Fin A Nuestro Matrimonio

Lucas se encontraba en una encrucijada en su vida. Había pasado semanas reflexionando sobre sus errores y buscando maneras de cambiar. A pesar de la distancia que ahora separaba a él y Valeria, su determinación por enmendar su pasado y luchar por su amor no había disminuido.

Cada mañana, Lucas se despertaba con un propósito renovado. Se comprometió a asistir a sus sesiones de terapia con más seriedad, enfocándose en abordar las causas subyacentes de su comportamiento y en cómo podría mejorar como persona. Se dedicó a aprender sobre la confianza y cómo reconstruirla, entendiendo que este proceso no solo era crucial para recuperar a Valeria, sino también para su propio crecimiento personal.

Además de la terapia, Lucas comenzó a involucrarse en actividades de voluntariado. Quería demostrar que su transformación era genuina y que estaba comprometido con el cambio real. Ayudar a otros y participar en la comunidad le brindaba un sentido de propósito y le permitía ver el mundo desde una nueva perspectiva.

Una noche, mientras revisaba algunas cartas de motivación que había escrito para sí mismo, Lucas decidió que era momento de dar un paso más. Se tomó el tiempo para redactar una carta a Valeria, en la que expresaba no solo su arrepentimiento, sino también su comprensión del dolor que había causado y su firme resolución de cambiar.

—Valeria —escribió Lucas—, sé que mis palabras no pueden deshacer el daño que he hecho, pero quiero que sepas que estoy trabajando incansablemente para ser la mejor versión de mí mismo. No espero que todo se solucione de inmediato, pero te pido una oportunidad para demostrarte que puedo cambiar y que aún creo en nosotros.

En el fondo, Lucas sabía que sus esfuerzos y determinación podían no ser suficientes para recuperar la confianza de Valeria, pero estaba dispuesto a luchar por lo que había perdido. Cada día era una batalla, pero su determinación era inquebrantable. No solo quería salvar su matrimonio, sino también convertirse en una mejor persona.

Con la carta lista, Lucas decidió buscar una oportunidad para entregársela a Valeria en persona, con la esperanza de que ella pudiera ver el cambio genuino en él. Sabía que el camino sería difícil y que la reconciliación no era garantizada, pero estaba preparado para enfrentar cualquier desafío que viniera con la esperanza de ganar otra oportunidad.

Lucas organizó una pequeña reunión en un café tranquilo, uno de los lugares que solían visitar juntos cuando estaban en la mejor etapa de su relación. Con la carta en la mano, esperaba con nerviosismo a que Valeria llegara. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que se vieron, y cada minuto que pasaba solo intensificaba su ansiedad.

Finalmente, Valeria entró al café. Al principio, se detuvo en la entrada, observando a Lucas con una mezcla de cautela y curiosidad. Lucas se levantó para recibirla, y le hizo un gesto hacia una mesa en un rincón apartado, donde podrían hablar con privacidad.

—Gracias por venir, Valeria —dijo Lucas, tratando de mantener la calma mientras la guiaba hacia la mesa. Valeria asintió sin decir una palabra, sentándose y mirando a Lucas con atención.

Lucas tomó una respiración profunda y comenzó a hablar, sus palabras llenas de sinceridad y humildad.

—He estado trabajando mucho en mí mismo, Valeria. He estado en terapia y he comenzado a hacer voluntariado, porque quiero demostrarte que estoy comprometido con cambiar y con convertirme en una mejor persona —dijo Lucas, sacando la carta del bolsillo y colocándola sobre la mesa.

Valeria observó la carta, sintiendo una mezcla de emociones. Aunque había decidido distanciarse, no podía evitar sentirse conmovida por la dedicación que Lucas mostraba.

—Sé que las palabras no pueden deshacer el daño que he causado —continuó Lucas—, pero espero que esta carta pueda darte una idea de cuánto me importa y cuánto estoy dispuesto a luchar por ti y por lo que tuvimos.

Valeria tomó la carta en sus manos, mirándola con atención. Lucas la observó, sintiendo una mezcla de esperanza y temor mientras esperaba su reacción.

—Gracias por el esfuerzo que estás poniendo, Lucas. Aprecio que estés dispuesto a hacer el trabajo necesario para cambiar —dijo Valeria, con una voz que mostraba tanto tristeza como gratitud—. Necesito tiempo para procesar todo esto y para decidir qué es lo mejor para ambos.

Lucas asintió, entendiendo que la decisión final no estaba en sus manos.

—Lo entiendo, Valeria. Solo quería que supieras que estoy aquí, dispuesto a hacer todo lo posible para enmendar las cosas, sin importar cuánto tiempo lleve —respondió Lucas, con una determinación palpable en su voz.

Mientras Valeria leía la carta, Lucas observó con esperanza, sabiendo que, aunque el futuro era incierto, había dado un paso importante en su camino hacia la redención. La determinación de Lucas no solo era un reflejo de su deseo de recuperar a Valeria, sino también de su compromiso con su propio crecimiento y cambio personal.