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Una Sirena Para El Ceo Y Sus Hijas Gemelas

Una Sirena Para El Ceo Y Sus Hijas Gemelas

Status: En proceso
Genre:CEO / Amor prohibido / La Vida Después del Adiós / Reencuentro / Sirena
Popularitas:9k
Nilai: 5
nombre de autor: Mckasse

En la mágica isla de Santorini, Dylan Fletcher y su esposa Helena sufren un trágico accidente al caer su automóvil al mar, dejando a Dylan ciego y con las gemelas de un año, Marina y Meredith, huérfanas de madre. La joven sirena Bellerose, que había presenciado el accidente, logra salvar a las niñas y a Dylan, pero al regresar por Helena, esta se ahoga.

Diez años después, las gemelas, al ver a su padre consumido por la tristeza, piden un deseo en su décimo cumpleaños: una madre dulce para ellas y una esposa digna para su padre. Como resultado de su deseo, Bellerose se convierte en humana, adquiriendo piernas y perdiendo su capacidad de respirar bajo el agua. Encontrada por una pareja de pescadores, se integra en la comunidad de Santorini sin recordar su vida anterior.

Con el tiempo, Bellerose, Dylan y sus hijas gemelas se cruzarán de nuevo, dando paso a una historia de amor, segundas oportunidades y la magia de los deseos cumplidos.

NovelToon tiene autorización de Mckasse para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Una nueva sensación

Bellerose avanzaba por el sendero que la alejaba del jardín secreto, donde momentos atrás había compartido un instante inesperado con Dylan. Sus pasos, que deberían ser firmes y decididos, ahora se tornaban inciertos, como si una extraña debilidad se hubiera apoderado de ella. Aunque fue breve, aquel encuentro dejó un eco vibrante en su corazón, algo que no podía ignorar. Sentía una necesidad inexplicable de quedarse más tiempo, como si aquel rincón oculto y la compañía de Dylan le ofrecieran algo que jamás había experimentado.

Al alejarse, las gemelas, Meredith y Marina, quienes habían permanecido en silencio tras la partida de Bellerose, se acercaron a su padre. La chispa en sus miradas las delataba; todavía estaban emocionadas por lo que acababan de presenciar. Aunque no comprendían completamente la intensidad de lo ocurrido, sabían que querían ver a Bellerose nuevamente junto a su padre y a su padre verlo sonreír otra vez. En sus corazones, estaban convencidas de que aquella mujer misteriosa era la respuesta a un anhelo que ni siquiera sabían cómo expresar.

—Papá, ¿te gustó la sorpresa? —preguntó Marina con un tono juguetón y travieso.

Dylan sonrió, intuyendo que sus hijas estaban tramando algo, aunque no alcanzaba a comprender exactamente qué. La presencia de Bellerose había sido como una bocanada de aire fresco en su vida, un rayo de luz inesperado. Sabía que las niñas habían orquestado el encuentro, y ahora parecían estar completamente encantadas por el resultado.

—Me gustó mucho —respondió él, manteniendo el tono ligero—. Pero aún no entiendo cómo es que apareció esa vecina tan misteriosa ¿De donde la conocen?

Meredith y Marina intercambiaron una mirada cómplice, conscientes de que debían ser cuidadosas con sus palabras. No querían mentirle a su padre, pero tampoco podían revelarle el secreto completo de Bellerose. Meredith, siempre la más dulce, se adelantó.

—Solo queríamos que conocieras a alguien especial, papá —dijo con suavidad—. Pensamos que te agradaría tener su compañía. No podemos decirte aún como la conocemos.

—Sí, más delante te diremos, es muy amable, ¿verdad? —añadió Marina con entusiasmo, recordando el brillo en los ojos de su padre mientras hablaba con Bellerose.

—¿No es hija de alguna banda de sicarios o no está casada?

—No papá, nada de eso.

—Es una hermosa chica, educada, una excelente amiga, muy inteligente...—se detiene Marina, al darse cuenta que no le han preguntado exactamente cómo se llama su familia aunque en ese momento era irrelevante porque igual no podían contarle a su padre.

Dylan sintió una leve sospecha. Había algo en el tono de sus hijas, en la elección de sus palabras, que le indicaba que sus intenciones no eran tan inocentes como parecían. Sin embargo, se dejó llevar por el momento y decidió no indagar más. Con una sonrisa, inclinó la cabeza y aceptó su pequeña conspiración.

—Supongo que siempre encuentran maneras de sorprenderme, ¿no es así? —les dijo, y ambas rieron suavemente.

—No queremos verte triste.

—Puedes pensar en invitarla a una cita, quiero decir a salir todos, le haremos llegar tu invitación—comenta Meredith.

—Eso lo veremos, tengo la sensación que me quieren emparejar con ella.

Ambas gemelas no responden. Toman de la mano a su padre y salen del jardín secreto.

Esa noche, después de la fiesta de aniversario de sus abuelos y de que todos se retiraron a sus habitaciones, Meredith y Marina se aseguraron de dejar a Bellerose en la habitación para luego acurrucarse en la cama de su habitación una, frente a la otra, todavía llenas de emoción por el encuentro entre su padre y Bellerose. Aunque no tenían claro el significado de lo que habían visto, sentían que aquella mujer traía consigo una oportunidad para que su padre volviera a sonreír de verdad.

—¿Crees que papá sintió lo mismo que nosotras? —susurró Meredith, mirando el techo con los ojos llenos de ilusión.

—Creo que sí —respondió Marina, girándose hacia su hermana—. Lo vi sonreír como no lo hacía desde hace mucho tiempo. Tal vez... realmente le gustó estar con ella.

Ambas quedaron en silencio, soñando despiertas sobre las posibilidades. No sabían cómo, pero sentían que la vida de su padre podría cambiar con la presencia de Bellerose. Se miraron y asintieron con determinación. Estaban seguras de que su misión no había terminado.

Al día siguiente, Meredith y Marina decidieron encontrar la manera de invitar a Bellerose de nuevo. Esperaron con impaciencia a que su padre saliera temprano para cumplir con algunas diligencias, y entonces aprovecharon para escabullirse hasta la habitación secreta antes de irse a la escuela, Bellerose estaba dormida profundamente, se durmió muy tarde pensando en todo lo sucedido de la noche anterior. Al llegar, se acostaron a su lado y Bellerose al sentir la cama moverse abrió los ojos, contemplando el amanecer y a las dos niñas a su lado. La suave luz iluminaba su rostro y su cabello, creando una imagen casi mágica. Al verlas, Bellerose les sonrió con calidez, aunque en su mirada se percibía una ligera duda.

—Bellerose, buenos días —la saludó Meredith con una sonrisa radiante—. ¡Nos alegra que hayas despertado! Casi nos tenemos que ir pero queríamos preguntarte cómo te sientes.

Ella asintió, devolviéndoles la sonrisa.

—No podía dejar de pensar en ustedes —respondió suavemente—. Aunque… debo admitir que ayer fue un poco inesperado. No sé si fue buena idea conocer a su padre de esa forma. Estaba muy nerviosa, hizo muchas preguntas y no quería mentirle.

Marina, siempre la más osada, le tomó la mano con confianza.

—Papá estaba muy feliz de verte eso es loas importante, Bellerose. No tienes que preocuparte. Solo queremos que te acerques a él… creemos que podrías hacerlo feliz y tú necesitas a alguien que te cuide además de nosotras, pronto serás nuestra madre.

Bellerose las miró conmovida. No comprendía del todo lo que sentían, pero una parte de ella también se sentía extrañamente atraída hacia Dylan, como si él la llamara sin decir palabra, como si el destino mismo estuviera tejiendo un lazo entre ellos. Nada la haría más feliz que formar parte de una familia que no la juzgue ni le imponga a la fuerza, ahora se da cuenta que ahí es donde pertenece. Además siente que de esa forma pagaría su error de no actual más rápido ella siente que la madre de las gemelas murió por su lentitud.

—Gracias, pequeñas —dijo finalmente, acariciando las mejillas de ambas—. No sé cómo resultará todo esto, pero ustedes son muy importantes para mí. Y… su padre es un hombre realmente especial.

Las gemelas sonrieron, emocionadas, y se lanzaron a sus brazos. En sus mentes ya planeaban cómo hacer que su padre y Bellerose se vieran otra vez.

Más tarde, cuando regresaron de la escuela, pasaban la tarde con ella recogiendo flores y jugando en el bosque, Bellerose no dejaba de recordar la conversación que tuvo con Dylan en el jardín. Había algo en él, en la forma en que la escuchaba y en su presencia tranquila, que le hacía sentir en casa por primera vez desde que había llegado a ese lugar.

Sin embargo, una parte de ella se resistía. Se pasó todo el día dándole vueltas al asunto con más profundidad ¿Qué sentido tenía involucrarse en una vida que no era suya, en una familia a la que apenas había conocido? Las dudas la asaltaban, pero al mismo tiempo, no podía ignorar el suave latido en su pecho que parecía llamarla hacia él, como una brisa de verano que invita a cerrar los ojos y dejarse llevar.

Finalmente, Marina, quien siempre tenía ideas nuevas, interrumpió sus pensamientos.

—¿Volverías a ver a papá, Bellerose? —preguntó, sin rodeos—. Creo que le gustó mucho hablar contigo. Él sonreía sin parar y no negó el hecho de que le agradas.

Bellerose, sorprendida por la pregunta, se quedó en silencio un momento antes de responder.

—No sé si es lo correcto, pequeñas. Pero si él… si él quiere verme, quizá podría venir una vez más.

Las gemelas intercambiaron una mirada cómplice, sus ojos brillando de emoción. Sabían que había esperanza, que la puerta estaba abierta para un nuevo encuentro entre Bellerose y su padre, y estaban decididas a hacer lo necesario para que eso sucediera.

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Luz Gomez
otro capítulo
Luz Gomez
otro capitulo
Luz Gomez
que bno que escribieran toda la novela de una vez.es maluco tener que esperar quita las ganas de seguir leyendo
Brenda Valentina Ceballos Ferraz
Por favor quiero ver a la capítulo siguiente!!
Me encanta tu novela
😍💙
Dora Ramírez
Excelente
Mary Elena Araguache Marcano
soy fans de las novelas pero a esta le falta el final y me gustó mucho pero el final que paso
Mary Elena Araguache Marcano
soy fans de las novelas pero a esta le falta el final y me gustó mucho pero el final que paso
Mckasse Escritora: Enamorados del presidente escolar la eliminé de aquí la tengo en otra plataforma
Mckasse Escritora: actualizo todos los dias
total 2 replies
Minerva Hernandez
porque dejan a medias porque no las terminan después ya ni le siguen escribiendo 😔😔
Luz Gomez
muestren fotos
Luz Ameyal Sanchez
Es intersante pero se Corta al no ponerla completa, o suban más capítulos, que pasara con Dylan y bellarose
Mckasse Escritora: actualizo a diario
total 1 replies
Ana Gonzalez
exelente novela más capitulos 🙏
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