Nueve Lazos De Magia

Mientras Tana peleaba codo a codo con los que por muchos años fueron como parte de su familia, Drake huía con su esposa e hijo, se aseguraría de ponerlos a salvo y después volvería a buscar a su hija, quien ahora estaba peleando, por mucho que le doliera dejar a su pequeña Drake era consciente de que de los cuatro Tana era quien más probabilidades de escapar aún estando rodeada de varios enemigos, por lo que solo le quedaba confiar en que Tana resistirá hasta que él volviera.

El bosque, muchas veces tan cercano, ahora parecía estar a miles de kilómetros de distancia, ya que por más que corrieran no llegaban a él, por su conexión con la naturaleza, el bosque era su mejor aliado, una vez dentro, esas personas no los podrían encontrar.

Cuando estaban a punto de llegar, un grupo de aquellos malvados hombres los interceptaron, obligando a Drake a pelear, para sacar a su hijo y a su esposa, pero a medida que la batalla avanzaba, más enemigos llegaban, haciendo que las probabilidades de sacar a su familia disminuyeran.

- Kahli, vete, corre al bosque y no mires atrás – le dice Drake a su hijo.

- Pero pa – comienza a hablar el niño, quien invoca varias enredaderas para que se lleven a sus agresores.

- Nada de peros, vete – le gritó Drake a su hijo, a lo que el pequeño con lágrimas en sus ojos salió corriendo, dejando a su padre y a su madre solos.

En su huida, Kahli oyó el grito de Marisol, y aunque sabía que no debía hacerlo, regresó por la niña, la cual estaba siendo apuntada con un arma.

- ¿Crees que sea uno de ellos? – preguntaba uno de los hombres.

- No lo sé, su cabello es muy claro.

- En ese caso hay que matarla.

Antes las palabras de ese hombre, Marisol levantó los brazos, buscando protegerse, ante esta acción, una pared de tierra se levantó.

- Es una nivel cuatro, capturémosla – dice uno de los hombres, quien saca su arma tranquilizadora, pero antes de poder disparar, Kahli llega hasta Marisol y controla a los hombres para que se disparen entre sí.

- Hay que huir al bosque – le dice Kahli a Marisol, mientras la toma de la mano para huir.

A lo lejos Donovan divisa a los niños, y sin dudarlo va a por ellos.

Cuando comenzó el ataque, rápidamente Donovan redujo unos cuantos hombres, a los cuales le arrebato sus armas y con ellas se abrió camino hacia el boque, ya que confiaba en que la espesura de este les ayudara a él y a Marisol a huir, pero al salir a las calles pudo notar que algo extraño pasaba, y es que los habitantes del pueblo se defendían con lo que parecían ser poderes místicos, algo sumamente irreal, que si no fuera porque lo estaba viendo no lo creería, lamentablemente, al ver esto, se distrajo por unos momentos, lo que provoco que perdiera a Marisol, por lo que rápidamente comenzó a buscar a su hermana, quien se había perdido entre el caos, afortunadamente la había encontrado en compañía de Kahli, por lo que fue por los niños, pero fue interceptado, y tras deshacerse de su agresor, volvió a buscar a los niños, pero no los vio, por lo que se dirigió al lugar en donde los había visto por última vez.

Kahli y Marisol corrieron hacia el bosque, pero no llegaron muy lejos, ya que fueron rodeados, y aunque Kahli peleo con todo lo que tenía, al final un dardo le alcanzo, por lo que antes de perder el conocimiento, le dio un poco de su poder a Marisol, para así mantener la mentira de que ella era uno de los suyos, y no la mataran, ya más adelante le contaría lo que estaba pasando.

Ambos niños fueron capturados, algo que Donovan alcanzó a ver, y a pesar de que una parte de él quería ir tras de su hermana, no lo hizo, estaba en desventaja y solo provocaría que lo mataran, y así no podría ayudarla.

- Te encontraré Mari, te salvaré – le prometió Donovan a su hermana para posteriormente buscar un lugar en donde esconderse.

Mientras Donovan buscaba un lugar en donde ocultarse, Tana seguía peleando contra sus enemigos, y afortunadamente las cosas estaban mejorando, ya que cada vez ganaban más terreno, pero rápidamente eso cambio, ya que sus agresores desplegaron su arma más poderosa, los saqueadores, personas que le habían robado sus poderes a los zorros, los saqueadores eran muy peligrosos, ya que muchas veces su dominio de la magia era tan bueno como el de un zorro místico, haciéndolos muy peligrosos.

Los saqueadores comenzaron a atacar a Tana y a los suyos, destruyendo aquella pequeña ventaja que habían conseguido, dándole fin a la batalla, desafortunadamente a favor del enemigo, quien comenzó a capturar a los últimos zorros que quedaban.

Ante esto, Tana y los demás intentaron huir, ya de nada servía quedarse, habían ayudado a los más que pudieron, y Tana esperaba con esperanza que sus padres, así como muchos de los zorros que habían ayudado, hayan logrado escapar.

Usando todos sus poderes y lo que le quedaba de energía, Tana comenzó a abrirse paso hasta el bosque, pero sus posibles captores no pensaban dejarla ir, e, ignorando a los demás zorros, centraron toda su atención en Tana, ya que al tener los nueve dones, ella era muy valiosa.

Al verse rodeada, Tana sentía que sus fuerzas la abandonaban, y es que hace mucho que se había quedado sin energía, y era la energía vital que había robado de sus enemigos lo que la mantenía en pie.

Los saqueadores se prepararon para atacar a Tana, pero antes de poder hacerlo, Drake llegó al auxilio de su hija, creando una cúpula de tierra donde se encerró con su hija.

- La barrera no durará, estamos rodeados, y salir bajo tierra no es una opción, los saqueadores están atentos a cualquier cosa, así que yo los distraeré y tú debes de irte.

- ¿Qué?, no, no te dejaré – le dice Tana a su padre.

- Tengo que ir con ellos, tienen a tu madre y tu hermano, debo de cuidarlos.

- Entonces yo iré contigo.

- No, mi princesa, tú debes de huir, busca a Alejandro, él te ayudará a encontrarnos, tú debes de salvarnos, sé que lo harás mi princesa, creo en ti – le dice Drake a su hija, mientras le deja un beso en la cabeza.

- Los salvaré, lo prometo – le dice Tana con mucha seguridad.

Entonces Drake hizo explotar la cúpula de Tierra, creando una distracción, distracción de Tana aprovecho para convertirse en aire y así huir, siendo ente un movimiento muy arriesgado, ya que con tantas cosas perturbando el ambiente era fácil no poder regresar a una forma sólida, pero ya no tenía más opciones.

Mientras Drake era capturado, Tana se ocultó en una cueva en donde lloró de dolor y rabia, tantos años tranquilidad los había hecho confiarse, olvidaron el peligro que se cernía sobre ellos, y no habían estado preparados, el enemigo si, y ahora debían de pagar las consecuencias de su negligencia.