El Diario De Supervivencia

⚠️Contenido explícito, porfavor, si sabes que eres sensible a escenas en el que involucren insectos, cadáveres o cosas morbosas del tipo casi imaginable, no leas este capítulo y pasa al siguiente, no afectará tanto a la historia, solo te perderás de unos pequeños detalles⚠️

Éramos un grupo de tan solo cuatro personas, éramos personas que no cometíamos nada malo, pero que si teníamos problemas insignificantes como cualquier otra.

Mi nombre es Jerry, tengo veintitrés actualmente mientras escribo esto. He venido a este lugar acompañado por mis amigos, y el más importante de ellos, era Uma. Ese enfermo me dijo que no me concentre en dar esos detalles, dijo que cuente toda la historia que quiera, pero que luego tendré que escribir todo lo que siento ahora, así que espero que alguien lea esto y pueda salvarse.

Todo empezó cuando llegamos aquí, este hotel que parece abandonado y escalofriante. Nos dio la bienvenida esta persona llamada Jacques al apenas encontrarnos con él, ya notábamos cosas raras, sus actitudes era un gran ejemplo de ello. Él nos ofrecía un apretón de manos como saludo, todos lo aceptamos, pero al ser mi momento de saludarlo de ese modo, él parecía no querer soltar mi mano, yo reía de forma incómoda y me soltaba casi a la fuerza. Pensé que quizás era una persona de gustos distintos a los míos, cosa que no está mal, solo que me incomodo bastante. Era obvio que hablaría de eso con mis amigos, pero dos de ellos únicamente se burlaban de mí, Clara y Noah, ellos se tomaron con gracia aquello que su sucedió, pero hacían chistes bastante pesados que hacían que mi humor caiga por completo. Uma era el único que no se burlaba por los malos chistes, pero me decía que no le tome mucha importancia a lo que sucedió, ya que no pasaría nada malo.

Nos alojamos en el piso uno, cada uno tenía su propia habitación, mi habitación era el número cinco y al apenas entrar, no dude en dormirme luego de tener un viaje pesado, pero sentí que no dure mucho en mis sueños. Me desperté bruscamente al escuchar un grito, aquel grito se detuvo al apenas abrir mis ojos con lagañas. Me quede un momento sentado en la cama, asimilando si ese grito fue en mis sueños o en la realidad. Me levanté y salí del cuarto para averiguar si todo iba bien, sin embargo, no, nada estaba bien. Una línea de sangre que salía del cuarto de Clara, hasta terminar en las escaleras. No dude en acercarme a la habitación de ella para saber si algo malo le sucedió. Estaba preocupado en ese momento, jodidamente muerto del miedo y confundido, tenía un remolino de emociones en el que destacaban más los temerosos.

Al apenas entrar al cuarto, lo primero que note, fue el gran desorden que había en el mismo. La cama estaba hecha un desorden, sabanas en el suelo al igual que las cobijas y con manchas rojas impregnadas en ellas. La presencia de Clara no estaba, eso me asustaba aún más. La llamé a voz alta por todo el cuarto, teniendo la leve esperanza de que esté escondida, lastimosamente, no fue ese el caso, ella no se encontraba en ninguna parte del cuarto.

Volví a salir del cuarto a las apuradas y abrí la puerta de mis demás amigos. No, tampoco ellos estaban en sus cuartos. Quede de pie en el marco de la habitación de Uma, su cuarto también estaba hecho un desorden al igual que el de Clara.

¿Qué podía hacer yo?, no lo sabía en ese momento, solo me había quedado de pie, estando perplejo. No dudaba de que algo malo estaba pasando y ya tenía una idea de quien abra hecho esto. Di tan solamente un paso hacia adelante, ya sabia que no serviría de nada estar quieto cuando mis amigos aún pueden estar por ahí vivos, pero tarde mucho en reaccionar, termine con siendo sujeto desde la espalda y aquella persona enferma me puso un paño en mi rostro para cubrir mi nariz y boca. Forcejeé, eso era obvio, pero al cabo de unos segundos, termine completamente rendido ante lo que sea que haya tenido ese maldito pedazo de trapo.

Y bueno, ahora sigue la peor parte, la mas repugnante y que lastimosamente es por lo que pase. Desearía no tener que estar escribiendo esto, pero este maldito loco me obliga a hacerlo y es la única oportunidad para que tu te salves de esta mierda. Espero que no pases por lo mismo que yo y que tengas la suerte que no se me fue concedida. Sobrevive, rézale al dios que quieras y al que gustes, pero intenta sobrevivir, puede que tu muerte sea la peor de muchas.

Al despertar, ya me encontraba de esa manera repugnante, se me dificulta hasta escribir como estoy ahora y todo lo que él me obligo a hacer.

Estaba sobre una camilla, atado de manos, me dolía algunas partes del cuerpo. Cuando levante un poco la cabeza para saber la razón de esos dolores, quede completamente con la boca abierta. Dos extremidades de más había en mi cuerpo, dos brazos, uno de los brazos tenía uñas largas y teñidas de sangre ya fresca, reconocí esa mano enseguida, era de Clara, el otro brazo, no tenía ningún indicio para saber de quién es, pero me preocupaba que mis amigos ahora estén muertos o pasando lo mismo que yo. También, no solo tenía extremidades de más, sino, me faltaban extremidades, mis rodillas fueron amputadas, tenía unas vendas como para que no me desangre ni nada. ¿Entiendes lo asustado que estaba en ese momento?, tengo dos pedazos de extremidades cocidas en la costilla y estoy seguro de que son de mis amigos, de los cuales no se nada por ahora y me quitaron las rodillas.

Mis gritos eran muy audibles en toda aquella habitación con poca iluminación, escuchaba como hacían eco contra las paredes. Intente levantarme o quitarme las sogas que estaban ajustadas en mi muñeca, pero el esfuerzo no valía de nada. Unos pasos se acercaban, pasos que eran muy claros, hasta que esos mismos pasos se detuvieron y abrieron la puerta de este cuarto de forma lenta, haciendo que me desespere. Mire con mis ojos bien abiertos a la persona que entro. Era él, era Jacques, ese fue el hijo de puta que me hizo esto. Él se acercó a mí y me dijo cosas extrañas, recuerdo que se llamó a si mismo por otro nombre, "Kefor". Me explico que los brazos de las personas que tenía cocidas en mis costillas, sí eran de mis amigos, como lo suponía, pero solo nombro a dos, eso significa que el tercero aún puede estar vivo. Luego, explico que solamente estoy vivo para ser el nuevo juguete de Jacques. Con cada palabra que decía, me confundía aún más, pero solamente seguía gritando como un loco por ayuda. No sirvió de nada, mis esfuerzos fueron en vano, aquel hijo de perra se fue, dejándome solo y con las manos libres. No, definitivamente no había nada que pudiera salvarme por más que me desespere al querer salir de allí.

No logre dormir por lo que creí que fueron horas, me la pase intentando escapar, pero aquel loco volvió de nuevo y se acercó a mi.

Así empezó la maldita pesadilla, obligándome a hacer cosas repugnantes, mientras sostenía un arma, con la cual me apuntaba directamente en la cabeza, tenía miedo de morir, así que cumplía sus órdenes, por mucho que no quisiera, por mucho que me diera asco. La primera orden fue tocarme con una de las extremidades que no eran mías. No tenía opción, no quería morir, y aun tenía la esperanza de salir con vida, entonces hice caso a aquella orden, use la mano mutilada de Clara, me sentía sucio y asqueroso al masturbarme con esa mano sin vida, lloraba mientras lo hacía y Jacques solo se quedaba de pie, frente mío con una sonrisa, pareciera como si gozara de estar viéndome destruido y humillándome.

"No te detengas, hasta que tu semen no salga no puedes hacerlo".

Esas fueron sus repugnantes palabras cuando quería detenerme, no podía llegar al final, aunque sintiera placer, me daba mucho asco, pero seguí nuevamente cuando me dijo eso, ya que acerco el arma a mi cuello para amenazarme. No se cuanto tiempo había pasado, pero aún seguía igual y Jacques esta vez se masturbaba frente mío con su mano libre para aún seguir apuntándome con esa estúpida arma. Toda esa tortura, la sentí como una eternidad, esperaba que todo era un sueño, despertar y ver a mis amigos vivos, que todo esto sea solo una pesadilla a causa del cansancio.

¿Era mucho pedir un final feliz?.

Él se ríe mientras escribo esto, él me ordena que escriba todo lo que siento, lo repugnante que se siente. Ahora quiere que escriba lo deliciosa que es su comida, no entiendo por qué, pero bueno, prefiero escribir sobre comida a estas alturas, pues, no está mal la comida, siempre me da albóndigas muy condimentadas, ya que tiene un sabor distinto a la carne común, según sus palabras, es carne normal, supongo que tengo razón con lo de los condimentos, pero no me gusta, no como todas las albóndigas, solo como una o dos y él suele traer un plato con cinco, no me sentía con mucho apetito, luego de todas las cosas que hacía antes de comer. Eso es lo único que me da de comer y acompañado con agua para hidratarme.

Pasaron dos días desde que escribí eso, dos días en que fui obligado a masturbarme con los brazos ya en descomposición de mis amigos, dos días en que él me tocaba y se masturbaba frente mío, eyaculando en mi propia cara. La esperanza que tenía para salir de aquí se fue por completo, ahora entiendo por qué él nunca me respondía cuando preguntaba por la persona que faltaba, él porque me alimentaba y sonreía cuando me veía comer, era algo muy obvio de lo cual jamás pude imaginar por lo enfermizo que es.

Era Uma quien aún estaba vivo, o quien creí que estaba vivo aun, pero no, estaba muerto, todo este tiempo lo estuvo, me mantuve con vida y para nada, ¿Sabes que es lo peor?, esas albóndigas que consumían eran él, era mi mejor amigo Uma. Por eso era que las albóndigas tenían ese sabor tan particular, era la carne de mi mejor amigo. Vomite, vomite mucho cuando aquel ser enfermizo me revelo eso, también caí en una depresión inmediata. Ya tenía pensado en renunciar a la vida, pero aquella estúpida esperanza de poder salir con vida fue lo que me llevo a seguir hasta aquí, lastimosamente, ya no aguanto más esto. Mi cuerpo se está descomponiendo por culpa de esas extremidades en mis costillas, cresas ya estaban saliendo de la costura y unas cuantas moscas se pegan a mi piel, parecía un cadáver, o al menos así me sentía, me sentía muerto ahora y a él solo le causa gracia mi estado.

Este diario puede que no lleve a las manos de nadie y que no sirva de nada escribir en el. Este diario era mío, aquí escribía las cosas que eran necesarias para una tesis de universidad, pero tal parece que este enfermo lo descubrió y le pareció una linda idea obligarme a escribir en el. Puse el nombre "Diario de supervivencia" ahora mismo. Mi primer consejo para que puedas sobrevivir, y que no pases por algo asqueroso, es que no confíes en él, no comas lo que te ofrezca, sal del hotel lo más rápido que puedas y ríndete si te atrapa. Querrás morir que mantenerte con vida, créeme.

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Ilustración del cuerpo de Jerry.