Nelly es una elfa a quien el destino le ha jugado una mala pasada, siendo engañada por su hermana, ella se ve envuelta en una situación tensa. ah pasado la noche en la habitación de un hombre al que no conoce. Al perder su honor es exiliada de su familia. Cuatro años después regresa por trabajo acompañada de un pequeño niño, y siendo acosada por un hombre que solo quiere pagar una deuda, por petición de su abuela... Ellos no sabían que sus destinos ya habían sido marcados por el lazo de un Después.
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una víbora
POV SKAILER
El traqueteo suave del carruaje era casi hipnótico, un bálsamo para mis sentidos después de la intensidad de la casa de Nelly.
Apoyé la cabeza en el asiento, cerrando los ojos, intentando dejar atrás la imagen de Elío correteando, con su risa contagiosa. Prometí volver por él, llevarlo a ver los cielos desde mi perspectiva, una promesa que sentí genuina, algo raro en mí.
De repente, el sonido agudo del teléfono rompió la calma. Un número desconocido. Fruncí el ceño. ¿Quién demonios me buscaría ahora? Respondí con la cautela habitual, mi voz teñida de esa frialdad que tantos confunden con indiferencia.
—¿Sí?— mi tono era cortante, directo al grano. No había tiempo para rodeos ni para juegos.
—¿Skailer?— la voz era aguda, melosa, pero con un trasfondo que reconocí de inmediato.
Elena.
Un gruñido escapó de mi garganta. —¿Qué quieres, Elena?—
—Hola Skailer— su voz se volvió más dulce, una táctica que me provocaba fastidio. —Tengo información sobre Selene—
Mi cuerpo se tensó. Selene. El nombre que me perseguía, la sombra que nublaba mis días. ¿Información? ¿Ella sabía algo? El ceño se me frunció aún más, y un brillo peligroso apareció en mis ojos.
—¿Información sobre quién?— mi voz bajó un tono, volviéndose más grave, más amenazante.
—Sobre Selene, cariño. La mujer que buscas. Sé dónde encontrarla—
Una risa seca y sin humor escapó de mis labios. —No me llames "cariño", por favor. Y si realmente tienes algo, habla ahora—
—Tranquilo, Skailer, tranquilo. Sé que tu paciencia es limitada, como la mía. Pero esto vale la pena. Es sobre esa noche, ¿sabes? La que te atormenta—
Mi mano se apretó en el teléfono. Esa noche. El recuerdo me golpeó con la fuerza de un ariete. La confusión, la culpa, la deuda que me carcomía.
—¿Qué sabes?— mi voz era un susurro gélido.
—Sé dónde está. Pero necesito verte. Necesito que me des algo a cambio—
—No doy nada por información falsa— espeté, con mi paciencia evaporándose como rocío al sol.
—No es falsa, te lo aseguro. Es la verdad. Pero prefiero decírtelo en persona. ¿Qué tal mañana por la mañana? En...— hizo una pausa, como si buscara el lugar perfecto —...en **Vallebruma**. Es un lugar tranquilo, ¿no crees? Perfecto para conversaciones importantes—
Vallebruma. Un antiguo asentamiento élfico, ahora un cruce de caminos más civilizado que una simple aldea, pero aún con ese aire de misterio élfico.
Un lugar donde la discreción era apreciada. Sonaba... adecuado.
—Mañana por la mañana en Vallebruma— repetí, mi voz cargada de advertencia. —Y si intentas engañarme, Elena, te juro por los ancestros que te arrepentirás de haber nacido. No me hagas perder mi tiempo—
—Oh, Skailer, nunca lo haría— su risa resonó en el teléfono, un sonido hueco y falso. —Te veo allí—
Colgué. El silencio volvió a reinar en el carruaje, pero ahora estaba cargado de una tensión diferente. Vallebruma. Mañana. La posibilidad de encontrar a "Selene", de saldar esa maldita deuda, se cernía sobre mí.
Pero con Elena de por medio, sabía que nada sería fácil. La víbora siempre jugaba con dos barajas. Y yo, por mi parte, solo tenía una: mi determinación.
Flashback
Estábamos en mi oficina, un lugar que había sido más un refugio que un hogar. Las paredes estaban adornadas con recuerdos de mis viajes, pero ahora la atención estaba en la carpeta que mi amigo, Dara, había traído. La abrí, y el aire se volvió pesado con la información que contenía.
—Mira esto, Skailer— dijo Dara, señalando una foto de Elena en un evento de gala. Su sonrisa era deslumbrante, pero yo sabía que detrás de esa fachada había más sombras que luces.
La carpeta contenía recortes de periódicos, informes de investigaciones y testimonios de quienes habían cruzado caminos con ella. Elena estaba en ruinas, viviendo en un local que había alquilado con el dinero de la venta de un reloj. Un reloj que, por cierto, era mío. Un objeto que había querido dejar atrás, pero que ahora se convertía en una herramienta en su juego.
—Lo vendió en un mercado de segunda mano— continuó Dara, —Usó la plata para pagar el arriendo del local donde vive y trabaja ahora. Este lugar no es un hogar, Skailer, es un refugio para alguien que está peleando por sobrevivir—
—Y no se detiene ahí—dijó, mire las imágenes de Elena en un club de alta gama. La veía rodeada de hombres adinerados, con esa mirada seductora y astuta. —Está buscando al mejor postor. No la subestimes—
Dara se cruzó de brazos, con su expresión seria. —No es de fiar, hermano. Es como una serpiente que se desliza entre las sombras, esperando el momento perfecto para atacar. Puede que esté en ruinas, pero eso no significa que no tenga garras_
—Lo sé— respondí, —Pero ella tiene la información que necesito. La verdad sobre Selene—
Dara soltó un suspiro, como si intentara deshacerme de una idea peligrosa. —No olvides que la información puede venir con un precio, Skailer. ¿Qué pasará si te engaña? ¿O si te lleva a una trampa?—
—Si lo hace, no le va a gustar lo que le sucederá— dije, sintiendo esa chispa de rabia emergiendo. No me gustaba la idea de que alguien como Elena pudiera jugar conmigo.
—Solo ten cuidado, amigo. Ella es astuta, y el juego que juega es peligroso. Si decides seguir adelante, asegúrate de estar preparado para cualquier cosa—
Asentí, la determinación en mi pecho fue más fuerte. Sabía que Elena era una jugadora en un mundo lleno de trampas, pero yo también sabía cómo jugar. Y esta vez, no iba a dejar que me atrapara.
Dara confía en mí, aunque la preocupación brillaba en sus ojos. Sabía que este juego apenas comenzaba, y las cartas que teníamos en la mano eran más peligrosas de lo que imaginábamos. Pero era hora de enfrentarse a la serpiente y descubrir qué estaba realmente detrás de la fachada de Elena.
¡*Las cartas están sobre la mesa y esto**y decidido a descubrir la verdad, cueste lo que cueste*!.
porque si no es como yo lo pienso o me lo imagino y de verdad Skailer cayo en la trampa y le dio la casa y la tarjeta confiando en que Elena hará lo que el dice sería idiota y un ingenuo
y esa será la prueba que ellas necesitan para su mentira
pd: espero que no la encuentren
ya que cuando estuvo con Nancy el sintió muchas cosas y que se de cuenta que eso es una trampa