TODO EMPEZÓ POR UN RAYO

PAOLA: Está bien, ¿pero como hago si llueve?

DANIEL: Yo le voy a decir a la señora Loli que este pendiente y te acompañe.

PAOLA: Está bien, pero no va a ser lo mismo.

DANIEL: Lo sé cariño, pero te hará compañía, y tienes que tranquilizarte, trata de controlar los nervios que no va s pasar nada.

PAOLA: Voy a tratar, pero si no me voy a dormir con la señora Loli.

Daniel la besó, la l*juria comenzó aparecer y Daniel le acariciaba los s*nos por encima del brasier, ella también acariciaba su espalda y después sintió como el desabrochaba él brasier, se lo quitó y lo puso a un lado en la roca, ella quería experimentar algo más, hizo que Daniel se levantara para ella quedar de rodillas ante el, quería devolver lo que él le ha hecho por ella.

Despues que ella terminó, el se sentó y la hizo sentar encima de él, ella comenzó a mover sus caderas de adelante hacia atrás mientras el disfrutaba, después cambiaron y continuaron hasta que los dos terminaron, Daniel sabía que no regresaría pronto y quería irse con un buen momento junto a ella, quería disfrutar al máximo cada minuto con su mujer.

Daniel miró a la mujer debajo de él, la besó tiernamente y dijo.

DANIEL: Te quiero.

PAOLA: Yo también te quiero.

DANIEL: Levántate y vístete, se va hacer de noche.

La feliz pareja llegó a casa, cenaron y fueron a su habitación, allí vieron películas juntos, Daniel quería aprovechar cada minuto junto a su mujer; esa noche volvió la lluvia, Paola se asustaba pero no como antes, pero igual le daba miedo y se acordaba de su madre, era algo que ella estaba segura que nunca iba a olvidar por más que lo intentara.

La pareja no desaprovechó la oportunidad para vivir su momento de pasión, y disfrutar cada segundo, esos días Daniel solo iba a supervisar trabajo por una hora y regresaba junto a su mujer.

Llegó el día que Daniel no quería, mucho menos Paola, ella vio la maleta en la cual iba introduciendo algunas mudas de ropa, Paola miraba con tristeza, pero Daniel le dijo.

DANIEL: No te pongas así, me haces sentir mal, yo no quiero ir, pero tengo que hacerlo.

PAOLA: Si, lo se, pero me vas hacer mucha falta.

DANIEL: Y tu ami, cambiaste mi mundo chiquita linda.

Él le dio un beso, terminó de guardar la ropa y salió con ella agarrada de mano, y con la otra llevaba la maleta, antes de abandonar la habitación le dio la última mirada y suspiró.

Daniel se fue y Paola se quedó mirando hasta que él auto desapareció de su vista, ella entró a casa y fue a la habitación al entrar sintió un vacío enorme al saber que el hombre con el que compartía y ama tan intensamente se Había ido y no sabia por cuanto tiempo.

Una semana más tarde, Daniel ya estaba instalado en su oficina resolviendo el problema de su empresa, llamaba a Paola una ves al por la diferencia de hora, el estaba en Rusia y ella en Cartagena Colombia.

Paola sabia que le esperaba un largo periodo de tristeza y desolación, pero iba a poner de su parte por su salud, ya que no tenia apetito por la comida, no queria que Daniel llegara y la encontrara demacrada.

Loli la señora de confianza de Daniel se ocupaba siempre de la casa, que todo estuviera en orden, paola ayudaba, pero poco, Loli la veia triste y siempre buscaba la manera de animarla.

Daniel desde que llegó a Rusia se dedicó a su empresa, estaba absorto en su empresa, quería terminar con todo para volver con su mujer, tenía una semana completa sin comunicarse con ella, pero tenía que estar concentrado para lograr su objetivo.

En casa estaba Paola vomitando y con mareos, Loli estaba preocupada por ella, ya tenia varios dias viendola sentirse mal, pero Paola sabia a que venia todo ese vomito y mareo, saco su cuenta y confirmo que si estaba embarazada tenia 6 semanas, le contó a Loli y le pidió compañía para ir a la clínica, las dos mujeres llegaron y las atendieron después de media hora, fueron a un médico particular, allí le hicieron exámenes y le confirmaron su embarazo.

Paola no sabía si llorar o reír, sentir felicidad o tristeza, nunca habia tocado el tema de hijos con Daniel, ella no sabía que hacer, se suponía que se estaba cuidando, pero se acordó que fue por su culpa, por no comprar la pastilla cuando tuvo la primera vez, ella se regaño mentalmente, sabía que todo era culpa de ella por confiada.

Paola salió de su trance y le contó todo al doctor, estaba nerviosa esperando lo que le diría el doctor.

— El uso de las pastillas anticonceptivas o inyecciones al inicio del embarazo, generalmente no afecta el desarrollo del bebé, igual vamos a realizar una ecografía.

Loli estaba emocionada porque sabía que ese bebé le cambiaría la vida a Daniel.

Paola se cambio, se acostó y luego el doctor hizo la ecografía de forma v*ginal, en la pantalla se vio el saco gestacional, el doctor le dijo que crecia un milímetros por día.

El doctor notaba el nerviosismo de Paola, pero Loli oraba mentalmente para que todo saliera bien, después de unos segundos las mujeres escucharon los latidos del corazón, Paola lloró por la confusión, sabia que el momento de escuchar el latido fetal es más que un momento bonito, escuharlo por primera vez, escuchar sus latidos del corazón, es sin duda, uno de los momentos más importantes y emocionantes que existen durante el embarazo para cualquier padre o madre, pero también sabía que ese no era su caso.

Ella lloraba, pero mirando la pantalla y escuchando los latidos de su hijo se tranquilizó, ella iba a querer a su hijo así no haya sido planeado, así Daniel no lo aceptara.

El doctor termino la ecografía y le dijo que el embarazo se desarrollaba de forma correcta, que no tenía ninguna anomalía.