Como un hombre responsable, Abas decidió casarse con su novia, quien quedó embarazada antes del matrimonio. Se unieron siendo jóvenes y tuvieron que abandonar la escuela. Lamentablemente, la familia de su esposa nunca aceptó a Abas como yerno. Puede decirse que nunca fue tratado con respeto, siendo constantemente humillado y menospreciado.
Hasta que, un día, influenciada por su propia familia, Tari tuvo el coraje de traicionar a Abas e incluso abandonar a su propio hijo.
Abas fue dejado solo y tuvo que cuidar de su hijo por sí mismo. A pesar de todo, no se rindió. Confiando en sus habilidades manuales, tanto para cortar cabello como para dar masajes, Abas siempre soñó con tener un negocio exitoso de peluquería y masajes terapéuticos. Durante su camino hacia el éxito, muchas mujeres entraron y salieron de su vida. Para su sorpresa, incluso su exesposa volvió a mostrar interés en él.
¿Cómo será la lucha de Abas tras ser abandonado por su esposa y sus suegros? ¿Logrará construir el negocio exitoso con el que siempre soñó?
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Capítulo 8
Después de que Denis saliera, Abas regresó con Tari. Tenía una expresión de ira en el rostro.
"Ah, sí. Te presento a Ferry. Es el gerente de un hotel de cinco estrellas", dijo Tari mientras tomaba del brazo a su amante sin vergüenza alguna.
Abas esbozó una sonrisa sarcástica. "No puedo creer que estés haciendo esto. Algo debe haberte envenenado la mente. No eres la misma Tari que conocí. Si realmente quieres el divorcio, ¡está bien! Hagámoslo. ¡Pero recuerda: nunca te arrepientas! ¡Porque después de esto, estoy seguro de que Denis nunca más querrá verte!", respondió largamente.
"Casarme contigo fue la única cosa de la que me he arrepentido en la vida", respondió Tari.
Abas no dijo nada más. Se dirigió al armario.
"Sí. Toma tus cosas antes de irte", dijo Tari. Ella y Ferry rieron juntos.
Abas sacó toda su ropa del armario. Luego la metió en la maleta.
Mientras tanto, Tari y Ferry seguían en la habitación, observando a Abas de vez en cuando. Ni siquiera se avergonzaban de ser cariñosos el uno con el otro.
Abas sintió cómo crecía la ira en su interior. Pensó en descargar su ira en algo.
Después de tomar su ropa, Abas cogió un vaso de la mesita de noche. Luego entró en el baño. Cogió un poco de agua del inodoro con el vaso que había traído.
Al salir del baño, Abas fue directo hacia Tari y Ferry, que estaban sentados juntos en la cama. Entonces, Abas les tiró el agua del inodoro que había cogido a Tari y Ferry.
"¡Maldita sea! ¡¿Qué estás haciendo?!", gritó Tari furiosa.
"¡Uf! ¡Esta agua huele fatal!", se quejó Ferry.
"¡Claro que huele mal! ¡Es agua del inodoro! ¡Porque vosotros dos estáis al mismo nivel que la mierda!", respondió Abas. Entonces salió inmediatamente con su maleta.
"¡Idiota! ¡Esto es asqueroso!", gritó Tari, a quien le daba asco el agua que Abas le había tirado.
Abas entró en la habitación de Denis. Allí, cogió las pertenencias de su único hijo.
Sin embargo, al hacerlo, el brazo de Abas chocó accidentalmente con el cuaderno de dibujo de Denis. El libro se abrió de golpe.
Fue entonces cuando Abas vio un dibujo sospechoso. Vio a Denis dibujando a su suegra regañándole. También había algunas quejas de Denis escritas como un cómic.
'La abuela me ha pegado varias veces cuando me he negado a hacer lo que me decía. Me dolía mucho. Quería que papá lo supiera. Pero la abuela me dijo que me haría sufrir aún más'. Esa frase aumentó la ira de Abas. Ahora su ira no era sólo hacia Tari.
Todos los hechos que Abas había descubierto hoy le convencieron de que tenía que salir de casa de su suegra inmediatamente.
Sin pensarlo dos veces, Abas bajó a buscar a Denis.
"¿Por qué llevas una maleta tan grande, papá? ¿Vamos a ir a alguna parte?", preguntó Denis con sus ojos inocentes.
"Sí. Vamos a vivir a una casa nueva, sólo nosotros dos", respondió Abas.
"¿Todo esto es porque tú y mamá habéis discutido?", preguntó Denis.
"Ya has visto lo que ha pasado. No puedo negarlo. ¿Te importa mudarte de aquí?", respondió Abas.
Inesperadamente, Denis se echó a llorar. Entonces abrazó a Abas con fuerza.
"Vámonos de aquí, papá. No puedo más. Tengo madre, pero parece que no tengo ninguna...", sollozó Denis.
Abas no esperaba que Denis dijera eso. Estaba seguro de que ese deseo debía tener algo que ver con Tania.
En ese momento, llegaron sus suegros. Tania fue la primera en bajar del coche. Sonrió y dijo: "¿Entonces? ¿Ya has visto el espectáculo?".
