Presentación de los Personajes:
Daniel: Un hombre de mediana edad, tranquilo y reflexivo, que se encuentra en una encrucijada emocional. Es el padre de Martín y está casado, pero se siente atraído por Alejandro, el amigo de su hijo, de una manera que no puede explicar.
Martín: El hijo de Daniel, un joven amable y carismático. Es amigo cercano de Alejandro y comparte una fuerte conexión con su padre.
Alejandro: El amigo de Martín, un joven carismático y lleno de vida. Su presencia tiene un efecto magnético en aquellos que lo rodean, incluido Daniel, quien se siente inexplicablemente atraído hacia él.
y muchos mas
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Enfrentando la Realidad
Enfrentando la Realidad
El amanecer llegó con una calma tensa sobre la casa de Daniel. En el silencio de la mañana, cada miembro de la familia se enfrentaba a la realidad recién revelada, tratando de procesar las emociones que los embargaban.
Daniel se encontraba en su estudio, con la mirada perdida en el paisaje que se extendía más allá de la ventana. El peso de la verdad descansaba sobre sus hombros, recordándole las decisiones difíciles que había tomado y las consecuencias que aún debía enfrentar.
Lucía, por su parte, se encontraba en la cocina, preparando el desayuno con manos temblorosas. Cada movimiento era un acto automático, mientras su mente se perdía en un mar de preguntas sin respuesta.
Martín deambulaba por la casa, su mente abrumada por la revelación de la noche anterior. Cada rincón de la casa estaba impregnado con recuerdos de su infancia, ahora teñidos por la sombra de la traición y el engaño.
El sonido de la puerta interrumpió el silencio de la casa, y Daniel se levantó de su escritorio para encontrar a Alejandro parado en el umbral. Sus ojos se encontraron en un momento de entendimiento silencioso, cada uno consciente del peso de la verdad que los unía.
"Daniel..." comenzó Alejandro, su voz llena de emoción contenida.
Pero antes de que pudiera continuar, Martín apareció en la habitación, su expresión un torbellino de emociones. "¿Qué está pasando aquí?" preguntó, su voz llena de confusión y dolor.
Daniel respiró hondo, sabiendo que no podía seguir ocultando la verdad. "Martín, necesitamos hablar", dijo, su voz firme pero cargada de pesar. "Lo que dije anoche... es verdad. Estoy enamorado de Alejandro."
El silencio que siguió fue abrumador, cada uno de ellos luchando por encontrar las palabras adecuadas para expresar sus emociones. En medio del caos emocional que los rodeaba, se dieron cuenta de que solo enfrentando la verdad podrían encontrar la paz y la redención que tanto anhelaban.
Con el sol brillando sobre sus rostros y el futuro extendiéndose ante ellos como un territorio desconocido, Daniel, Lucía, Martín y Alejandro se enfrentaron al desafío de reconciliar sus emociones y encontrar una manera de seguir adelante juntos, sabiendo que el camino por delante sería difícil, pero que valdría la pena recorrerlo juntos.
El aire en la casa parecía cargado con la tensión acumulada de las revelaciones recientes. Daniel observaba a su familia, el corazón lleno de pesar por el dolor que había causado. Sabía que enfrentar la verdad era el primer paso hacia la curación, pero también temía las repercusiones de sus acciones.
Lucía se acercó a su esposo con paso vacilante, sus ojos reflejando una mezcla de dolor y comprensión. "Daniel, ¿Cómo pudiste...?" comenzó, pero las palabras se le atragantaron en la garganta.
Daniel bajó la mirada, incapaz de soportar el dolor en los ojos de su esposa. "Lo siento, Lucía", murmuró, su voz apenas un susurro. "No quería lastimarte."
Martín permanecía en silencio, su mente girando con un torbellino de emociones. Por un lado, se sentía traicionado por la revelación de su padre, pero por otro, también sentía compasión por la lucha interna que debía haber enfrentado. No sabía cómo procesar sus propios sentimientos, pero sabía que necesitaba tiempo para hacerlo.
Alejandro se mantuvo en silencio, observando la escena con una mezcla de dolor y arrepentimiento. Sabía que sus propios sentimientos habían contribuido al caos que ahora reinaba en la casa de Daniel, y deseaba con todo su ser encontrar una manera de hacer las paces con su amigo y su familia.
Con el sol brillando a través de las ventanas y el futuro extendiéndose ante ellos como un territorio desconocido, Daniel y su familia se enfrentaron al desafío de reconciliar sus emociones y encontrar una manera de seguir adelante juntos. Sabían que el camino por delante sería difícil, pero también sabían que con amor, comprensión y perdón, podrían superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.
no entendí La novela no me gustó