Nerea, luego de terminar con una relación por más de diez años, se ve en la obligación de buscar otro prometido antes de que su familia se entere que ya no se va a casar.
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Capítulo 20
El momento tan esperado había llegado, mis padres venian junto con mi hermana y su esposo. Al verlos corrí en su dirección y mi padre al verme abrio sus brazos y me lancé hacia él, pronto mamá y Laura se sumaron al abrazo. El esposo de Laura se quedó a unos pasos detrás de nosotros y luego acercándose a Dylan dijo
— Mateo, un gusto en conocerte, he escuchado mucho de ti.
Narrador omnisciente.
Dylan al oír el nombre del ex de Nerea sintió algo extraño y sin poder ocultar su desagrado saludo y extendiendo su mano, contestó.
— Un gusto, pero mi nombre es Dylan.
El esposos de Laura sonrió algo incómodo y pidiendo disculpas dijo.
— Lo siento, tal vez entendí mal.
— No, está bien, eso es algo que con Nerea debemos explicarles.
Pronto ambos quedaron en silencio y cuando Nerea terminó de saludar a su familia, todos dirigieron su mirada al hombre que la acompañaba.
Eliana fue la primera en acercarse y al ver lo buen mozo que era Dylan saludo diciendo.
— Ma che bell'uomo ( Pero qué hombre tan hermoso)— Sonrió y acercándose para darle dos besos agregó — Solo inglés ¿verdad?
Dylan sonrió por sus palabras y contestó.
—Parlo anche un po' italiano ( También hablo un poco de italiano)
Eliana también sonrió y volteando ver a su hija dijo.
— Ya me agrada.
Dylan no dijo nada más, hasta que el señor Santiago se acercó a él y dijo.
— Sé me hace conocido...
— Papá...
Antes de que Nerea pudiera terminar de hablar Dylan contestó.
— Dylan Montenegro Señor, es un placer por fin conocerlo.
Al decir aquello la mirada del señor Santiago se endureció y tanto Eliana como Laura, miraron a Nerea buscando una explicación.
Sintiendo la presión de todos Nerea camino hacia Dylan y tomando su mano agregó.
— Esto era de lo que teníamos que hablar. Pero porque mejor no vamos a casa.
El señor Santiago estaba por hablar, pero Eliana se adelantó y intercediendo por su hija contestó.
–Sí, vamos. Este no es lugar para hablar de esto, pero no creas que te estás salvando niña, tienes mucho que explicar.
Nerea...
Al ver los rostros furiosos de mis madres mi cuerpo temblaba y no podía mirarlos a la cara, me sentía como niña chiquita que estaba apuntó de ser regañada. Gracias a Dios que Dylan estaba conmigo y tomando el mando de la situación dijo.
— No se preocupe que así lo vamvamos a hacer.
Sin más salimos y al llegar a fuera Dylan pido un taxi para luego darle la dirección de nuestro edificio. Ese día habíamos decidió que el tiempo que se quedara mi familia lo hiciera en mi casa y yo me quedaría en el departamento de Dylan. Debíamos fingir estar feliz y ser una pareja verdadera, no podíamos permitir que mi familia notará algo extraño o todo nuestro plan se caería. Volvió a mirar en nuestra dirección y dijo.
— Muy bien, ¿Laura puedes ir con tu esposo en el taxi? Nosotros llevaremos a tus padres.
Veo como mi hermana lo mira y contesta.
— Sí, no hay problema, tenemos reserva en...
— No, con Nerea decidimos que sería mejor que se quedarán con nosotros. Ya le di la dirección al taxista, suban iremos detrás de ustedes.
Veo como mi hermana mira sorprendida a Dylan y contesta.
— ¿Viven juntos? — Al oír su pregunta miré mal a Laura y al notarlo ella, tomó rápido la mano de su esposo y subieron al auto se marcharon.
Volví a mirar a mis padres y conteste.
— Sé quedarán en mi departamento, Dylan y yo vivimos en el mismo edificio, él vive en frente.
Mi madre no dijo nada, pero su mirada aguda me estaba matando, tenía miedo de que notará mi nerviosismo, así que volviendo a dirigirme a Dylan dije.
— Ve por el auto cariño, te esperamos aquí.
Dylan asintió y una vez solos mi padre solo pregunto.
— ¿Felipe sabe sobre esto?
— Sé entero hace unos días...–Vi la mirada de mi padre y agregué — No quería mentirles, pero era complicado de explicar. Además, su padre es tu amigo papá, no quería involucrarlos hasta no estar segura, luego la cosa fue avanzando y mi mentira fue creciendo.
Veo como mi madre me mira y contesta.
— ¿Qué paso con el otro chico? Yo no estoy loca tú salías con un tal Mateo.
Asiento al oír eso y contestó.
— Sí... no funcionó, cortamos nuestra relación hace poco más de un año...
— Ósea que desde entonces nos estas mintiendo.
Veo como mi padre me mira decepcionado y es entonces cuando estaba por decirles la verdad, no quería que me vieran así, pero pronto el auto de Dylan estacionó frente a nosotros y bajándose para ayudar a mi padre con las malestas subimos al auto y pronto ellos también lo hicieron. Íbamos en completo silencio, el ambiente tenso se sentía en el aire hasta que de pronto mi madre habló.
—¿Dime muchacho a que te dedicas? Como todo lo que mi hija nos a contado es mentira, debo hacer estas preguntas nuevamente.
Dylan dirigió su mirada a mi y al ver lo nerviosa que estaba dijo
— Soy arquitecto señora. Nerea no quiso mentirles, me gustaría hablar bien con ustedes cuando lleguemos, necesito verlos de frente.
Vi como mi padre suavizo su mirada al oír eso y calmado a mi madre contestó.
— Esperemos a ver que nos dicen cariño.
Sin más el silencio volvió y después de unos veinte minutos llegamos a nuestro edificio...