Martina era una niña que lo tenía todo una familia que la amaba y una infancia feliz, Pero todo eso se le fue arrebatado de un momento para otro por un tornado llamado Julio Salvatore quien mató a su familia dejando a la pequeña sola para toda la vida
Luego de dieciocho años Martina regresa para vengar la muerte de su familia, Pero lo que ella no sabía era que se terminaría enamorando del hijo de su peor enemigo y asesino de su padre
Podrá Martina llevar a cabo su venganza? O terminará renunciando a ella por amor?
Acompáñame a descubrirlo
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CAPÍTULO 7
Dante
- Mi papito no, déjalo - la niña golpea con toda su fuerza mi espalda mientras apunto a la cabeza de su padre
- Hazlo de una maldita vez!! Dispara maldito inútil!! - los gritos de mi padre y el llanto de la niña no me dejan pensar bien
- Por favor, por favor no mates a mi papito - La pequeña suplica por la vida de su padre el único familiar que le queda con vida después de la matanza que hicieron los hombres de mi padre
- Dante maldita sea eres la vergüenza más grande que tengo en la vida, dispara no seas cobarde, inútil bueno para nada!!
- Por favor mi papito nooo
- Jefe no creo que lo haga su hijo es un marica, parece que todos los golpes que le ha dado no han Sido suficientes!! Yo creo que este fracasado ni siquiera es su hijo - dice uno de los hombres de mi padre y todos ríen ante tal comentario
- Si no fueses mi mejor hombre te dispararía aquí mismo! Sabes que me asegure bien de que la zorra esa se embarazara de mí
Dante es la última vez que te lo ordeno dispara de una vez o te juro que me vas a conocer!! - amenaza mi padre
- Jajaja que vergüenza pobre señor Julio que estúpido hijo le tocó - se burla otro de los hombres que trabaja para mí padre
- No lo va a ser no tiene huevos el niño salió marica - se burla otro
- Demasiado débil hasta me da asco - dice otro y escupe en mis pies
- Por favor no seas como ellos no mates a mi papi yo lo necesito no quiero quedarme solita - la niña sigue
llorando y suplicando por la vida de su padre mientras se arrodilla y abraza a mis pies
- DANTE DISPARA DE UNA VEZ!! MALDITA SEA LA PUTA QUE TE PARIO!! - me grita mi padre y ya no puedo más con tanta presión
Cierro los ojos y aprieto el gatillo acabando con la vida del hombre que estaba estaba arrodillado y amordazado a mis pies, su sangre me salpica por completo al igual que a la niña que no para de llorar al ver morir a su padre
- Ese es mi hijo buen chico - dice con orgullo mi padre y yo solo quiero vomitar
- NOOOOOO MI PAPITO LO MATASTE!! TE ODIO, TE ODIO MALDITO TE ODIO - la niña llora a la vez que golpea mi pecho mis ojos se llenan de lágrimas Pero no puedo dejar que las emociones me ganen o mi padre me castigará como lo hizo hace seis años atrás
Aún lo recuerdo, yo tenía cinco años mi contrincante tenía trece años, me quebró el brazo en una clase de taekwondo, comencé a llorar porque realmente me dolía mucho, cuando llegamos a la mansión mi padre me llevo a dónde el llamaba " su lugar feliz " me obligó a caminar sobre una madera que contenía clavos en punta, los cuales se enterraban dolorosamente en mis pies, aun puedo sentir el dolor y la risa de mi padre, la sangre chorreado de mis pies y las semanas enteras en que no pude ni caminar, después de ese día jamás volví a llorar, por lo menos no delante de mi padre y no lo iba a ser ahora
Un disparo me trae nuevamente a la realidad para encontrarme con la pequeña quien se encuentra en el suelo con sus ojitos cerrados y una herida la cual no para de sangrar en el estómago
- QUE HICISTE LA MATASTE!! - le gritó por primera vez a mi padre
- Por supuesto que lo hice que esperabas que la dejara viva después de todo lo que vio?
Inútil que no sabes que si dejaba con vida a esa mocosa un día pondría querer vengarse por la muerte de su familia? - dice mi padre mientras se enciende un cigarro como si nada
- Ya vámonos que la policía no tarda en llegar
Me despierto sobresaltado bañado en sudor, otra vez la maldita pesadilla que me ha atormentado por dieciocho años, luego de ese dia mate a muchas personas pero ninguna me afectó tanto como la de ese hombre
Me levanto frustrado de la cama sabiendo que no volveré a dormirme, camino hasta al baño, me quito la ropa y doy una larga ducha con agua helada, después de un buen rato me seco y coloco solo un pantalón de dormir gris, miró el reloj y son las tres de la mañana, me preguntó si Isabela estará durmiendo o estará bien, es entonces cuando mis pies parecen tener vida propia cuando me doy cuenta estoy frente a la puerta de su habitación, entro con cuidado la observó dormir es tan hermosa, su rostro está iluminado por la luz de la luna que entra por la ventana, se ve tan angelical
Me acerco con cuidado y siento a su lado, acaricio con cuidado su largo cabello para no despertarla, Pero Isabela se despierta de un salto y agarra mi brazo con tanta fuerza torciendolo hacia atrás que por poco me rompe un hueso, me quedo sorprendido jamás pensé que una chica tan bella pudiera tener tanta fuerza
- Tranquila soy yo, solo quería saber si estabas bien
- Por qué no lo estaría? - pregunta aún sosteniendo mi brazo hacia atrás no quiero quejarme y dude de mi hombría
- No se solo quería asegurarme linda
- Estás bien? Tus ojos están rojos como si hubieras llorado - pregunta la hermosa morocha frente por fin soltando mi brazo
- No pasa nada, a tu lado me siento mejor - me sincero con ella
Isabela acarició mi mejilla y me sonrió ese gesto hizo que algo dentro de mi cambiara para siempre, era como si algo que estuviera muerto por muchos años dentro de mi hubiera revivido, acerque mis labios a los suyos sin saber muy bien si ella me iba a aceptar o no, mientras me debatía entre besarlo o no Isabela me sorprendió uniendo sus labios a los míos al principio fue un beso suave y delicado, pero conforme fueron pasando los minutos se volvió más pasional, más lleno de deseo
Sentí sus manos acariciar todo mi pecho y perdí el control, de un solo jalón le quité el camisolín que llevaba puesto dejándola en una delicada lencería de encaje negra, observé a la mujer semidesnuda frente a mí y nunca antes en mi vida había sentido tanta excitación por una mujer como ahora, era tan perfecta, sus curvas me volvieron loco, mientras besaba su cuello y acariciaba sus grandes y redondos pechos, ella se frotaba sobre mi erección dándome a entender que me deseaba tanto como yo a ella, termine de desnudarla y no deje un lugar de su cuerpo sin acariciar o besar, esa noche no solo la hice mi mujer en varias oportunidades, sino que por primera vez en mi vida supe lo que era hacer al amor, ya que eso es lo que siento por ella amor.
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...Martina ...
...Dante ...