NovelToon NovelToon
¿QUIEN ERES TU?

¿QUIEN ERES TU?

Status: En proceso
Genre:Traiciones y engaños / Matrimonio arreglado
Popularitas:228.6k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Adriánex Avila

Shania San Román está pasando por un momento difícil. Aunque es una mujer casada, parece soltera y su suegra es mas como una madre. Sin embargo ella no puede darse el lujo de querer a nadie, todos solo la aprecian por su fortuna, por su patrimonio o ¿NO?.

Ese marido inútil servirá para algo o ya no tiene remedio.

NovelToon tiene autorización de Adriánex Avila para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Cap. 20 Eres imposible.

De la mesa del frente, dos mujeres impecablemente vestidas, con el look de quien ha heredado fortuna y aburrimiento en partes iguales, comenzaron a lanzarle miradas a Camilo. No eran miradas discretas. Eran escaneos obsesivos, de esos que evalúan el precio del traje, el reloj, y al hombre que los lleva puesto, en ese orden.

Camilo, absorto en Shania y en los recuerdos del tráiler, ni siquiera las notó al principio. Se excusó para ir a saludar a unos socios en otra mesa.

Fue su error.

En el momento en que se alejó, las hienas se abalanzaron. Interceptaron su camino de regreso.

—Camilo Núñez del Prado, ¿verdad? —dijo una, con una sonrisa que mostraba demasiados dientes perfectos.

—Somos las hermanas Valdez. Nuestro padre trabaja con los tuyos en la junta directiva del club. Nos encantaría… conectar algún día. ¿Te parece si intercambiamos números? Para tomar un café, tal vez.

La otra asintió con entusiasmo, mirándolo como si fuera un postre que quería devorar.

Camilo las miró con genuina desconexión. Su cerebro, todavía empañado por Shania, tardó unos segundos en procesar la audacia del momento. Abrió la boca para dar una negativa cortés, pero firme, cuando su mirada se desvió por encima del hombro de ellas.

Allí, en su mesa, Shania los observaba. No parecía enfadada. Tenía una ceja elegantemente arqueada y una expresión de divertido interés, como una gata observando a dos ratones jugar cerca de sus garras.

Esa imagen fue el balde de agua fría que Camilo necesitaba. Su expresión se transformó al instante. La cortesía se evaporó, reemplazada por una frialdad glacial que hizo que las sonrisas de las hermanas Valdez se congelaran en sus rostros.

—Señoritas —dijo, su voz tan cortante como el filo de un cuchillo.

—Sean respetuosas. Allá, sentada junto a la ventana, está mi esposa —hizo una pausa dramática, dejando que la palabra resonara como un golpe.

—Creo que no se han dado cuenta, o les falta decoro. Por favor, la próxima vez que intenten esto, asegúrense de que el hombre no esté claramente acompañado.

Sin esperar respuesta, las dejó plantadas, con las mejillas encendidas de humillación, y regresó a su mesa. Se sentó frente a Shania, con el rostro aún serio.

Shania no dijo nada sobre el incidente. En cambio, miró por encima del hombro de Camilo hacia las hermanas Valdez, que ahora los fulminaban con miradas venenosas desde su mesa.

Entonces, con una sonrisa radiante, tan dulce e inocente como la crema de un pastel, Shania alzó su mano lentamente y, manteniendo la sonrisa intacta, les mostró el dedo del medio.

Fue tan rápido, tan obscenamente audaz y tan perfectamente ejecutado, que Camilo casi atraganta con su agua.

Las caras de las hermanas Valdez palidecieron de la rabia y la incredulidad. Abrieron la boca, pero ningún sonido salió. ¿Qué podían hacer? ¿Quejarse de que la esposa de Camilo Núñez del Prado les había hecho un gesto obsceno? Se convertirían en el hazmerreír de toda la alta sociedad.

Camilo las miró con una expresión que no dejaba lugar a dudas: un destello de homicidio en sus ojos grises. Era una advertencia silenciosa pero letal. Tóquenla y las destruyo.

Las mujeres agacharon la mirada, derrotadas y furiosas, y se concentraron en sus platos como si sus vidas dependieran de ello.

Shania, satisfecha, volvió a mirar a Camilo y tomó un sorbo de su agua con limón.

—¿Qué? —dijo, con falsa inocencia.

—Solo les estaba mostrando mi anillo de compromiso. Se ve precioso desde este ángulo, ¿no crees? —dijo inocentemente.

—Shain, preciosa, tu anillo de compromiso está en el otro dedo —dijo Camilo tratando de no morir de risa.

—Oh, ya decía yo que mi anillo no brilla como quiero —dijo haciendo un puchero encantador.

Camilo la miró, la adrenalina de la confrontación, mezclándose con la abrumadora atracción que siempre sentía por ella. Soltó una carcajada, una risa genuina y profunda que hizo que varias cabezas se volvieran en el restaurante.

—Eres imposible —dijo, sacudiendo la cabeza con incredulidad y admiración.

—Lo sé —respondió ella, sonriendo—. Pero soy tuya. Y aparentemente, tú eres mío. Así que acostúmbrate.

Y en ese momento, rodeado de miradas curiosas y de dos mujeres humilladas, Camilo supo que no quería acostumbrarse a nada más.

La atmósfera de complicidad y deseo que envolvía a Camilo y Shania se esfumó en el instante en que cruzaron la puerta de la mansión. La energía cambió de inmediato, volviéndose pesada, cargada de una tensión completamente diferente.

Allí, en el salón principal, sentados en el sofá como dos espectros del pasado que Camilo preferiría olvidar, estaban Mateo y Caterina.

Camilo se quedó paralizado en el umbral, su mano apretando instintivamente la de Shania. Su mente reseteada. ¿Qué hacían ellos aquí? ¿Más problemas? ¿Más acusaciones?

Pero fue Caterina quien se movió primero. Se levantó con una elegancia serena que contrastaba con la palidez de su rostro y la sombra de dolor en sus ojos. No miró a Camilo. Su atención estaba completamente puesta en Shania.

Con unos pasos suaves, se acercó a ella. Una sonrisa triste, pero genuina, tocó sus labios.

—Hola —dijo, su voz era un hilo de seda, suave pero firme

—Soy Caterina. La supuesta hija de ese maldito. —No hubo ambigüedad en sus palabras, solo un desprecio claro por Joaquín.

—No te preocupes, no he venido a causar problemas.

Shania, que se había puesto instintivamente en guardia, relajó ligeramente su postura, pero su mirada se mantuvo alerta y analítica.

Caterina continuó, mirándola directamente a los ojos como si estuvieran solas en la habitación.

—He vuelto solamente para dar mi declaración. Para que de una vez lo destruyamos. Lo que me hizo… lo que intentó hacerte… no se puede quedar así. —su voz tembló levemente, pero no se quebró

—Así que, si no es mucha molestia, voy a declarar en tu favor.

El silencio que siguió fue absoluto. Shania se quedó mirando a la joven, y por primera vez desde que Camilo la conocía, pareció genuinamente sin palabras. La furia y la determinación en los ojos de Caterina eran tan reales, tan crudas, que no podían ser fingidas.

Shania no murió de emoción. Eso era para personas menores. Pero una oleada de triunfo estratégico, puro y frío, barrió con cualquier otro sentimiento. Una aliada de peso. Mateo tenía su coartada, su venganza personal. Pero Caterina… Caterina era la víctima directa. Su testimonio no era solo sobre fraude o ambición; era sobre un crimen repugnante. Era el golpe de gracia.

—No es ninguna molestia —respondió Shania, y su voz sonó más suave de lo usual, casi maternal.

— Eres una mujer valiente. Gracias, Caterina.

Camilo finalmente encontró su voz, dirigiéndose a Mateo, quien observaba la escena con una expresión sombría.

—¿Estás seguro de esto? —preguntó, su tono era de preocupación genuina, no de rechazo

—Él no se va a quedar quieto.

Mateo asintió, sus puños apretados.

—Ya hemos estado quietos demasiado tiempo. Él arruinó la vida de mi madre, la de Caterina… intentó arruinar la vida de mi prima y por lo que veo, también intentó arruinar la tuya —dijo, mirando a Shania.

—Es hora de que pague.

Shania extendió su mano hacia Caterina. No para un apretón de manos, sino en un gesto de solidaridad.

—Entonces lo haremos caer juntas.

Caterina tomó su mano y la apretó con fuerza. En ese momento, una alianza nació en la sala de la mansión. No estaba basada en el cariño, sino en una causa común: la aniquilación de Joaquín San Román.

Camilo observó a las dos mujeres, una su esposa, un huracán de fuerza y luz, y la otra, una joven cuya vida había sido marcada por la oscuridad de su propio padre. Juntas, eran imparables.

El camino hacia la demanda ya no parecía un campo minado aterrador. Parecía, por primera vez, un camino hacia la justicia.

1
Elo Tor
hay pobres mujeres y catalina fue la más aplastada en todos los sentidos, ojalá con cariño y apoyo salga adelante
MARCE MIRANDA
Que bueno que llego la mamá de mateo,. sera de vital apoyo para catalina.. es un he
Jesus Castro Montero
Hojala ese Juaquin se pudra en la cárcel por que se lo merece 💜💜
Jesus Castro Montero
Juaquin tiene que pagar caro todo el daño que a causado
Elvira Fretes
Gracias bella Adrianex por los capítulos ❤️
Elvira Fretes
Es hora que Joaquín pague por todo el daño y dolor que causo, Catalina debe ser fuerte para afrontar a ese miserable
Elvira Fretes
mi corazón 💔 se rompe con el sufrimiento de Catalina 😥, jajaja Jonas y Janet la pareja del buen comer, jejeje
Guadalupe Aviles
digo lo que es la boda y digo por que es así mientras camilo y Shania pasan por buen momento catalina y mateo se están desmoronando en vida por un ser terrible y aunque shania paso higual por un infierno pero por lo menos con ella luchan personas genuinamente a su lado
Betty Saavedra Alvarado
Catalina la vida no es fácil superarás este duro momento tienes el apoyo de tu mamá y Mateo
Elvira Fretes
Vanesa y Catalina terminarán de destruir a Joaquín, ese viejo apestoso 😡
Elvira Fretes
jajaja, el juez dió su sentencia,,será el padrino, será un bebé muy protegido y criado con valores. Carolina y Daría espero sigan el consejo del juez.
Marcela Lopez
excelente
Jesus Castro Montero
Hora a fabricar ese bebé para que el juez zea el padrino así que apurense en hacerle caso al juez🤣😂🥰
Maria Gonzalez Gonzalez
esas pinches viejas patéticas no valoran la vida y juventud que aún tienen y solo se dejan llevar por la hipocresía del que dirán de la sociedad 🙄🤔
Marleys Sofia Cervantes
Excelente
Betty Saavedra Alvarado
Catalina tienes el apoyo de tu madre y Mateo ahora Joaquín cadena perpetua
Ana Elena Jiménez
y ustedes empiezen a disfrutar de su amor
Ana Elena Jiménez
par de brujas vayan a lamer sus heridas bien lejos si es posible en el fondo del océano sería genial 🤭
Ana Elena Jiménez
jajajaja jajajajajaja están avisados
MARCE MIRANDA
me encanta la energia de Jonas y Janet por comer.., son unicos.
pero me parte la tristeza de Cata., como la consume
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play