La historia de amor entre un vampiro y una bruja...en le medio hay una alfa que no va a permitir que ellos estén juntos...
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LEGADO OSCURO
La batalla en la cueva era una tormenta de luz y sombra. Los Hijos de la Sombra se enfrentaban a Adrian, Elara y Caelum con una ferocidad implacable. El Espejo de la Noche, ahora en el centro del conflicto, reflejaba las intensas luchas y la desesperación de los combatientes.
En medio del caos, Elara se encontraba empapada en sudor y cansancio, pero la determinación en sus ojos era firme. La traición de Adrian la había dejado herida, pero la necesidad de proteger el Espejo y detener a los Hijos de la Sombra era más grande que cualquier dolor personal.
De repente, el líder de los Hijos de la Sombra, un hombre imponente con una presencia que emanaba una maldad palpable, apareció en el centro de la sala. Su mirada oscura y fría recorrió a los combatientes, y una sonrisa cruel se dibujó en su rostro.
—Finalmente, el momento ha llegado —dijo el líder con una voz que parecía resonar en la cueva—. La esencia del Espejo está casi dentro de nuestro alcance. Solo queda un último paso para asegurar su poder.
Elara, observando al líder, sintió un escalofrío recorrer su espalda. Había algo en su presencia que la perturbaba profundamente, una sensación de peligro más allá de lo tangible. Pero la urgencia de la situación no le permitió distraerse.
—¡No dejaremos que te lleves el Espejo! —gritó Elara, desafiando al líder mientras se preparaba para atacar.
El líder levantó una mano con un gesto de calma despreciativa.
—No es el Espejo lo que deseas proteger, Elara. Es algo mucho más profundo y oscuro. Tú misma estás conectada con el legado que buscamos.
Las palabras del líder hicieron que Elara dudara. La mención de un "legado oscuro" despertó una inquietud en ella. Mientras luchaba, no podía dejar de pensar en lo que el líder había dicho. Su intuición le decía que había algo más, algo que estaba a punto de revelarse.
Con un movimiento repentino, el líder se volvió hacia Adrian, que estaba luchando contra los Hijos de la Sombra con una intensidad que no había mostrado antes.
—¿Crees que puedes redimirte simplemente luchando, Adrian? El mal no se deshace con actos heroicos; es un legado que llevas dentro.
Adrian miró al líder con furia y confusión. Su pasado estaba lleno de oscuridad y dolor, pero él había decidido luchar por redimirse. Sin embargo, las palabras del líder le hicieron cuestionar si su esfuerzo era en vano.
En ese momento, el líder extendió una mano hacia Elara, su mirada fija en ella con una intensidad que parecía penetrar en lo más profundo de su ser.
—Elara, es hora de revelar la verdad que has llevado ocultando. Eres la heredera del poder oscuro que buscamos.
Elara se quedó paralizada, sus pensamientos se tambalearon ante la declaración del líder.
—¿Qué estás diciendo? —preguntó, su voz temblando—. No tengo nada que ver con esto.
El líder sonrió con una mezcla de triunfo y maldad.
—Tus orígenes están más conectados con el poder del Espejo de lo que imaginas. La verdad de tu linaje es que eres la descendiente de una antigua línea de brujos oscuros, una línea que buscaba dominar el poder del Espejo. La maldición de tu sangre te vincula con la oscuridad que buscamos.
Elara sintió un torbellino de emociones. Sus recuerdos de su familia, sus orígenes, todo parecía tambalearse. La revelación del líder sacudió su sentido de identidad, y su conexión con el mal era una verdad que nunca había considerado.
—¡No es cierto! —gritó, su voz cargada de desesperación—. No quiero nada con ese legado oscuro.
El líder rió con frialdad, su voz resonando en la cueva.
—La verdad no puede ser ignorada, Elara. Acepta tu destino y ven con nosotros. Solo así podrás reclamar el poder que es tuyo por derecho.
Adrian, observando la angustia de Elara, sintió una nueva oleada de arrepentimiento. La lucha interna entre la traición y la redención estaba en su punto más álgido. Sabía que debía ayudar a Elara a enfrentar esta verdad, a pesar de las dificultades.
—Elara —dijo Adrian, su voz llena de determinación—. No permitas que te manipulen. No tienes que aceptar lo que te dicen. Estamos aquí para luchar contra el mal, no para convertirnos en él.
Elara miró a Adrian, reconociendo el apoyo en sus palabras. Aunque la revelación del líder había sacudido su mundo, la confianza en su propia fuerza y en sus amigos le daba un motivo para seguir adelante.
Mientras la batalla continuaba y el líder trataba de imponer su voluntad, Elara se preparó para enfrentar su legado oscuro y tomar una decisión que definiría su futuro. La verdad sobre su linaje podía ser una carga, pero también podía ser una fuente de fuerza. Junto a Adrian y Caelum, enfrentaría el desafío y lucharía por su destino, sin dejarse consumir por la oscuridad que le ofrecían.