**Sinopsis**
En un mundo donde la biología define roles y los instintos son incontrolables, dos hombres de mundos opuestos se ven atrapados en una ardiente atracción. Leon, un alfa dominante y poderoso empresario, ha rechazado el amor… hasta que Oliver, un omega dulce y sensible, entra en su vida como asistente. Lo que comienza como un deseo prohibido pronto se convierte en una intensa relación marcada por celos y secretos. Cuando verdades devastadoras amenazan con separarlos, deberán enfrentarse a su pasado y decidir si su amor es lo suficientemente fuerte para desafiar las estructuras que los mantienen apartados. ¿Están dispuestos a arriesgarlo todo por un futuro juntos?
NovelToon tiene autorización de D.Winters para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 15: El Punto de Inflexión
La atmósfera en la lujosa habitación del hotel se había transformado. La suave música de fondo había sido reemplazada por el latido acelerado de dos corazones que se debatían entre la pasión y el miedo. Oliver y Leon se encontraban en un punto crítico de su relación, un umbral que los obligaría a tomar decisiones que podrían alterar no solo sus vidas, sino también sus carreras.
—Leon, no sé si esto es lo correcto —dijo Oliver, su voz entrecortada, mientras se apartaba ligeramente, buscando el equilibrio entre su deseo y su instinto de autoprotección.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Leon, sintiéndose herido por la incertidumbre reflejada en los ojos de su pareja—. No puedes estar hablando en serio.
—Es que... —Oliver se pasó una mano por el cabello, nervioso—. Todo lo que está pasando con Will, los rumores, la presión en el trabajo... Siento que nos estamos metiendo en un terreno peligroso.
Leon sintió que un nudo se formaba en su estómago. La realidad de su situación comenzaba a calar hondo. —Pero esto no es solo físico, Oliver. Lo que siento por ti es real. Estoy dispuesto a luchar por nosotros, enfrentar lo que venga —afirmó, intentando transmitirle su determinación.
Oliver se movió hacia la ventana, mirando hacia abajo mientras las luces de la ciudad parpadeaban a la distancia. Parecía una metáfora de su propio estado emocional: un caos fulgurante de posibilidades y la certeza de que la oscuridad estaba más cerca de lo que imaginaban. —Lo sé, pero no puedo ignorar que Will está a la vuelta de la esquina. Ha comenzado a hacer comentarios y a mirarme de una manera... que me pone inquieto.
—¿Y si le hacemos frente? ¿Y si le decimos que esto no puede seguir así? —Leon argumentó con pasión, sintiendo la urgencia de conectar con Oliver, de hacerle ver la importancia de su amor.
La tensión entre ellos crecía, como una cuerda tensa que estaba a punto de romperse. Oliver giró para mirar a Leon, sus ojos reflejando una tormenta de emociones. —No se trata solo de nosotros, Leon. Hay mucho en juego. Puede afectar nuestras carreras. Ya has visto lo que ha pasado con otros empleados en la empresa que han cruzado la línea.
—Pero eso no significa que debamos dejar de pelear por lo que tenemos. —Leon se acercó, tomando las manos de Oliver en las suyas—. No todo el mundo tiene la suerte de encontrar algo tan especial.
El silencio cayó entre ellos, cada uno metido en su propio universo de pensamientos. A medida que el tiempo avanzaba, cada instante se sentía cargado de valor y de repercusiones. En la distancia, el murmullo de la ciudad se convirtió en un eco lejano.
—¿Qué pasaría si nos descubren? —preguntó Oliver finalmente, la voz en un susurro—. No creo que pueda soportar perder no solo a mi pareja, sino también a mi trabajo.
—Podríamos ser sinceros —respondió Leon—. Contarle a la empresa que tenemos una relación. No somos los primeros en hacerlo.
Oliver frunció el ceño, un gesto que resaltaba su inquietud. —No estás viendo el panorama completo. Will no se quedará quieto; puede hacer que nuestra situación se convierta en un escándalo. Ya lo ha hecho antes.
Las palabras de Oliver resonaron en la habitación como si fueran disparos en medio del silencio. Leon sintió que su mundo empezaba a tambalearse; toda la pasión de su amor se encontraba en una balanza precaria.
—No podemos seguir viviendo así —dijo Leon, su voz firme, intentando aferrarse a la claridad en medio del caos—. Cada día que ocultamos esto, estamos eligiendo el miedo sobre el amor.
Oliver se soltó de la mano de Leon, retrocediendo un paso. Su rostro mostraba una mezcla de desolación y vulnerabilidad. —No sé si estoy listo para perderlo todo por esto, Leon.
—¿Y si te digo que lo haría? —Leon respondió, sintiendo que las palabras brotaban de su corazón—. Haría cualquier cosa por ti.
La mirada de Oliver se suavizó, pero también se llenó de tristeza. —No deberías tener que hacerlo. Esa no es la manera de amar. Tal vez deberíamos darle un tiempo a esto, para evaluar lo que realmente queremos.
Las palabras cayeron como un balde de agua fría sobre Leon. Un tiempo. Era exactamente lo que no quería oír. Sin embargo, en lo profundo de su ser, sabía que había algo de verdad en lo que decía Oliver. Pero no podía dejar escapar su amor tan fácilmente.
—Tú significas todo para mí —dijo Leon, notando que su voz se quebraba—. No puedo imaginar un futuro sin ti.
Oliver se acercó nuevamente, sus ojos brillantes con lágrimas no derramadas. —Yo tampoco quiero perderte, pero tengo que ser honesto. La presión es abrumadora y siento que estamos en el borde de un precipicio.
El aire se tornó pesado entre ellos. León sabía que llegaba el momento de tomar una decisión. La vida en la que ambos habían estado inmersos durante tanto tiempo estaba en juego, y el eco de sus palabras se convertía en el rugido de la verdad.
—Podemos hacerlo juntos —dijo Leon, la voz más fuerte—. No voy a dejar que el miedo nos separe. Si enfrentamos esto juntos y encontramos un camino, quizás descubramos que la vida nos puede sorprender.
Oliver suspiró, intentando procesar el torrente de emociones que lo abrumaban. —¿Y si nos enfrentamos a esto, y después de todo no somos suficientemente fuertes?
—Seremos más fuertes juntos. —Leon hizo una pausa antes de añadir—: Pero si no lo intentamos, nunca lo sabremos.
Oliver se detuvo, observando a Leon con atención, como si buscara alguna señal de debilidad en aquella declaración. Pero en el fondo, comprendía que el amor crece en la adversidad, y que cada desafío que superan podría ser una oportunidad de unirse aún más.
—De acuerdo —dijo finalmente, con una determinación renovada—. Si vamos a hacerlo, lo haremos de la manera correcta. Sin miedo, sin excusas.
La decisión se sintió como un alivio entre ellos. El aire se volvió más ligero, como si un nuevo horizonte se abriese ante sus ojos. Esa noche, decidieron que no solo lucharían por su amor, sino también por su placer en vivir, incluso si eso significaba desafiar a los que amenazaban con separarlos.
Mientras se abrazaban, Leon sintió cómo el latido de sus corazones se sincronizaba, y en ese momento, comprendió que el amor, a pesar de los riesgos, siempre iba a valer la pena. El futuro podría ser incierto, sí, pero juntos estarían listos para afrontarlo, sin importar lo que viniera.