Thailor Brown es un joven omega que trabaja en la empresa del prestigioso CEO, Dimitrei Uvarov. Él es un alfa imponente que llevó a la cima a su empresa desde muy joven, pero su padre, al estar enfermo, exige que este contraiga matrimonio pronto.
Al conocer a Thailor, Dimitrei decide usarlo a él para que finja ser su pareja y si el joven no acepta amenaza con arruinar su carrera dentro de la empresa, así que Thailor no tiene más opción que aceptar el trato.
¿Podrá esta relación ir más allá de un contrato?
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A la mañana siguiente, Thailor se encontraba frente a su espejo con el corazón acelerado mientras se preparaba para salir al trabajo. Era su primer día presentando una imagen completamente diferente, y una oleada de nervios comenzó a invadirlo.
Hasta ese momento, Thailor siempre había mantenido una apariencia sencilla. Nunca solía maquillarse de forma notable ni vestirse de manera llamativa, prefiriendo centrarse en su trabajo y pasar desapercibido. Pero hoy, todo cambiaría, y sabía que sería el centro de todas las miradas en la oficina.
Con un suspiro de duda, Thailor se sentó frente al espejo y comenzó un proceso que le resultaba casi ajeno: arreglarse. Abrió su laptop y puso el tutorial de maquillaje que había estado viendo la noche anterior, recordando los consejos que podrían realzar su apariencia sin ser demasiado obvio.
Aunque no era algo que solía hacer a diario, confiaba en su capacidad para lograr un look adecuado. Paso a paso, siguiendo las indicaciones del video, aplicó una base ligera que igualaba el tono de su piel sin dejarla demasiado cargada. Luego, con un toque sutil, delineó sus ojos con precisión, lo justo para destacar su mirada sin exageraciones. Finalmente, eligió un bálsamo labial con un brillo suave, suficiente para aportar frescura y naturalidad.
Su rostro, de por sí delicado y atractivo, ahora tenía un aire refinado pero discreto. La inseguridad que lo había acompañado al despertar comenzaba a disiparse mientras veía el resultado final.
Cuando Thailor observó su reflejo, quedó sorprendido por la transformación. No solo había modificado su apariencia externa, sino que también sintió cómo una nueva confianza comenzaba a surgir dentro de él. Al acomodar su cabello con un estilo más masculino y pulcro, se dio cuenta de que ya no era el Thailor de antes; ahora se veía como alguien más seguro, más decidido.
Una vez listo, se dirigió a la cocina para desayunar rápidamente antes de partir hacia la empresa. Sabía que debía reunir todo su valor para lo que estaba por venir: asumir su papel como la pareja oficial de Dimitrei Uvarov.
Con el corazón latiendo con fuerza, Thailor caminó hacia la empresa. A pesar de los nervios, sus pasos eran firmes. Podía sentir las miradas curiosas de la gente a su alrededor, intrigadas por su cambio de apariencia.
Sin embargo, Thailor decidió no prestarles atención y actuar con normalidad. Todo esto lo estaba haciendo por Dimitrei, no para impresionar a los demás.
Al entrar en el lobby de la empresa, las reacciones de sus compañeros no tardaron en llegar. Algunos parecían sorprendidos, otros impresionados, y unos cuantos dejaban entrever una sutil envidia en sus expresiones.
Thailor trató de mantenerse calmado, aunque su corazón seguía latiendo con fuerza. Caminó con seguridad hacia el ascensor, dejando que su recién descubierta confianza lo guiara.
Justo cuando estaba por entrar al ascensor, escuchó que alguien lo llamaba. —¡Señor Thailor!
Thailor se detuvo, reconociendo la voz del asistente de Dimitrei, Tony. Al girarse, notó a Dimitrei cerca de él, observándolo con atención.
Sin embargo, Dimitrei levantó una mano, indicándole que no avanzara hacia él. Sería él quien se acercaría.
Thailor permaneció inmóvil, consciente de que la escena estaba siendo observada por todos los empleados que llenaban el lobby esa mañana.
—Me gusta tu nueva imagen —comentó Dimitrei con una sonrisa apenas perceptible. Si Thailor no hubiera estado atento, quizás ni siquiera habría notado ese pequeño gesto en los labios de Dimitrei.
—Gracias —respondió Thailor con una sonrisa educada, sintiéndose aliviado por la aprobación de Dimitrei.
—Vamos. —Dimitrei extendió su mano, esperando.
Thailor lo miró, dudando un instante antes de reaccionar.
—¿No vas a tomar la mano de tu pareja? —preguntó Dimitrei, su tono firme y autoritario.
—S-sí, lo siento —respondió Thailor, tomando la mano de Dimitrei con cierto nerviosismo.
Dimitrei apretó su mano con firmeza y lo condujo hacia un ascensor diferente al que usaban los empleados. La escena rápidamente se convirtió en el tema de conversación entre todos en la empresa.
Muchos comenzaron a preguntarse cómo Thailor y Dimitrei habían llegado a estar juntos, especialmente considerando que Dimitrei acababa de regresar de Rusia. Algunos especulaban que, en realidad, Thailor había sido pareja de Dimitrei desde hace tiempo, lo que explicaría su ascenso meteórico en la empresa.
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