A pesar de sus reservas iniciales, la conexión emocional y la química entre Nick Evans y Dayanne Wilson, es tan poderosa que los lleva a experimentar un deseo incontrolable de estar juntos. Esta sensación de atracción abrumadora los impulsa a explorar sus sentimientos y a desafiar sus creencias previas sobre el amor. Pero la situación entre ambos, se complicará por las propias inseguridades de Dayanne relacionadas con la intimidad, lo cual le impide entregarse por completo, aún cuando siente un deseo irrefrenable por Nick. A pesar de la intensa atracción que ambos experimentan, Dayanne lucha internamente contra sus propios temores y barreras emocionales que le impiden abrirse completamente a Nick y a la posibilidad de una relación significativa. Esta dicotomía entre el deseo abrumador y las inseguridades personales de Dayanne crea una tensión emocional que será crucial para el desarrollo de su historia juntos.
Los invito a leer esta hermosa historia de amor y superación ¡Disfrutenla!
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CAPÍTULO XIX REINCORPORACIÓN
Un día especial, era como Nick Evans catalogaba este nuevo día, en el que empezaba una nueva semana, pero era especialmente porque este día especial se reincorporaría Dayanne Wilson, su admirado tormento a quien no veía en persona desde hace un mes.
Dayanne que no se esperaba en lo absoluto la presencia de su jefe en la empresa, regresó a su trabajo con toda la energía positiva posible. Por supuesto, no se esperaba un recibimiento extraordinario de parte de sus colegas, más si estaba a la expectativa de que todo continuara marchando como antes de irse.
En cuanto el ascensor se abrió, se sorprendió de ver a Nick Evans frente a ella, al cruzar sus miradas, ambos volvieron a sentir esa conexión instantánea que hacía un mes los había arrastrado a unirse en un apasionado beso. Dayanne sintió que su cuerpo tembló y sus mejillas se sonrojaban profundamente, por ello, apartó la mirada, viendo a su alrededor, especialmente para comprobar que nadie mirara el estado en que se encontraba.
Nick por su parte, que también había sentido lo mismo, se sonrió travieso por la reacción de ella, y sobre todo el empeño que hacia al querer ocultarlo. Entonces se acercó a ella, que se había quedado fija en el único paso que dio para salir del ascensor.
. – Bienvenida… - Le dijo acercándose un poco más y dejando sin avisar un beso en su mejilla - ¿Cómo está?
Dayanne lo miró frunciendo el ceño ante su gesto, delante de los mirones que aunque querían disimularlo estaban atentos a ellos dos… Ella quería preguntarle qué hacía ahí, pero recordó que esa era su empresa, él podía estar si así lo deseaba.
. – Bien gracias… - Avanzó para quitarse de encima la mirada expectantes de todos - ¿Y usted? ¡Que sorpresa verlo por aquí…! - Le hizo saber y él volvió a sonreír, pero ella también se obligó a ignorar su sonrisa – ¡Buen día! – Saludo como siempre en voz alta y firme a sus compañeros, algunos respondieron con agrado dándole la bienvenida, otros se hicieron los desentendidos, algo normal para Dayanne que de igual forma los ignoró.
. – Pues, he estado aquí desde su partida – Dayanne se sorprendió al escucharlo y volteó a mirarlo – No se sorprenda, alguien debía hacerse cargo…
. – Pero yo creí… - Iba a decirle que creía que él estaba en Londres o cualquier parte del mundo, menos que siempre ha estado allí…
. – Luego le explicó… - Le informó sabiendo que tenían una conversación pendiente con respecto a su mes de ausencia – ¡Es fascinante verla TAN BIEN recuperada!
Soltó de pronto, literalmente devorándola con la mirada sin ningún tipo de escrúpulo, haciéndola consciente de su solemne y seductora presencia.
. - … Gracias… Supongo – Susurró sonrojada ante el inesperado halago disfrazado de cortesía, y rogando que nadie más lo haya escuchado.
Nick aprovechó su conmoción para acercarse un poco más, provocando un ligero escalofrío en la piel de ella, que apresuró el paso para llegar a la puerta de su oficina, pensando luego si esa sería buena idea cuando lo vio seguirla sin ninguna intención de despedirse… No pudo terminar su análisis porque él se adelantó a abrirle la puerta.
. – Siga – Le pidió nuevamente tan cerca y con su intensa mirada fija en ella, que la hizo sentir vulnerable y tan deseada al mismo tiempo – Espero le gusten las flores – Le dijo con su habitual sonrisa pícara en los labios cuando entraron a la oficina, que personalmente se encargó de decorarle con flores para recibirla.
Dayanne avanzó lo más que pudo para alejarse de él, y ya de espalda, mordió su labio inferior, indecisa y confundida por la atracción que sentía hacía él, y los gestos que tenía con ella para agradarla, como llenar su oficina de hermosos ramos flores, que ambientaban maravillosamente el lugar.
. – Están muy lindas, gracias – Dijo colocando su bolso sobre el escritorio y protegiéndose con él como si fuera una barrera entre los dos. Nick sonrió consciente de ello, y por su manía de dar gracias a cada instante… - No se hubiese molestado…
. – No es ninguna molestia para mí, al contrario, me encanta y más si usted las recibe con tanto agrado… - Reconoció al ver su mirada iluminarse, aunque sabía que obviamente, su presencia no le permitía disfrutarla con libertad. Y en virtud de ello, Nick se recordó lo fundamental que es respetar los límites, y la comodidad de la otra persona. Sabía lo que él quería, su interés romántico por ella, pero no quería presionarla, quería ir con calma, asegurándose que ambos estuvieran cómodos.
. – Bueno, la dejo instalarse – Le dijo con intención de darle su tiempo para que se relajara – En serio me alegra tenerla de vuelta, y especialmente poder verla…
Dayanne no supo que decir, sus palabras siempre la halagaban, pero también la seducían, incitándola a dejarse llevar por la tentación que él representaba, más sabía que no podía, que no debía ilusionarse con estar con un hombre que a leguas se veía exigente sexualmente hablando.
Nick Evans notó la tensión en Dayanne ante su flirteo, y decidió dejarla sola, por ahora… Mientras tanto, él se fue a su oficina, se acercó a la barra que allí había y se preparó una bebida para también calmar su inquietud. Estaba intrigado por la reacción de Dayanne y quería entender mejor su actitud y lo que estaba sucediendo entre ellos.
Dayanne, por su parte, se sintió aliviada cuando Nick salió de su oficina. Al cerrarse la puerta, botó el aire contenido. Ella no sabía cómo manejar la situación con la atención que él le estaba dando, para ella era una situación difícil de abordar.
Ambos se dedicaron a sus respectivas labores, ya que Nick concluyó que antes de despedir el día hablaría con ella respecto al trabajo, seguramente para ese momento, tal vez ambos habrían recuperado la compostura. Y en efecto, una media hora antes de partir, Nick se acercó nuevamente a la oficina de Dayanne, pero esta vez con una actitud más profesional, pues quería mantenerla tranquila y evitar situaciones incomodas, aunque le encantaba ver su reacción al tenerlo cerca.
. – Adelante… - Pidió Dayanne cuando tocaron a su puerta. Al verlo entrar, fue evidente su tensión sin pretenderlo.
. – ¿Podemos hablar unos minutos? – Pidió Nick de manera seria, pero cordial.
. – Por supuesto – Le dijo señalándole uno de los sillones para que tomara asiento. Nick lo hizo, y sin poder evitarlo observó lo diferente que se veía con lentes, a sus ojos, hermosa e intelectual – Dígame… - Interrumpió Dayanne su discreta inspección.
. – Ah pues quería hacer de su conocimiento que todos los valores que usted trazó durante este mes, cada transferencia y negociación la hemos realizado Steven y yo…
Dayanne lo miró con el ceño fruncido preguntándose la razón… Lo cierto era que dudaba que tuviera que ver por falta de confianza hacia ella.
. - ¿Y me dirá por qué? – Ciertamente ellos contaban con corredores que aunque a veces se apresuraban y realizaban malos manejos, también era indiscutible, que cumplían con las órdenes exigidas, es decir, las que ella demandaba.
. – Noto en algunos cierta indisposición hacia usted, quise saber por qué y también que esperar de ellos – Explicó Nick – El hecho de que no Introduzcan órdenes y realicen negociaciones de compra y venta por su cuenta, me confirma que el rendimiento de esta empresa siempre a sido gracias a su gestión, pero obviamente, ellos no lo ven así…
Con su explicación Dayanne entendió su posición, y el desconcierto que sintió antes quedó atrás…
. – Veo que nada de esto le sorprende… - Terminó Nick, considerando que algo más debía haber en la actitud de ellos hacia ella…
. – No, eso es algo casi que normal cuando es una mujer que los dirige, y su machismo desbordado no le permite aceptarlo…
. - ¿Está segura que es solo eso? – Preguntó con suspicacia, notando la incomodidad que le generó esa pregunta…
. – Sí – Se apresuró a decir - Y no se preocupe, que todo está bajo control… - Terminó pidiendo y confiando que él no insistiera más en lo mismo, pues bastante le ha costado mantener a ese trío en particular controlados…