Liz, una joven de 22 años, quedó embarazada muy pronto y fue expulsada de su casa por sus padres, viéndose obligada a vivir con el padre de su hijo en la comunidad de La Chapa.
Tras el nacimiento de su hijo, empezó a sufrir todo tipo de abusos y humillaciones por parte de su marido.
Hasta que, inesperadamente, será salvada por quien menos imagina y vivirá una historia de amor llena de pasión, altibajos y mucha emoción.
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Capítulo 24
COBRA
La reunión entre yo, mi padre, Derel, Zóio y DK fue bastante larga, pero productiva.
— Gael, págale la deuda del fallecido. Haz esa propuesta y paga el doble si es necesario. Si no acepta, ya sabemos que quiere guerra, entonces no tendremos otra opción que luchar. Mi padre habló con firmeza.
— Refuerza la contención y ya deja a todos los soldados sobre aviso. Mejor que se queden aquí en casa, es más seguro para Liz y Dedé.
Fui a la boca con Zóio. DK se quedará en casa de mi padre en la seguridad.
Tomé el celular e inicié una llamada para Terror.
📱
— Vaya, vaya, ¿a qué se debe el desplacer de su llamada tan temprano?
— Quiero saber el valor de la deuda del difunto, voy a hacer el pago.
— Hahahahah, ¿para qué voy a querer dinero si puedo tener a esa putita en mi cama y después poder ver a mi querido sub comodín matarla a ella y a ese mocoso bien despacito?
— Respeta a mi mujer, pedazo de mierda.
— Mira Terror, estoy intentando resolverlo bien contigo.
— Mi sub quiere verla muerta y yo la quiero gimiendo. No hay negocio.
OFF
— ¿Y ahora jefe?
— Dos opciones: o esperamos a que invadan, o nosotros invadimos primero.
— Vamos a invadir, a pillar a esos hijos de puta por sorpresa, quiero la cabeza de los dos en mi mesa.
Llama a todos nuestros soldados, vamos a invadir esta madrugada.
— Zóio comenzó a llamar a todos los vapores por la radio, menos a los de la contención, claro.
En pocos minutos estaban todos reunidos en mi sala, y mi padre y DK participaron por videollamada, pues están en la seguridad de la familia.
— Vamos a invadir el cerro del arroyo hoy, no tenemos tiempo que perder, vamos a adelantarnos y llegar de sorpresa hoy de madrugada.
Sé que nuestro grupo es mayor y nuestro armamento más potente y ustedes están más preparados, ellos no tienen cómo cambiarnos.
— ¿Alguna duda?
Todos respondieron que no.
Saldremos a la una de la mañana. Y una observación. Quiero la cabeza de Terror y de su sub en mi mesa. Es hoy que ese hijo de puta va a pagar por lo que habló de mi mujer.
Volví a casa de mi padre y ya vi la mirada tensa de Liz y de mi madre.
Mi padre vino hasta mí.
— Yo voy contigo Gael.
— No señor, necesita quedarse aquí haciendo la seguridad de nuestra familia. Padre, va a ser que hay un traidor, no se puede confiar, usted necesita quedarse.
Liz vino hasta mí con los ojos llenos de lágrimas.
— Gael, quiero hablar contigo.
Fuimos hasta una habitación de huéspedes.
— Amor, voy a entregarme a él. Prometes que cuidas de mi hijo. Habló entre sollozos.
— Amor, ¿estás loca? Jamás. ¿Qué idea es esa? Si yo me entrego, no necesitas arriesgarte a una invasión y mi hijo está seguro. Por favor, Gael.
— DEJA DE DECIR TONTERÍAS LIZ. ¿QUÉ TIPO DE HOMBRE CREES QUE SOY? ¿UN COBARDE?
Hablé a gritos haciendo que Liz llorara aún más.
— No amor, pero no me voy a perdonar si algo te pasa. Si tú mueres, yo muero contigo. Te amo tanto.
— Tranquila, todo saldrá bien. Confía en mí.