EN BUSCA DE LA FELICIDAD

A la mañana siguiente me desperté y me dolía la cabeza, me pasé de copas por primera vez en mi vida, no me puedo quejar, fue increíble y disfruté mucho de la fiesta, pero tomé demasiado nunca antes lo había hecho y con tanto dolor de cabeza juro no volver a hacerlo, me levanté como pude y entro al baño, la ducha fría me ayudaría con tanto dolor de cabeza, abrí la llave y dejé que el agua me cayera encima, estaba bien fría para que me ayudara a bajar la cruda, voy saliendo de la ducha cuando escuché mi teléfono sonar, miro a mi alrededor eran más de las 9:00 h de la mañana debía ser mi hija, desde anoche no hablo con ella y había olvidado por completo llamar, tome el teléfono y efectivamente es el número de doña Ramona.

- Hola, como amanecieron.

- Bien y tu hija, tienes la voz o ronca, estás bien.

- Sí, si estoy bien, solo que me acabo de despertar, cómo está mi niña.

- Muy bien, feliz jugando en el jardín, solo llamaba para felicitarte te vimos en la televisión.

- De qué habla.

- Esta mañana en las noticias presentaron una parte de la fiesta de premiación de tu empresa y salieron varias fotos tuyas recibiendo el premio.

- Guau, no sabía que eso lo habían sacado en la televisión, si había varias cámaras grabando todo, pero pensé que era por el evento de aniversario y el jefe quería guardar las imágenes.

- Parece que no, en este momento eres noticia nacional, todos tevimos recibiendo el premio del CEO más importante del país eres increíble te felicito por tú éxito.

- Gracias, también fue una sorpresa para mí, ese dinero me servirá mucho para el futuro de mi hija creo que podré pagarle la Universidad a mi niña sin ningún problema.

Después de hablar con Ramona intento despertar a Amanda para alistarnos ya que en unas horas tenemos que estar en el aeropuerto y debemos empacar, más tarde ya estamos viajando de regreso cansados, pero felices pues fue el mejor fin de semana que he tenido en mucho tiempo. Llegué al aeropuerto y tomé un taxi directo para la pensión de Ramona, ahí estaba mi hija esperándome en la puerta y me recibió con un cálido abrazo.

- Cómo estás mi hermosa Estrella mami te extraño mucho.

- Yo también te extrañé mamá, me la pasé muy bien y aquí en casa de la abuela Ramona medio muchos dulces y jugué con mis amiguitos, mamá ellos dicen que eres famosa, es cierto te vimos en la tele.

- No hija, no soy famosa, solo que el trabajo de mami salió también que le dieron un premio.

- Me muestras tu premio.

- Sí te lo muestro, pero en la casa, porque lo tengo en la maleta ahora despídete de la abuela que es tarde y tenemos que ir a casa, recuerda que mañana tienes escuela.

Volví al trabajo el lunes como de costumbre y me recibieron con globos y serpentinas, fue muy agradable recibir el cariño de todos.

- No se hubieran molestado, solo hago bien mi trabajo, digo recibiendo sus regalos.

- No diga eso jefa, gracias a usted tenemos muy buenos bonos este mes, me dice Carlos uno de los cajeros.

Compartimos un pastel que ellos prepararon y cada uno volvió a sus puestos, debíamos atender a todos., Una semana paso y las ventas aumentaron considerablemente, tal parece que mi aparición en televisión nacional ayudo mucho, muchos vinieron por las promociones y a conocer a la gerente más hermosa, me rio al recodar como un par de chicos llegaron solo a comprar para pedirme una foto.

Era viernes por la tarde y estaba al teléfono en una llamada con Amanda, esta insistía que la acompañara a una boda el domingo, no suelo salir a fiestas, trate de explicarle, pero insistió tanto que termine diciendo que lo pensaría, según ella tampoco le gustaban las bodas, pero esta era de un primo suyo y no pudo negarse, pues su madre vivía en provincia y tampoco podía venir.

Recogía mis cosas para ir a casa cuando me informan que alguien me buscaba, le pedí a juanita mi secretaria que dijera que ya me había ido, no quería atender a uno de esos nuevos fans que ahora tenia y menos lidiar con algún tipo que quiera invitarme a salir, pues se volvió costumbre de los nuevos clientes inventar cualquier excusa para verme, solo para invitarme a salir.

- Lo siento Laia, pero la mujer se niega irse, dice ser tu madre.

Eso me impacto, hace años que no sé nada de mi familia, porque ahora aparece aquí pidiendo verme, trato de calmar mis emociones, respiro un poco y le pido que la haga entrar, se lo que sea que quiera mi madre lo voy a enfrentar, que puede ser lo peor que me puede pasar.

- Buenas noches, hija, gracias por recibirme, prometo no quitarte mucho tiempo.

- Si te soy sincera me sorprendió mucho que vinieras, la última vez que nos vimos me dijiste que ya no tenía familia, no entiendo el motivo de tu visita, le digo poniendo un café frente a ella.

- Gracias, desde ese día no volví a dormir tranquila, se que me pase contigo y no sabes lo arrepentida que estoy, tu padre se fue de la casa y me pidió el divorcio, se que te busco sin éxito.

Eso no lo sabía, desde que deje la casa me olvide de todos incluyendo a mi padre pues el nunca me defendido cuando mi madre quería imponer sus preferencias.

- Pero según tú, mi padre estaba de acuerdo contigo, recuerdo que me dijiste que ambos me odiaban, porque me mentiste.

- Hija lo siento, tu padre siempre me critico por mi comportamiento contigo, pero no se metía tratando de que lo solucionáramos entre nosotras, sabes que él no era muy afectuoso con ustedes, pero las ama y lo demostró buscándote.

- Dime que quieres Dolores.

- No me llames así hija, soy tu madre.

- Madre, no me hagas reir, una madre acepta a sus hijos sin importar sus preferencias y confía en ellos, tu no me creíste cuando te dije lo que me paso, no me pidas que te llame madre.

Es absurdo lo que me pide, como pretende que ahora borre todo el sufrimiento que me hizo pasar por no aceptar mis preferencias, solo porque vino a pedirme perdón.

- Entiendo tu postura, sé que me equivoqué, mi padre antes de morir me confesó que fue cierto lo que me dijiste, no sabes lo que sentí al saber que no confié en ti.

- Que bien que al fin descubriste la verdad, si quieres mi perdón lo tienes, ahora vete, debo irme, mi hija me espera.

Su cara se ilumino al escuchar mis palabras y creo que cometí un error al decirle que tenía una hija.

- Te casaste, ahora soy abuela, me dejarías conocerla, dios cambiaste tus preferencias.

- Respira y cálmate, siento desilusionarte, pero no cambie mis preferencias sexuales, tampoco estoy casada y no, no pienso dejarte conocer a mi hija, te lo repito vete, ya no deseo hablar contigo.

- Está bien, me voy si decides cambiar de opinión tus hermanas y yo seriamos felices si nos dejas estar de nuevo en tu vida, me gustó mucho verte.

La vi salir muy triste, pero no pienso dar mi brazo a torcer, ella es mi madre si, pero me lastimo tanto que no sé si podre algún día perdonar realmente y menos si podre dejarla entrar de nuevo a mi vida, ahora me preocupa el alcance que tuvo a ver salido en televisión, solo espero que no me traiga más problemas, me alegra saber que mi padre me busco y mucho más que mis hermanas desean verme, yo también las extraño a pesar de las peleas con mi mis hermanas mayores, siempre me cuidaron y trataron de apoyarme, lamento a verme alejado de ellas, pero si seguíamos en contacto mi madre daría conmigo y eso no lo podía permitir.