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ENCANTO SOMBRÍO

ENCANTO SOMBRÍO

Status: En proceso
Genre:Traiciones y engaños / Demonios / Ángeles / Chico Malo
Popularitas:3k
Nilai: 5
nombre de autor: Diana Ambros

Luz y oscuridad reunidos por primera vez.

Somos dos almas unidas por un mismo anhelo: el poder.

Un deseo que desató un "amor" que nos condenó hasta el final.

NovelToon tiene autorización de Diana Ambros para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 22: Un Ángel dorado

Las marcas de su mano en mi cuello, fueron un recordatorio sobre la fuerza impetuosa de Kael.

Por supuesto que pensé que estaba mal el hecho de haberme atacado.

Aún así quise creer que él no lo hizo con un motivo desconocido.

Los días posteriores tuve que usar prendas que cubrieran mi cuello hasta que los hematomas que se formaron, se borraran.

No pase desapercibida ante la mirada inquisitiva de Stolaz.

Además ocultar el hecho que de vez en cuando iba a visitar a Kael, estaba haciendo que Stolaz se quedará más tiempo conmigo.

Quizás fue porque sospechaba el temprano horario en qué dejábamos de vigilar.

Entonces tuve más cuidado.

Por nada del mundo Stolaz debía saber que yo iba a visitar a Kael y que nuestra relación de cazador-presa era mucho más que eso.

A Kael no le mencioné sobre lo que pasó esa noche.

Preferí dejarlo en secreto.

El mes de mayo terminó en un abrir y cerrar de ojos.

Era sorprendente como el tiempo pasaba.

Pero lo que más me sorprendía era el hecho de que no avanzaba.

Todavía no encontraba al humano perfecto para devorar ni mucho menos a un Ángel.

¿Que estaba haciendo mal?

A pesar de tener un Beastfolk a mi lado, no ayudaba en nada.

No encontrábamos a un ángel y era misterioso no encontrar a uno.

Simplemente se ocultaban muy bien entre los humanos.

Llegué a un momento de desesperación.

A petición mía, Stolaz y yo nos dirigimos al norte de la ciudad donde la delincuencia era más propensa y los Ángeles se manifestaban con más regularidad.

El primer día estuvo calmado.

El segundo algo caótico y el tercero, tuvimos la suerte de rastrear a un Ángel, sin embargo, Stolaz advirtió que no atacáramos sin un plan.

Por lo tanto esperamos un día más.

—Estoy cansada; mis piernas van a ceder si no paramos.

—Tenemos que continuar caminando. Es la única manera donde puedo olerlo.

Casi cuatro horas continuas caminando por la madrugada.

¿Por qué era difícil para él olfatear a un ángel?

No sé lo pregunté , imaginando que dañaría su orgullo como un Beastfolk.

Finalmente llegamos al puerto.

Solté un gran suspiro.

El clima era fresco.

No había nadie excepto por nosotros dos.

Las olas del mar eran lo único que resonaba con el viento.

Pero de un segundo a otro, todo quedó en absoluto silencio.

—Maestra Irina parece que nos estaban esperando.

«¡Diablos!», maldije al ver qué literalmente estábamos rodeados.

Eran unos diez ángeles como mínimo.

Eso ya era demasiado para saber que su poder omnipotente nos sobrepasaba.

—¿Acaso ya saben nuestro propósito?

—Desde el primer día que llegamos aquí. —respondió él.

Percibía perfectamente las miradas detrás de mí.

«Esto es perfecto para poder atacarlos con mi mejor arma.»

Sentí que tenía todo el poder para atacar.

Entonces, uno de ellos; alto y con un brillo dorado en sus alas, se postró ante nosotros.

Aunque vestía de un traje de alta costura, sus alas no pasaron desapercibidos para nuestros ojos.

Cómo decían otros demonios, los Ángeles son seres celestiales que emanan pureza y sabiduría.

Sus alas solo demuestran la diferencia que existe entre nosotros los demonios y los humanos.

Aunque hay ángeles que han caído hasta nuestro mundo, sus alas siguen intactas pero de un color oscuro y de aura siniestra.

—Dos seres del bajo mundo… ¿Se han perdido de camino?

Su voz desprendía una aura radiante.

Stolaz se colocó frente mío.

—Exacto, perdimos el rumbo.

«¿Qué carajos está diciendo?»

No lo comprendí.

—Ya veo. Son vigilantes del Inframundo.

Si ellos quisieran ya nos hubieran atacados, sin embargo ese ángel se veía interesado en nosotros.

—Exacto.

Los orbes dorados de aquel ángel se posaron sobre mí.

Sentí como si estuviera absorbiendo mi energía demoníaca.

—Tú debes ser la superior, ¿no?

—Así es. —respondí sin titubeos.

El Ángel dio un paso al frente, pero Stolaz se mantuvo en guardia, tratando de protegerme.

Fue patético porque él solo era mi aprendiz.

Entonces, me puse al lado de él.

—Maestra Irina… —musitó.

—No puedo esconderme detrás de ti. Además es inevitable un ataque; no me subestimes.

Tenía que mostrarme firme y determinada.

—Entendido.

El Ángel de alas doradas no dejaba de escudriñarme.

—Tenemos que seguir nuestro camino. —le dije.

Era una lástima perder tal oportunidad, pero con los Ángeles rodeándonos y solo siendo dos, una pelea sería perdida para nosotros.

«Estoy segura que ellos no nos dejarán ir fácilmente. Tengo que estar atenta.»

Mis serpientes estaban más que lista por si se avecinaba un ataque.

—Antes de irte, acércate. —pidió el ángel.

Claro que quedé perpleja.

¿Era una trampa?

¿Nos estaban probando para ver si atacábamos?

—Bien. —respondí sin nervios.

Respiré hondo y profundo.

Caminé a pasos firmes con las miradas de los ángeles sobre mí.

Era obvio que me aborrecían.

El ángel me ganaba en altura.

Sus alas resplandecieron; y sus orbes dorados me fulminaron.

—¿Tengo algo en la cara? Ya que no has dejado de verme.

Soné intrépida y provocativa.

Eso sin duda los irritó.

—Tienes agallas, ser maligno. Pero tu “olor” a demonio es inconsistente.

Fruncí el ceño.

«¿Qué carajos está diciendo?»

Cada uno de los ángeles se fueron acercando, intimidándonos con su poder celestial.

«¿Qué es lo que pretenden? Puedo percibir que el aura de Stolaz es atroz. Ni siquiera me atrevo a voltear.»

—Lo siento, pero no tengo tiempo para charlar con un Ángel.

Ni mis serpientes durarían ante ellos.

Me tuve que contener para no cometer errores.

Cuándo pensé que la conversación había terminado, el Ángel me tomó desprevenida.

Su mano literal se enraizó en mi hombro.

Fue cuando sentí su enorme poder traspasándome.

Sentí náuseas.

El aire me faltaba.

Era simplemente descomunal estar ante un ser de luz.

La magnitud de su poder no dejaba de sorprenderme, pero sentirme opacada fue lo peor.

¡¿CÓMO ERA POSIBLE SER DÉBIL?!

Caí en cuenta que no era suficiente.

Mis manos empezaron a temblar.

Fue entonces que supe que no era un ángel cualquiera.

Él era uno de los siete Arcángeles.

—Serás el inicio de una guerra.

Las metáforas de sus palabras solamente me confundían.

En un santiamén, Stolaz apareció ante nosotros.

La mitad de su brazo estaba transformado.

Sus uñas largas como la bestia que era se encajaron en el antebrazo del Arcángel.

Me quedé petrificada al verlo.

—Una criatura salvaje; es la segunda vez que veo uno fuera de su jaula.

Stolaz rechinó los dientes.

Todos los ángeles nos apuntaron con flechas.

—Stolaz… tranquilo. No hay necesidad de transformarte. —le dije con la voz temblorosa.

—No me subestime Maestra Irina. Si lo deseo, puedo invocar a diez enormes lobos que acabarían con ellos en un segundo.

Claramente iniciaría una guerra si no detenía a Stolaz.

Pero con un Arcángel ante nosotros, era imposible luchar con todo nuestro poder.

—Solo por esta vez haré una excepción. No deseo perder a uno de mis nobles guardianes .

Era inaudito que un Ángel nos dejara libre fácilmente.

—Ya suéltalo si no quieres perder el brazo; es una orden Stolaz.

Inmediatamente él quitó sus garras del Ángel, al mismo tiempo que me soltó a mí.

—Espero no verlos por estos rumbos.

Dicho eso el Ángel dorado fue el primero en desaparecer seguidos por sus guardianes.

Solté un gran suspiro.

—Fue una locura…

Observé que Stolaz se tumbó en el suelo.

Todavía su antebrazo seguía transformado.

Me di cuenta que poseía un poder inigualable.

—Perdió la oportunidad.

Sabía lo que significaba eso.

—Lo sé pero precipitarnos sería contraproducente.

—Les hubiera cortado las cabezas a cada uno si no fuera por usted.

—¿Qué quieres decir? ¿Yo te lo impedía?

Me sentía curiosa por lo que había dicho.

Pero en lugar de responder mi pregunta, él pidió irse para liberar su cuerpo.

Yo también quería regresar al departamento y descansar.

Entonces le permití irse.

Sin duda el enfrentamiento con el misterioso Arcángel dorado me había dejado pensativa.

1
Martha Divas Delgado
uffff k misterio
Martha Divas Delgado
siiiiiiii lo sabiaaa es. arroyador k el clienta lo mismo k ella
Martha Divas Delgado
aaaaaaaa k es Kael es un ángel un humano ooooooo
Martha Divas Delgado
hola buenos días hermosa. AKI leyendo tu historia me encanta
Martha Divas Delgado
no no quiero k le Agan daño a Irina si es k está enamorada de Kael un umano
Martha Divas Delgado
siiiiiiiiiiiiii al fin
Martha Divas Delgado
aaaaa no no no no k pasa no por favor k llegue Kael a. salvarla
🌟Dianita🌟 🌻
Querida Lectora; los capítulos de esta novela ya están listos solo para subirse, actualmente la autora está escribiendo los siguientes capítulos de la otra novela 😊
Gracias por la comprensión ❤️
Faby Dsb
actualizas muy seguido esta novela, sería Bueno q Actualices la de cain también.
Martha Divas Delgado
woooooo más autora
Martha Divas Delgado
excelente me gusta
Martha Divas Delgado
aaaaaaaaaaay autoraaaaa Kien es buena muy buena
Martha Divas Delgado
wooooooooo autoraaaaa me gusta otra historia
Elizabeth Sánchez Herrera
más ➕ capítulos
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