** Saga Vannecelli **
Rachel Fiore es la mano derecha de Leandro Zanella, jefe de una de las ramas más importantes de la organización italiana. Desde que él la rescató a ella y a su hermana de la calle cuando solo tenía 14 años, ha estado perdidamente enamorada de él. Sin embargo, su temor al rechazo la ha llevado a ocultar este secreto durante seis años. Actualmente, la organización está siendo amenazada por los FGN, lo que obliga a Rachel a viajar a la capital para reunirse con el líder de la organización en busca de su apoyo. sin tener conocimiento de que se cruzaría con un hombre que transformaría por completo su vida.
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Capítulo 9 nuevo en cargó
Rachel Fiore
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-Al llegar a la mansión, subo con precaución las escaleras, ya que no deseo provocar ningún ruido. Al abrir la puerta de mi habitación, escucho la voz de Leandro- ¿Dónde estabas, Rachel?
- Me giro hacia él; está de brazos cruzados y sin camisa, por lo que mi mirada se concentra en su rostro. Le respondo- Estaba dando una vuelta.
-Él se acerca a mí y me toma de la mejilla, empujándome suavemente hacia la puerta, su cuerpo está muy cerca del mío y puedo sentir su respiración, lo cual me pone nerviosa. Su rostro queda a escasos centímetros del mío, y noto que su expresión de angustia se transforma en molestia. Me pregunta- ¿Por qué volviste a fumar esa porquería? Me dijiste que no lo harías de nuevo. Dime, Rachel, ¿qué está pasando?
-¿Qué está sucediendo? ¿Acaso no puede ver que lo amo y que me duele verlo con ella? Ahora ella vive aquí como si fuera la dueña de la casa, como si fuera su esposa, cuando yo haría cualquier cosa por ocupar su lugar. Eso fue lo que me llevó a fumar; era lo único que me ayudaba a relajarme, aunque esa persona insoportable arruinó aún más mi noche. ¿Por qué tengo que pensar en él? Le digo- Solo quería relajarme un poco, no volveré a hacerlo, ahora suéltame.
-Él me observa durante unos segundos y, después de un momento, me suelta. Mientras lo hace, paso a notar cómo pasa su mano por su cabello y dice- Promete que no volverá a fumar, Rachel.
- Le respondo-Te lo prometo.
- Él me dice- Bien, recuerda que mañana el joven Gian estará aquí a las 10, por lo que debes estar lista. Te lo presentaré y estarás a su lado; debes asegurarte de garantizar su seguridad mientras esté aquí, además de ayudarlo en todo lo que necesite. Después de la reunión de mañana, hablaremos; tengo un nuevo trabajo para ti.
- Abro la puerta y le digo- Está bien, descansa.
-Al entrar en la habitación, me quite la ropa, quedando desnuda, y me di una buena ducha. Al finalizar, me acerqué a un espejo y me observé, mientras un recuerdo del beso con aquel molesto individuo inundaba mi mente. No pude evitar tocar mis labios; él fue mi primer beso, algo que jamás imaginé que sucedería, pero así fue. Ese idiota besó de una manera deliciosa; cuando su lengua rozó mis labios, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, algo que resultó extraño para mí. Sacudí la cabeza, tratando de disipar esos pensamientos. Ese imbécil se burló de mí, y si lo vuelvo a ver, no dudaré en matarlo. Después de secar mi cuerpo, aplico mi crema hidratante y me acuesto a dormir desnuda. Al día siguiente, me despierto a las 6 de la mañana y me apresuro a alistarme, ya que debo llevar a mi hermana a la escuela y comprar algo de ropa adecuada para la visita, ya que la que tengo no es apropiada. Tras cuatro horas, finalmente estoy en mi habitación terminando de arreglarme rápidamente, y me doy cuenta de que ya es muy tarde. Todo esto ha sucedido por mi culpa, ya que no había nada que me gustara. Finalmente, había encontrado algo que era tanto elegante como cómodo. Al descender las escaleras, me encontré con una de las empleadas, a quien le pregunté por la visita, y me informó que ya se encontraba en los jardines, así que me dirigí hacia allí. Al llegar, no podía creer que esa persona tan fastidioso era Gian Vannecelli. Yo le había hablado de manera inapropiada y lo había agredido. es el hermano de mi líder, y por esta falta, podría enfrentar graves consecuencias. Siento cómo la sangre me baja por la tensión de la situación. Mientras ellos conversan, intento ignorarlo, aunque noto que él me observa de reojo. Entonces escucho cómo la imprudente de Olivia le sugiere pasar los días aquí, y él acepta encantado. Esto será incómodo para ambos. Me doy cuenta de que Gian tiene una conversación previa con Olivia. Cuando Leandro y Olivia se retiran, me disculpo con Gian por mi actitud. Le expreso mi preocupación acerca de que él se quede, pero su respuesta me deja sorprendida: le gusta que lo trate mal. Él afirma estar enamorado de mí. ¿Acaso es masoquista o simplemente está jugando conmigo? Debe ser la segunda opción. Se acerca, me toma el cabello rebelde y lo coloca detrás de mi oreja mientras intenta besarme. Esto me deja sin opción, así que lo golpeo en el abdomen para dejarle en claro que, a pesar de ser hermano de mi líder, no permitiré que juegue conmigo. Me retiro rápidamente hacia la mansión, mientras solo escucho su risa a mis espaldas. Me dirijo al despacho donde se encuentra Leandro. Al llegar, me solicita que tome asiento y me muestra una carpeta. Al recibirla, empiezo a leer, descubriendo que se trata de un empresario. En ese momento, lo escucho decir- Te ves muy hermosa con esa ropa, Rachel.
-Al alzar la vista, siento que mi rostro se enciende, ya que es la primera vez que él me hace un cumplido de esta magnitud. Le sonrío, mi corazón late con fuerza. Le respondo- Gracias, cuéntame, ¿qué deseas que haga con el?
- Él me responde- Quiero que parezca una muerte natural. Ese individuo se ha inmiscuido demasiado en mi fachada como empresario, obstaculizando mis planes, pero no quiero levantar sospechas, ya que ambos hemos tenido enfrentamientos; el primero en sospechar sería yo.
- .Me levanto y le digo- Comenzaré hoy mismo.
- Al salir del despacho, leo el documento que indica que ese hombre frecuenta un bar específico, por lo que ya tengo una forma de acercarme. Tendré que disfrazarme, así que ruedo los ojos. -