Esta es una historia sobre un joven Omega llamado Kalet de campo que conoció a un Joven Alfa llamado Asher que era famoso por los alrededores por ser el hijo de uno de los hombres más ricos
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muchas preguntas
Después de la partida de Asher, decidí irme a casa. La noche había sido emocionante, pero también había sido un poco intensa.
Mientras caminaba, escuché una voz familiar detrás de mí.
"Kalet, ¿ya te vas?"
Me giré y vi a Ian, un amigo de la infancia, sonriendo hacia mí.
"Sí, ya es tarde", respondí.
Ian asintió. "Te acompañaré a casa. No es seguro caminar solo a estas horas."
Me sentí agradecido por su preocupación. Ian era un beta, conocido por su lealtad y amabilidad.
"Caminemos", dijo Ian, colocándose a mi lado.
Mientras caminábamos, Ian me preguntó sobre mi noche. Le conté sobre Asher y la feria.
Ian escuchó atentamente, su expresión seria.
"Ten cuidado con Asher, Kalet", dijo. "Es un alfa poderoso."
Asentí, sabiendo que Ian tenía razón.
"Luego te cuento más sobre él", dije.
Ian sonrió. "Estoy aquí para ti, amigo."
Llegamos a mi casa y Ian se despidió.
"Gracias por acompañarme, Ian", dije.
"De nada, Kalet. Siempre estaré aquí para ti."
Me sentí afortunado de tener amigos como Ian. Su lealtad y amabilidad eran un consuelo en momentos de incertidumbre.
Y en ese momento, necesitaba todo el apoyo posible. Asher había dejado una huella en mi corazón, y no sabía qué pasaría después.
Llegué a casa y encontré a mi abuelo sentado en su sillón favorito, leyendo un libro. Me sonrió al verme.
"¿Cómo te divertiste en la feria, Kalet?", preguntó, cerrando su libro.
Me senté a su lado y le conté sobre mi aventura con Asher, omitiendo algunos detalles para no preocuparlo.
Mi abuelo escuchó con una sonrisa, sus ojos brillantes de alegría.
"Me alegra que te hayas divertido, Kalet. Eso es lo que importa", dijo.
Miró el reloj y se levantó.
"Pero ya es tarde, Kalet. Ve a dormir. Mañana es un nuevo día."
Asentí, besando su mejilla.
"Gracias, abuelo. Buenas noches."
Mi abuelo me abrazó.
"Duerme bien, Kalet. Que tus sueños sean dulces."
Me fui a mi habitación, sintiendo la calidez y seguridad de mi hogar.
Pensé en Asher antes de dormir, preguntándome qué pasaría mañana.
La oscuridad me envolvió y me sumí en un sueño profundo, con la sonrisa de Asher grabada en mi mente.
Después de una noche de sueño reparador, me desperté sintiendo fresco y listo para enfrentar el día. Realicé mi rutina matutina, que incluía un breve ejercicio y un desayuno ligero.
Luego, me dirigí al huerto para plantar unos rábanos que había comprado el día anterior. El sol brillaba suavemente y el aire estaba lleno de la dulce fragancia de las flores.
Mientras plantaba, escuché la voz de Ian detrás de mí.
"Hola, Kalet. ¿Qué estás haciendo hoy?"
Me giré y sonreí. "Plantando rábanos. ¿Y tú?"
Ian se sentó en una roca cercana, observando mis movimientos.
"No mucho. Solo pasando por aquí para saludarte."
Platicamos un rato sobre cosas triviales: el clima, los últimos eventos en el pueblo y nuestros planes para el fin de semana.
Ian me preguntó sobre Asher, pero no quise entrar en detalles.
"Todo bien", dije. "Solo nos conocimos en la feria."
Ian asintió, sin presionarme.
Después de un rato, Ian se levantó.
"Bueno, Kalet. Me voy. Tengo que ayudar a mi padre en la tienda."
Nos despedimos y Ian se fue, dejándome solo en el huerto.
Seguí plantando, perdido en mis pensamientos. La tranquilidad del día me permitió reflexionar sobre mis sentimientos hacia Asher.
¿Qué significaba esa conexión que sentí con él? ¿Era solo una atracción pasajera o algo más profundo?
Las preguntas se acumulaban en mi mente, pero no tenía respuestas. Solo sabía que quería volver a ver a Asher.