¡Ella O Yo, Tienes Qué Decidir!

Amor, hay que hacer algo para que Axel deje definitivamente a esa pordiosera.

Tengo una idea, tú no te preocupes por eso, Lorenzo ya tenía resuelto eso.

Así que cuando Grettel fue a visitar a Axel, Lorenzo la recibió de muy buena manera.

Pasa, Axel te está esperando.

Grettel se puso a la defensiva.

¿Es verdad eso?

Sí, quiero pedirte perdón por todo lo que te he hecho sufrir. Sé que Axel te ama, y quiero que sean felices.

Gracias, don Lorenzo, nosotros nos amamos.

Eso lo sé, yo los voy a apoyar para que logren su sueño.

Axel salió de su cuarto y vio a Grettel platicando con su padre.

¿Es verdad lo que ven mis ojos? ¿Mi padre y mi novia platicando?

Claro hijo, estamos limando asperezas.

Gracias, papá. No sabes lo feliz que me haces.

Yo solo quiero que seas feliz.

Lo seré, eso tenlo por seguro, papá. Y ahora voy a salir con Grettel.

Rafael, ya se había graduado de abogado, al igual que Ulises.

Y Axel era todo un dibujante. Aunque su padre no estaba de acuerdo con eso. Pero a él le gustaba mucho su profesión.

A lo largo de los años, había guardado muchos dibujos, por temor que no fueran del agrado de la gente.

Grettel siempre le decía que sus dibujos eran muy buenos.

Ese día estaban sentados en su banca favorita...

Grettel, tengo que decirte algo... Va a venir mi prima de Estados Unidos, y mi madre le dará posada en mi casa. Te lo digo porque no quiero ocultarte nada.

Gracias, Axel, por confiar en mí.

Más tarde, Axel fue a dejar a Grettel a su casa.

Mañana volveré.

Está bien, mañana nos vemos, te amo.

Y yo a ti.

Un beso selló la despedida.

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Al día siguiente...

¡Rocío, qué gusto me da verte!, ¿y tus padres?

Ellos vendrán después, yo me adelanté.

Bueno, pues aquí tienes tu casa, puedes quedarte el tiempo que quieras.

¿Y Axel, sigue soltero?

Completamente, dijo Josefina.

Eso me da gusto...

A mí más, no sabes lo que me gustaría que tú y Axel se llegaran a entender.

¿De verdad, Josefina?

Por supuesto, siempre he deseado que tú fueras mi nuera.

Bueno, le diré a Olivia que te lleve a tu habitación.

Gracias, tía, con permiso.

Al rato te hablo para que vengas a comer.

Sí, tía, gracias.

Olivia llegó con las maletas de Rocío.

La dejó instalada en su cuarto y salió.

Rocío se recostó en la cama. "Creo que será muy fácil ganarme a Axel, tenemos mucho tiempo que no nos vemos".

Pero ese día Axel y Rocío no pudieron verse, Axel tuvo un compromiso de última hora y salió temprano de su casa.

A la hora de la comida, estaban todos reunidos, menos Axel, por supuesto.

Josefina estaba muy molesta por la descortesía de Axel hacia su prima.

Discúlpame, hija, no sé qué le pasa a Axel, se fue sin despedirse.

No te preocupes, tía, ya habrá tiempo para hablar con él.

Por ahora quiero ir de compras, visitar a mis amigas.

Me parece bien.

Rafael ya con 22 años le dijo: Si quieres yo te puedo llevar a donde gustes.

No, gracias, prefiero ir sola.

Como quieras, me voy, madre, tengo muchas cosas qué hacer.

Cuídate, hijo.

Rafael se fue a su escuela, todavía no terminaba sus estudios, pero iba muy bien con su carrera.

Pronto habría un abogado más en la familia.

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El abogado Clemente le llevó una noticia a Adrián Chávez.

Le tengo una buena noticia, bueno, dos.

Un familiar lejano lo nombró heredero universal de todos sus bienes, que ascienden a muchos millones de dólares.

¡Oh, pero qué buena noticia!, ¿y cuál es la otra?

Muy pronto saldrá libre de aquí.

Se ha demostrado su inocencia, por fin dejará este horrible lugar.

¡Oh!, ¡Pero eso es maravilloso!

Solo que tendrá que esperar mínimo tres semanas, en lo que arreglo los papeles.

Muchas gracias, esperaré, no se preocupe.

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Lorenzo fue a ver a Grettel...

Te advierto, que si no te apartas de mi hijo te va a ir mal.

Pero señor, ¿no dijo usted que nos iba a apoyar?

Pues fíjate que ya no, no me da la gana que andes con Axel.

El hombre se fue con aires de grandeza.

Grettel se quedó llorando, por las palabras de Lorenzo.

Ulises, que había dejado de estudiar por falta de dinero, vio llorar a Grettel...

¿Quién te hizo llorar de esta forma?

Vino el padre de Axel a insultarme. Y me dijo que me alejara de él.

Grettel, si alguna vez, terminas con Axel, quiero que sepas que yo te amo. Y haría lo que fuera por verte feliz.

Ulises, ¿tú?

Sí, no te lo quería decir para no hacerte sentir mal.

Ulises, tú bien sabes que mi único amor es Axel, jamás me fijaré en otro hombre.

Lo sé, pero quería que lo supieras. Dejemos eso por la paz, ahora voy a ir a hablar con ese señor, ¿pues qué se habrá creído?

Por favor, Ulises, no vayas, no tiene importancia.

Lo siento, Grettel, pero esto no se puede quedar así, en este momento voy y le canto sus verdades.

Ulises, no vayas.

Pero Ulises no le hizo caso y al poco tiempo ya estaba en la oficina de Lorenzo.

Que pase, por favor.

Vaya, vaya, miren quien vino a visitarme.

No vine de visita, contestó Ulises. Vengo a decirle que deje en paz a Grettel, ella es una muchacha muy buena que no merece que la traten mal y menos usted que se las da de gran empresario, cuando en realidad no es nadie.

No me hables así, muchacho malcriado.

Yo le hablo como me dé la gana. Le advierto que si vuelve a molestar a Grettel se las verá conmigo.

Pues qué suerte tiene esa desarrapada, ¿pues cuántos novios tiene?, ¿qué les da para tenerlos contentos a todos?

Ulises no se pudo contener y le dio un golpe a la cara.

Lorenzo empezó a gritar, los de seguridad llegaron al oír los gritos de Lorenzo.

¿Qué pasa, señor?

Este hombre me quiso matar, llévenselo a los separos. Y ojalá y lo refundan en la cárcel de por vida.

Suéltenme, yo no hice nada, este hombre miente.

Es tu palabra contra la mía, no lo dudes.

A Ulises se lo llevaron, Lorenzo iba a hacer todo lo posible porque se quedara mucho tiempo en la cárcel, por intento de asesinato.