La familia de Lilian fue cruelmente asesinada por su recién esposo, está muere envenenada por el mismo hombre que decía amarla. Ahora despierta en el cuerpo de una emperatriz abandonada y un esposo que le acusa de ser infiel. Lo único que quiere es el trono para así llegar a su venganza y no le importará hacer lo que sea para obtenerlo.
NovelToon tiene autorización de Layla Polimet para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capitulo 9- Prisioneros
Y tal como había ordenado Alesna, Jacob saco su concubina y le entrego el palacio a Alise, quien estaba más que feliz por su cometido.
Mientras que, por otro lado, el Emperador estaba ardiendo de furia, no podía creer que esa mujer se había atrevido a humillarlo de esa manera, no entiende como esa mujer pudo cambiar de un día para otro, Pero si algo tenía claro no dejaría las cosas así y por esa humillación que recibió en ese jardín, definitivamente se encargaría de hacer que Alise pague por todo esas humillaciones.
En el palacio Alise acabo de mudarse junto Anet, tal como había planeado había conseguido lo que quería conseguir ese palacio, ahí sí tenían muchas doncellas, pero al parecer estás de igual no tenían ningún respeto por la emperatriz de ese país. No entiende por qué la antigua Alise fue tan estúpida para que incluso las doncellas no le tienen respeto, pero ella misma se encargará de ponerlos en el lugar que merecen. Nadie se atrevería a faltarle el respeto, ni menos unas meras sirvientas que deberían estar agachando la cabeza con solo verla.
Al día siguiente una doncella entró con una comida en la habitación de Alise, pero apenas entró con la comida, Alise pudo saber de inmediato que la comida estaba podrido.
— Aquí le he traído su comida emperatriz — La doncella deja orgullosamente la bandeja de la comida enfrente de Alise mientras qué se tapa la nariz.
La chica mira la comida y solo era pura agua con un poco de pan que ya estaba podrida.
— ¿Quieres que coma esto? — Señala la comida mirando la doncella, quien sonríe astutamente.
— Después de todo es lo que se merece. — Se cruza de brazos; Sin embargo, su cabeza fue estrellada contra el plato de comida, dejándola más que sorprendida.
— Ya que quieres que me lo coma. — Alise frota la cara de esa doncella en la comida podrida — Entonces porque no lo comes tú. — Toma la chica del cabello jalándola por atrás para tomar el pequeño plato que llevaba esa sopa que prácticamente era agua, y sin dudarlo lo vertió por la boca de esa doncella insignificante que se atrevió a faltar la el respeto de esa manera.
La doncella grita tratando de comer nada de esas cosas, pero hasta el final le fue imposible.
— Cierra la Maldita boca — Por último, pone el pedazo de pan en la boca de esa chica para empujarla al suelo con fuerza.
Por el grito, los soldados juntos Anet que habían escuchado todo, entran en la habitación, quedando sorprendido por lo que estaban viendo.
— Su majestad. — La chica mira Alise sorprendida.
— Lleven esa doncella y córtenle los dedos y por último la cabeza. — Ordena enojada y los guardias se miran entre sí, sin saber si seguir el orden o no — Que están esperando, ustedes también quieren recibir su merecido! — Las soldados al escuchar las palabras de la chica de inmediato toma la doncella de los brazos arrastrándola para que reciba su castigo.
A pesar de los gritos de la doncella poniendo perdón Alise, esta no pensaba dejar esa ofensa a pasar.
— ¿Señorita que paso? — Anet mira Alise, preocupada, pero no recibe nada más que una mirada fría de la chica.
— Dónde estabas cuando esa doncella entró con esa comida en mi habitación.
— B-bueno yo. — Tartamudea nerviosa por la mirada de su ama. — Y-yo estaba en la cocina. .
— ¿Así? — La pelirroja se acerca a su doncella, quien retrocede asustada. — Estabas en la cocina, entonces viste lo que me estaba trayendo esa doncella, pero no hiciste nada.
— Yo de verdad no lo vi. — De inmediato se arrodilla — Lamento si fue demasiado descuidada. — Realiza varias Reverencias, asustada, no hasta escuchar una risita por parte de Alise.
— Porque te arrodillas Anet — Extiende la mano ayudando a esta levantarse. — Solo era una pregunta. — Sonríe algo que deja Anet completamente confundida. — Ya sé que tú nunca dejarías que me trajeran algo así ¿Verdad?
— P-por supuesto — Asiente repetidamente, sintiéndose aliviada.
— Bien, traerme algo de comer, tengo hambre.
— Como ordene su majestad — La chica no duda en salir corriendo de la habitación, mientras qué Alise sonríe viendo como está desaparece de su vista.
Y tal como había ordenado Alise, Anet le había traído la comida, mucho mejor que el anterior.
— ¿Señorita, necesita algo más? — Cuestiona haciendo una Reverencia, esperando la petición de su ama.
— No, puedes irte, te llamaré cuando necesita algo.
— De acuerdo. — Anet sale de la habitación, con el corazón en la mano. Estaba asustada por ese comportamiento anterior de Alise, pero le alegra saber que no era nada.
Mientras tanto, en la habitación de Alise, esta había terminado de comer, y se había preparado para salir, pero cuando estuvo en la puerta de la salida, los guardias imperiales la detuvieron.
— Emperatriz no puede salir.
— ¿Por qué eso? — Se cruza de brazos.
— Fue orden del emperador.
Alise solo sonríe, lo suponía ese idiota de verdad estaba buscando una manera de molestarla.
— Parece que olvidan algo. — Saca el sello que aporta la emperatriz. — Soy la emperatriz en este país, y nadie ni nada puede prohibirme algo.
— Pero.
— Unos meros guardias contradiciendo las palabras de la emperatriz — Se acerca a estos. — Saben cuál el castigo. Sí. — Sonríe una sonrisa que hace que todos los guardias se estremezcan del miedo. — La. Muerte. — Puntualiza cada palabra mirando los guardias, quienes al escuchar sus palabras de inmediato salieron del camino dejando el paso a la chica.
— Por favor perdone nuestra ofensa. — Todos hacen una reverencia mientras qué Alise sonríe guardando el sello.
— Espero que la próxima vez sepan cuáles son sus lugares. — Dicho, eso sale del palacio, y los guardias no pueden evitar temblar del miedo.
Alise, que había logrado salir del palacio, sonríe mirando en que camino podría ir, necesitaba comprar una espada y en los recuerdos de la antigua Alise, no hay ningún lugar donde venden espadas.
Ya cuando decidió tomar un camino se detiene en seco cuando un carruaje se detiene a lo lejos de ella, mirando como los guardias estaban arrastrando unos prisioneros.
— Bueno, no es mi problema — Estuvo por seguir su camino cuando sus ojos se cruzaron con la de una persona dejándola sorprendida.
«Noah»
¿y si recuerda y solo finge?