En un giro inesperado del destino, la vida de Carol se desmorona cuando descubre la infidelidad de su esposo. A pesar del dolor y la traición, decide darle una segunda oportunidad, pero el pasado pronto regresa para cambiarlo todo.
La aparición de la amante embarazada de su esposo desencadena una tormenta de emociones que pondrá a prueba su amor, su orgullo y su capacidad para perdonar. ¿Podrá superar el dolor y encontrar un nuevo camino hacia la felicidad, o la traición la dejará marcada para siempre?
Sumérgete en esta historia apasionante de amor, traición y redención, y descubre cómo una mujer puede encontrar la fuerza para levantarse de las cenizas y reinventarse."
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Capítulo 9 - Visitas inesperadas
El segundo día fuimos a conocer el museo de Louvre y luego dimos un paseo en barco por la Sena
Todo era hermoso, yo estaba súper feliz, siempre había sido mi sueño conocer París y al fin estaba ahí
Al finalizar el paseo en barco volvimos al hotel porque ya era de tarde, nos dimos un baño rápido y volvimos a salir, ya que Leo me quería llevar a un restaurante a cenar
— Como te sientes amor?, estás disfrutando de estar Aquí? — me pregunta Leo en el restaurante mientras esperamos que nos traigan la cena
— Me encanta mi amor, estoy súper feliz de estar aquí contigo — le respondo yo con una sonrisa
— Yo igual mi amor, estoy feliz de estar aquí contigo — me dice tomándome de las manos
Continuamos cenando y hablando de otras cosas, nos pusimos a beber vino mientras recordábamos cuando nos conocimos y cuando empezamos a salir, que no nos dimos cuenta el tiempo que habíamos estado conversando en el restaurante y bebiendo vino, nos habíamos tomado cuatro botellas, yo ya estaba que todo me hacía reír, me había pasado bastante de copas
— Vamos amor, ya es medianoche vayamos a descansar un poco — me dice Leo tomándome de la mano y sacándome del restaurante
Yo seguía riéndome por cualquier cosa hasta por los gestos que hacía Leo al verme en ese estado de ebriedad, el sonreía le parecía divertido que yo me riera por todo
Tomamos un taxi y volvimos al hotel, al llegar Leo me carga en sus brazos y sube a la habitación
Al entrar a la habitación él me baja en el suelo y yo comienzo a desvestirme hasta quedar completamente desnuda mientras continuo riéndome
Leo me miraba sorprendido, ya que yo jamás había hecho eso por que siempre fui tímida y siempre me avergonzaba por todo, pero está vez no, está vez quería hacer todas esas cosas que jamás había hecho e iba a aprovechar que el alcohol me daba voluntad.
Caminé hasta él y comencé a besarlo desesperadamente mientras le iba desprendiendo los botones de la camisa, Leo no decía nada, él solo dejaba que yo hiciera lo que quisiera
Le quitó la camisa y luego sigo desprendiendole el pantalón y quitándoselo, luego lo empujó a la cama y me monto sobre él y comienzo a besarlo de nuevo con desespero mientras me posicionó sobre su miembro y me lo introduzco de un solo movimiento
Leo estaba extasiado, no dejaba de masajearme y lamer mis pechos, haciéndome enloquecer aún más
Comencé a moverme con más rapidez mientras me aferraba a su cuello y Leo me sostenía de las caderas ayudándome con los movimientos
— Aahhhh Leo aaahhh siiii — le decía entre gemidos por el placer que estaba sintiendo
— Que le hiciste a mi Carol tímida? — me pregunta sin dejar de moverme con sus manos
— Ya no existe, aahhh que no te gusta que sea así? mmm aaahhhh — le pregunto entre gemidos
— Me encanta la nueva tú mi amor, me encanta que seas así, que te comportes así, me vuelves loco mi amor — me dice Leo agarrándome de la nuca y acercándome a él para luego besarme con desespero mientras continuo moviéndome con más ganas hasta llegar a mi primer orgasmo que me dejó agotadisima, pero Leo aún no había terminado por lo que me tiró sobre la cama, levanto mis piernas colocándolas en sus hombros y se volvió a introducir nuevamente en mi con más fuerza dando estocadas tras estocadas fuertes
Estuvimos así por más de una hora hasta que Leo al fin llegó a su clímax en mi interior y dejándonos a ambos exaustos haciendo que nos durmieramos enseguida.
A partir de ese día, había perdido la vergüenza en la intimidad y me solté como nunca haciendo cosas que jamás antes había hecho
Ya estabamos en el último día en París, estábamos preparando las maletas para irnos al aeropuerto, eran las 9 am y el vuelo a Seattle salía a las 2 pm, así que solo nos quedaba tiempo para preparar las cosas, almorzar y salir
Lo que me pareció extraño fue que Leo mantuvo su teléfono apagado durante las dos semanas, cuando le pregunté por qué lo tenía apagado, me respondió que era para que no lo molestaran del trabajo, me pareció raro, pero tenía sentido, así que no pregunte más y solo me dedique a disfrutar junto a él
Al terminar de preparar las cosas bajamos a almorzar al restaurante del hotel y luego volvimos a la habitación por nuestras maletas, cancelamos la habitación y tomamos un taxi para ir al aeropuerto.
10 horas después ya estabamos en el aeropuerto de Seattle, agarramos nuestras maletas, las cargamos en el auto que Leo había dejado antes de viajar y volvimos a casa solo a descansar, ya que era domingo y Leo al día siguiente comenzaba a trabajar.
Al día siguiente, me levanto, me visto y bajo a preparar el desayuno mientras Leo se prepara
Cuando ya tengo todo listo Leo baja y ambos nos sentamos a desayunar
— Te amo preciosa, nos vemos en la tarde — se despide Leo al terminar de desayunar
— Adiós amor, ten un lindo día — le respondo dándole un beso
— Igual tu mi amor, adiós — me dice tomando su portafolios y saliendo de la casa
Después de que Leo se fue, levanté las cosas del desayuno y limpie la cocina, luego seguí con el resto de la casa
Al medio día me preparo algo para almorzar y luego de lavar lo que ensucie me acuesto en el sofá a mirar la tele, pero un rato después me termino quedando dormida
Me despierto de golpe sobresaltada al sentir el timbre de la casa, me levanto y camino hasta la puerta y al abrir me sorprendo al ver a las personas paradas del otro lado
— Haaaaaaaaaa — grito de la emoción y me lanzo sobre ellos a abrazarlos
Eran mis hermanos Sebastián y Esteban y mi primo Gonzalo quienes habían venido
— Mi pequeña hermosura, como estás? — me pregunta mi hermano Sebastián abrazándome
— No sabes cuánto te extrañamos princesa — me dice ahora mi hermano Esteban
— Pequeña libélula, que grande que estás — me dice mi primo Gonzalo abrazándome
Ellos son mayores que yo, mi hermano Sebastián y mi primo Gonzalo tienen 29 años y mi hermano Esteban tiene 28 años, mi hermano Sebastián y mi primo Gonzalo ya están casados y tienen su propia familia, pero mi hermano Esteban aún es soltero
— No saben la felicidad que siento al verlos aquí, como no me avisaron que venían? — les digo llorando por la felicidad que sentía al verlos aquí y haciéndolos pasar a la sala
— Vinimos a una conferencia y no te dijimos nada por qué queríamos darte una sorpresa — me dice mi hermano Sebastián
— Menos mal vinieron hoy y no antes — les digo yo riendo
— Por qué lo dices? — pregunta mi primo Gonzalo
— Por qué Leo me llevó a París, estuvimos 2 semanas allá y recién anoche llegamos a Seattle — les digo riendo
— Ha mira que bueno mi pequeñita, al fin ese idiota te llevo a otro lado que no sea Brasil a vernos a nosotros — dice mi hermano Sebastián, a ellos nunca les cayó bien Leo
— No le digas así, sabes que no me gusta — le digo poniéndome seria
— Bueno princesita, no te enojes, mejor hagamos algo, mañana tenemos que volver a Río y queremos pasar todo el día aquí contigo — me dice Sebastián
— En serio se tienen que ir tan pronto? no pueden quedarse uno o dos días más? — le digo con tristeza
— No princesa, nos encantaría quedarnos mas tiempo contigo, pero tenemos trabajo — me dice Sebastián
— Ay qué lástima, tantos meses que no los veo y solo los tendré conmigo por un día, eso no es justo — les digo con tristeza
— Lo sé pequeña, pero otro día vendremos con más tiempo, con las chicas y los niños — me dice mi hermano Sebastián
— Bueno de acuerdo, les tomo la palabra — les digo riendo
Nos quedamos conversando por bastante tiempo, me hacían muchas preguntas sobre mí y mi matrimonio, pero no les dije lo que había pasado con Leo, tras que no les caía bien, si les contaba iba a ser para problemas y no quería que eso pasara, ya que con Leo estamos bien ahora
A pesar de los altibajos que sufrió Carol en su primer matrimonio, no se negó a ser nuevamente feliz, y a su vida llego un hombre maravilloso que le dio la familia que ella siempre había soñado...
Felicitaciones Autora, por más historias así!!!