Almas Rebeldes: La Cazadora Y El Mago.

(Punto de vista de Tae)

Solos...

Aarón es cariñoso pero ahora esta calmado, en silencio sin hablar desde que se fue Alma.

¿Alma tiene algo que ver?

¿Es posible que este nervioso al igual que yo? No lo creo él es siempre tan sincero y sin miedo a nada como cuando me abrazó frente a Alma o cuando confesó sus sentimientos frente a mis padres... O cuando... Se volvió salvaje en la noche.

Solo de pensar en eso mis mejillas se vuelven rojas como un tomate, siempre me pasan estas cosas.

¿Debería dar yo el primer paso?

Pero no tengo nada que decir.

Lo observo tímidamente cada cierto tiempo, este silencio incómodo parece atormentarle, él se fija en todos lados y mueve sus piernas mientras nos encontramos sentados.

Está nervioso, eso es inusual no conocía esta linda faceta de él.

Debo decir algo... ¿Pero qué?

—¿Te gusta Alma?—.

...

¿Alguien me explica por que demonios pregunté eso? ¡Que torpe soy!

Ahora si que lo hiciste Tae mejoraste el ambiente incómodo a uno más incómodo.

—Ella... Es linda—. Responde con sinceridad.

No me gusta, su sinceridad me molesta prefiero que me mientas ahora me siento insegura y es tu culpa... Pero es cierto ella es linda es algo que no puedo negar.

Además también es la hija del jefe y es inteligente... Y fuerte.

Esto me desanimado mucho.

Mi padre Kim es un cazador prodigio según mi madre pero mi tío Als es el jefe y Alma mi prima es la siguiente en la lista.

No me gusta pensar mucho en el árbol genealógico pero ¿Esto no me hace a mi importante? Soy pariente después de todo.

—Me gustas Tae—. Dice Aarón.

¿Eh? ¿A qué viene eso? Ya lo haz dicho antes.

—¿Y qué te parece Alma? ¿Es más linda que yo?—. Le pregunto seriamente.

Lo sé no debo pero mi curiosidad es más fuerte que yo.

—¿Eh? Tae es más linda—. Responde casi de inmediato.

Mentiroso, humano mentiroso.

Comienza a manejar mejor el idioma y no han pasado muchos días desde que comenzó a aprenderlo, eso es impresionante.

—Pero Alma también es linda—. Continúa diciendo.

—Tonto tonto—. Mientras le doy golpecitos en su pecho.

Eso está mal, si quiero que seas sincero pero eso es mucho no quería saber eso torpe torpe, me gustó la primera parte de tu respuesta déjala así.

Que frustración.

Aarón se ve encantado y me regala otro abrazo al cual yo correspondo con algo de ira, pero se disipa casi enseguida al sentir su calor y olor masculino.

¿Cómo estará mi olor? ¿Huelo bien? Soy muy limpia y cuido siempre de mi olor es lo que más me importa de mi.

Y también lo que más me preocupa.

Él es tan cariñoso, tal vez demasiado.

Sin darme cuenta una sonrisa estaba presente en mi delatando mi felicidad.

—Yo... Quiero disculparme—. Le murmuro.

—Yo también—.

—¿Eh? ¿Hiciste algo malo?—. Pregunto confundida.

—Si, hice—. Una respuesta algo culpable.

No te perdonaré si me dices que le hiciste algo a Alma... No no no eso es imposible.

Solo lo escucharé con atención y lo resolveremos.

—Yo... Lo siento—.

—¿Por qué lo sientes?—. Le pregunto terminando el abrazo.

—Por eso—.

—¿Eso?—.

No estoy entendiendo a que se refiere, piensa piensa ¿Qué es lo que le haría sentir culpable? Él no hizo nada malo... Nada que yo no sepa.

Pero me dijo "eso" así que dejo saberlo...

Que complicado.

¿Le digo "Te perdono"? Sin saber lo que es no tiene sentido, tal vez no sepa decirlo.

Su cara lo dice todo no sabe como decírmelo parece buscar las palabras adecuadas sin éxito.

—Eso...— Repite nuevamente. —en la noche, como tus padres—.

Oh... Vaya ahora sí entiendo a lo que se refiere.

Otra vez siento el calor de mis mejillas sonrojadas últimamente me sucede muy seguido.

—No, esta bien... Me gustó—.

¡Fuego!

No puedo describirlo de otra forma, mis mejillas al soltar esa línea arden en llamas quiero que la tierra me trague.

¿Qué me pasa hoy? ¿Por qué estoy tan torpe?

No quiero que él crea que soy una pervertida o algo por el estilo eso sería desastroso para mi.

Él es el pervertido no yo, atacarme en la noche sin mi permiso y con mis padres cerca.

De pronto caigo al suelo por una fuerza en mis hombros lo cual me sorprende y me hace preguntarme ¿Qué sucedió?

Tan pronto detengo mis pensamientos y vuelvo a la realidad unos ojos pardos me observan fijamente, una mirada profunda y con decisión.

Otra vez está atacándome por sorpresa.

—N-No no lo hagas—. Murmuro tímidamente.

—Quiero... Por favor—. Responde casi en voz baja.

¿Qué pasa contigo? ¿Todos los humanos son así de lascivos?

No tengo fuerzas otra negarme tan pronto estaba en el suelo ya era suya, no puedo ni quiero defenderme.

Cierro mis ojos tímidamente esperando que pase lo que tenga que pasar.

—¿Qué están haciendo?—. Una voz femenina muy conocida se escucha a mi lado.

Es Alma... En el peor momento.

Creí se había ido pero volvió nuevamente a este lugar.

—¡NO MIRES!—. Aparto a Aarón como puedo para liberarme y tapo mi enrojecida cara.

Me acaban de atrapar con las manos en la maza no tengo nada que decir que mala suerte.

—¡F-Fue él me atacó sin permiso!—. Exclamo víctima de mis nervios.

—¿Eh?—. Expresa Aarón.

Diablos, si entendió lo que dije.

—¿Permiso? Yo vi como consentías—. Responde.

—N-No lo hice—.

—Te vi—.

Ya no me acuses de nada más por favor.

Qué vergüenza pensar que ella me viera en esa posición tan vergonzosa nunca se me hubiese cruzado por la cabeza.

No puedo hacer mas que tapar mi rostro con mis manos y sentir su calor, su ardor.

—Bueno, mientras tu te convertías en una pervertida yo hice algo que ayudará a Aarón—. Dice con algo de orgullo aunque lo intenta todo para ocultarlo.

Ambos nos preguntamos que sería Aarón también expresa su curiosidad ante las palabras de Alma.

—Puede volver a la aldea, ya no tendrá por que estar en este lugar—. Expresa ella.

Eso es muy bueno, podré verlo seguido sin tener que esconderme de Kim... Espera un momento...

—Él de ahora en adelante vivirá en mi casa—. Finaliza colocando su mano en su pecho.

¿En su casa? Eso no está bien para nada.