas con un señor que no conocía.
_ Si no te molesta me gustaría tomar de nuevo la que fue luego mi habitación. _ le dije a Francisco y me miro con una estúpida sonrisa.
_ Claro que no me molesta, de hecho iba a pedirte que justamente te quedaras hay, porque esa habitación la estoy usando yo _ me dijo y lo mire perpleja.
_ Ni lo sueñes jamás compartiré habitación contigo _ le dije y su estúpida sonrisa triunfadora se amplio mas.
_ Eso no es negociable Fernanda, claro que compartiremos habitación, estas aquí como mi esposa, y marido y mujer duermen juntos _ me dijo y lo mire bastante mal.
_ Que no se te olvide que solo soy tu esposa en papeles, olvídate de que alguna vez voy a ser tu mujer _ le dije y pase por su lado, ya conocía donde quedaba mi antigua habitación por lo que me fui directamente hay.
Cuando entre todo estaba cambiado el color de las paredes, la cama, lo que si no estaba cambiado eran las cortinas oscuras por mi problema de jaqueca.
Luego fui para ver el guardarropas y también estaba cambiado, lo abrí un lado y estaba todas las cosas de Francisco abrí el otro lado y estaban las pocas cosas que había dejado cuando me fui de aquí aquella vez.
Salí cuando escuche ruidos dentro de la habitación, y dentro estaban varias personas.
_ Como te apresuraste en subir, no tuve tiempo de prestarte a las personas que viven en esta casa _ me dijo Francisco.
_ Ellos son Tatiana y Perci encargados de la limpieza y aseo de la casa.
_ Un gusto señora, estamos a sus ordenes _ me dijeron ambos.
_ El es Camilo, lo puedes utilizar como chofer o como lo que tu quieras, el tiene el cargo de servicio general en esta casa _ dijo del muchacho y todos sonrieron menos yo.
_ Y ella es mi madrina Teresa, y también la cocinera porque nadie cocina mejor que ella.
_ Un gusto señora, también. Estoy a sus ordenes _ me dijo ella.
_ Si todo esta muy bien, pero no me gusta que me digan señora, pueden solamente llamarme por mi nombre, y si me disculpan quiero hablar a solas con el señor _ les dije y todos asintieron.
_ Quiero que me expliques lo del trabajo _ le dije a Francisco mientras habría mi maleta.
No podía negarlo compartir habitación con él me parecía muy incómodo, pero bueno es lo que toca, lo voy a fastidiar todos los días.
_ Pienso reabrir la fábrica y mi padrino me comento que estás estudiando administración, por lo que tranquilamente podrás trabajar en la fábrica.
_ Pero me gusta trabajar en la ferretería _ le dije.
_ Entiendo eso, es un trabajo que conseguiste por si sola, pero piensa, por lo que vi la vez pasada te llevas muy bien con tu patrón, tu hermano saldrá en pocos días de la cárcel, y va a necesitar un empleo, y estoy seguro de que si hablas con tu patrón tranquilamente Claudio podrá tomar tu lugar, a mí me encantaría, que él también trabaje en la fábrica, pero después de lo que paso dudo mucho que Claudio quiera trabajar conmigo _ me dijo y pensándolo bien el tenía razón, mi hermano va a necesitar un empleo.
_ Mañana hablaré con Don Martin, no pensé que en tu retorcida cabeza, podría existir tal cosa _ le dije y pun se molestó.
_ No es necesario que me faltes el respeto de esa manera Fernanda, le voy a pedir a una de las señoras que te ayude con tus cosas _ m dijo y se dispuso a salir de la habitación justo cuando llego a la puerta lo detuve.
_ Ah, una cosa más _ le dije y se dio la vuelta para mirarme con su fingida mirada de cachorrito.
_ El respeto se gana no se pide _ le dije y negando con la cabeza salió de la habitación.
Luego de unos minutos, vino Teresa, para ayudarme con mis cosas.
La señora no decía nada solamente se limitaba a acomodar mis cosas.
_ Tu eres la esposa, de Don Lucio verdad _ le pregunte.
_ Ex esposa _ me respondió ella.
_ Pero nunca se divorciaron por lo que siguen siendo esposos, yo también decía por Francisco que era mi exesposo y ahora ya voy a vivir con el _ le dije y ella solamente no me respondió.
_ Como esta _ me pregunto luego de un momento de silencio.
_ Por fuera se ve bien, pero por dentro está destruido, sufriendo por la perdida de su hija y por el rechazo de usted _ le dije una lágrima cayó por los ojos de la señora.
_ Discúlpeme señora, no quise lastimarla _ el dije cuando la vi sentida.
_ No se preocupe, sigue siendo difícil para mi _ me dijo y se limpio sus lagrimas.
_ Porque lo alejo, en vez de refugiarse en los brazos de su esposo usted decidió sufrir sola la perdida de su hijo, sabe Doña Teresa no hay un solo día en la que Don Lucio no hable de usted, él sigue amándola a pesar de todo _ le dije.
_ Lo se, lo se _ me dijo y luego se callo, cuando alguien toco la puerta.
_ Tere vine a avisarte que ya saque la cena tal y como me la pedirte _ le dijo Tatiana.
_ Esta bien Tatiana termina de ayudar a la señora y luego bajen para cenar _ dijo la señora y salió de la habitación.
Cuando termínanos de acomodar todo con Tatiana.
_ Puedes decirle a Camilo que venga por favor _ le pedí a Tatiana y ella asintió y luego salió de la habitación.
Unos momento después vino Camilo.
_ Me mandaste a llamar, no te molesta que te tutee verdad _ me dijo.
_ No, no hay problema con so _ le respondí.
_ y te llame porque quiero pedirte un favor _ le dije.
_ Claro dime lo que sea, _ me respondió el.
_ Sera vas a poder conseguirme un parlante _ le dije y el me miro confundido.
_ Para escuchar música una radio portátil o algo _ volví a decirle.
_ Si claro que si, lo quieres ahora _ me pregunto.
_ Si se va a poder Por favor _ le dije y el solo asintió.
No baje a cenar por lo que Teresa me trajo para mi cena en la habitación, también Camilo ya me había traído el parlantes.
Estaba cepillándome los dientes cuando Francisco entro en la habitación.
No le hice caso, yo estaba con mis cosas mientras que el de metió para bañarse.
Ya había conectado el parlantes a mi celular y luego ya me acosté.
Luego de algunos minuto, salió y solamente vestía un pantalón de dormir y su torso lo tenia desnudo, no pude evitar tragar saliva, tenia su cuerpo muy bien trabajado, ya que era deportista.
Se dirigió hasta el mueble del espejo tomo su celular y luego vino para acostarse.
Yo le daba la espalda y escuche como el estaba manipulando su celular, la cama era grande por lo que teníamos una pequeña distancia per igual era muy incomodo.
Me levante para encender el parlante, y luego empecé a poner la música a todo volumen.
Francisco me miro sorprendido, no se esperaba que hiciera eso.
Solté el volumen del parlante hasta el ultimo, siento mucho por las otras personas que están en esta casa pero no pienso dormir, con el estúpido.
_ Que demonios haces Fernanda _ me dijo Francisco levitándose de la cama muy enfadado
_ Estoy escuchando música _ le respondí, restándole importancia a lo que me dijo.
_ Fernanda apaga la música, como se te ocurre poner música a todo volumen y mas a esta hora, no estas sola en esta casa _ me dijo y nuevamente no le hice caso y cambie la música a uno mas escandaloso.
_ Fernanda ya basta _ volvió a decirme pero esta vez su tono de voz ya fue un poco mas alto.
_ Tú me quisiste aquí contigo, así que aguántatelo papacito _ le dije y muy enojado salió de la habitación cerrando l puerta de un portazo.
_Con una sonrisa triunfadora, cerré la puerta con llave luego apague la música y luego me acosté para dormirme con total tranquilidad.
_ Un punto para Fernanda _ dije y mi sonrisa aumento.