El Regalo De Federica

Novela : El regalo de Federica

Autor : Elsa Elena Isasa.

Nicolás Hamilton salió de su departamento temprano. Estaba hace años a cargo de la empresa constructora de su padre.

Estudió ingeniería civil , profesión que era conveniente para la familia por la función que llevaba adelante la compañía Hamilton en Belmont.

Fue el estudiante modelo y el hijo modelo hasta lo sucedido con Magdalena.

Cuando canceló su compromiso con Magdalena no le dijo a sus padres la razón. Eso hizo que la vida con su familia llegara a un punto de quiebre y terminara comprando un departamento donde vivía solo desde esa época.

No tenía intenciones de casarse. Sus salidas con féminas eran circunstanciales. No tenía amantes fijas y su vida era dedicada exclusivamente a los negocios.

Era un hombre de pocos amigos. Había tenido uno, que lo engaño con la mujer que fue su prometida. Por ello, no creía en la amistad ni en el matrimonio.

Sus contactos eran con empresarios del ramo y vecinos de Belmont. Viajaba bastante por cuestiones de trabajo y muy pocas veces por placer.

Cuando se tomaba vacaciones prefería el mar y las playas más bien solitarias.

Su carácter era serio, formal y correcto.

Odiaba la mentira.

Le parecía una actitud horrible de algunos humanos que lo descalifica a sus ojos como personas.

Era verdadero y honrado, en acciones y palabras por lo que su diplomacia podía ser nula y su carácter no lo ayudaba para rodearse de amigos.

Esa mañana salió de su departamento y decidió primero ir al castillo para conocer a la familia y si podía hacer una oferta por la propiedad.

Había movimientos en la mansión cuando llegó.

Vió una mujer joven con una niña en unos sillones frente a la casa. Se acercó entonces a saludar.

Francis y Federica vieron a ese atractivo hombre de traje y corbata que avanzaba hacia ellas.

_ Buenos días! Soy Nicolás Hamilton. Me gustaría si no es molestia hablar con usted y su esposo - dijo pasando la mano a Francis. -Fui amigo de la señora Federica. Vi estos días luces en el castillo y decidí acercarme hoy para hablar sobre esta propiedad - dijo.

_ Encantada soy Francis Logan. La dueña de la propiedad no soy yo. - dijo mirándolo detenidamente.

_ Es mí mamá _ dijo la niña - venga , le llevaré con ella - y lo tomó de la mano prácticamente arrastrándolo al interior del castillo.

_ Está era la casa de mí abuela. Yo también me llamo Federica. Y mí papá no vive aquí. Se divorciaron - dijo mientras cruzaban la casa hacia la puerta posterior.

Cruzaron la puerta y la niña empezó a gritar :¡ mami ! ¡Mami ! Un señor te busca.

En el patio trasero , desde el invernadero se veía un cuerpo de una hermosa mujer de espaldas trajinando con unas plantas.

_ Mí mami se llama Luna - dijo la niña.

Nicolás Hamilton se paró en seco.

¿Luna ? Su Luna de la noche en el Excelsior?

La mujer , de short y remera, se quitó los guantes y gritó:

_ ¡Voy hija ! -

Al escuchar esa voz Nicolás supo que era ella.

Luna Morton levantó la cabeza y se colocó una mano como visera para tapar el brillo del sol..

Y entonces lo vió.

_ Hasta luego señor Nicolás - dijo la niña volviendo a correr por dónde vino.

Quedaron ambos solos, separados por unos diez pasos.

Luna no podía creer lo que veía. Era él, el hombre de la noche loca de pasión en el Excelsior.

Ninguno de los dos hablaba. Solo se miraban y se reconocían.

Era ella - pensó Nicolás - ella la que me amó esa noche y me mintió diciendo que su esposo vendría. Y estaba hermosa , parecía una niña con su cabello en una coleta. Entonces avanzó y le pasó la mano.

_ Señora Luna. Encantado. Soy Nicolás Hamilton, ingeniero. - dijo como si no la conociera.

_ Luna Morton. - dijo Luna. Y tomando la misma actitud de él continuó - en qué puedo servirle señor Hamilton. -

_ Quisiera hacerle una oferta sobre su casa. Deseo comprarla - dijo serio.

_ Lo siento Nicolás... Señor Nicolás, la casa de mí madre no está en venta. Viviremos aquí - dijo Luna.

_ Quizá quisiera ver mí oferta. La casa es muy grande para manejarla sola. Su hija me dijo que está divorciada - dijo taladrandola con la mirada.

_ Hasta ahora me he arreglado muy bien señor. - Luna comenzó a caminar hacia la puerta- y no estoy sola. Tengo a mí hija que es lo más importante- dijo.

Nicolás la siguió. Miraba su cuerpo y su caminar elegante frente a él. Sus ojos se prendieron de las nalgas de luna marcadas por la prenda que usaba.

Luna respiraba con dificultad pero seguía avanzando.

_ Excelente trabajo hizo su decorador de interiores -: escuchó la voz grave de él a sus espaldas.

_ No tengo decorador ingeniero. He arreglado yo misma las estancias. Pase por aquí por favor - dijo y le mostró la puerta de salida.

El se acercó a un hueco en la ventana. Sacó una llave y le pasó.

_ Tenía la llave de la casa. Era amigo de su difunta madre. La otra noche vi luces y dejé la llave aquí - dijo.

Luna tomó la llave. Su mirada a Nicolás fue indescifrable. Luego dijo

_ ¿Conoce a Francis Logan , mí abogada ? -

_ Ya nos presentamos. - Francis sonreía. - Señor Nicolás, le recomiendo a mí amiga y a su hija. Yo me marcho hoy - dijo.

_ El señor Hamilton no vino a saludar Francis - respondió sería Luna - vino a hacer una oferta para comprar la propiedad , le he explicado que no está en venta. Gracias igual por su visita ingeniero. - despidió a Nicolás sin extenderle la mano.

_ Bien. Debo irme. En el caso que busque trabajo de decoradora señora Luna , realmente mi empresa busca una. - dijo y le pasó su tarjeta.

Luego saludo amablemente a Francis y Federica , caminó hacia su auto y se alejó.

Francis dió una mirada inquisitiva a Luna que parecía una estatua de piedra viendo alejarse a Nicolás Hamilton.

Hizo un gesto a Francis Logan como indicándole que luego hablarían y se sentó en el descanso del porche.

Se tomó un jugo de limonada terminando todo el vaso. Su interior era una revolución de sentimientos.

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