Emma es la villana celosa que acosa a la protagonista, pero tras ser descubierta y exiliada, se quita la vida. Ahora, un alma ha reencarnado en Emma y buscará cambiar el trágico final de la Villana, planea divorciarse cuando sea el momento y ganar una buena suma de dinero para vivir en paz, pero, ¡oh! sorpresa, su esposo no busca el divorcio y no planea dejarla ir, por el contrario, esta buscando ganar su amor, ¿pero por qué?, se supone que la historia no es así, el duque a quien ama es a la protagonista, ¿podrá Emma escapar de su esposo o este logrará enamorarla?
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capítulo 08- ataque.
Al llegar a la habitación, Emma vio al duque peleando con ambas bestias, cuando una ataca, se defiende usando su espada y ante el ataque de la segunda, esquiva el ataque causando que las bestias choquen entre sí, pese a que las dos bestias le doblaban la estatura, Gilbert era bastante ágil en la batalla incluso estando en un espacio cerrado, Emma se emociona al ver la batalla, ya que pese a parecer un hombre tranquilo y amargado, ¿quien diría que era bueno en batalla?, además se veía bastante atractivo con ese look despeinado y la camisa la cual deja ver su pecho, uno muy bien formado.
《Creo que estoy sintiendo cosas de mujeres ahí abajo.》aprieta las piernas.
Una tercera bestia entra a la habitación, yendo contra Gilbert, así que Emma corre deteniendo su ataque con la espada, la bestia presiona su garra contra la espada.
—¡Emma!, fuera de aquí, es peligroso.— le grita Gilbert.
— si, de nada por cuidarte la espalda.— responde Emma.
— no es momento de bromas, por favor, sal de aquí.— le pide.
Gilbert se veía preocupado, pero Emma no estaba dispuesta a huir, jamás huyo una batalla y no será la primera vez teniendo la oportunidad de pelear con un demonio. Gilbert trata de centrarse en su propia batalla, mientras a momento observa a Emma, quien ya estaba batallando con aquella bestia y para sorpresa de Gilbert, Emma sabía como atacar con la espada, además de esquivar los ataques, aprovechaba ese momento para hacerle un corte certero al cuerpo del demonio.
Realmente no esperaba que Emma pudiera pelear tan bien. Por su parte, trata de llevar a las dos bestias hacía el balcón, al seguirlo, Gilbert salta de ahí, siendo segundo por las bestias y es el momento en el que aprovecha para lanzar su ataque de magia, siendo una ola de fuego que cubre a ambas bestias, las cuales caen calcinadas en el jardín. Esto era algo que no podía hacer dentro o se podría provocar un incendio. Tan pronto se libro de esas dos bestias, se apresura para ir a ayudar a Emma, pero justo cuando estaba por subir, ve como Emma salta del balcón con la bestia tras de ella, Gilbert corre hacía ella atrapandola pero ambos ruedan por el jardín, aunque no atraparla, la bestia la hubiera alcanzado.
Emma se reincorpora notando que estaba sobre el duque y una mano toca el pecho descubierto de este, Emma aprieta un poco causando que Gilbert se sobresalte, pero al escuchar el gruñido de la bestia, se aparta, no era momento de ponerse a pensar cosas lujuriosas. Ahora que estaban fuera, Emma corre hacía la bestia aunque Gilbert le pide alejarse. La albina salta justo cuando la bestia lanza un ataque con sus garras, como se inclina por breves segundos, Emma aprovecha este momento para insertar la espada en la cabeza de la bestia, la cual emite un chillido y cae, Emma solo rueda por el pasto y se pone de pie.
Los guardias no demoran en llegar, aunque algunos vieron como la duquesa había acabado con esa bestia; Gilbert se acerca sosteniendola de los hombros.
— Emma...¿estas bien?, eso fue peligroso, te pudo haber lastimado o algo peor, no debes hacer eso.— le regaña, aunque se nota su preocupación.
— estoy bien, además fue solo un...—
Emma no termina de hablar, porque algo tira de su pie y la arrastra por el pasto, Gilbert intenta sostenerla, pero ve como se aleja de él y la sigue, notando que había un demonio más, este parecía un lagarto y era su lengua lo que había arrastrado a Emma. Al tenerla cerca la levanta del tobillo con sus garras y la observa.
— que belleza, te haré mi concubina.— ríe.
— lo siento, tengo marido y vengo con cría incluida, además gasto mucho y no me gusta compartir.— responde con sarcasmo.
— cállate, no te estoy preguntando, dije que eres mía.— responde el demonio.
— y yo dije que no.—
Aprovechando que estaba cerca de la cara del demonio, Emma le da una patada y el demonio la suelta, al caer, Emma se levanta y el demonio intenta golpearla, ella lo esquiva y en esa posición, aprovecha para darle un puñetazo usando toda su fuerza, lo cual causa una especie de explosión eléctrica en la cara del demonio y lo termina lanzando contra una pared.
— Emma...tú...— Gilbert estaba sorprendido por lo que ha visto.
Emma observa su puño y siente nuevamente un extraño cosquilleo, sintiendo que algo fluye dentro de su cuerpo, pronto ve como unas chispas azules se forman en su mano.
—¿que carajos?— se pregunta.
— magia, no sabía que poseía magia.— menciona Gilbert.
—¿magia?, ¿esto es magia?— Emma se veía fascinada.
Mientras tanto los caballeros confirman que el demonio esta muerto, el golpe que Emma le dio junto a la explosión mágica, le destrozo la cabeza por completo. Otros caballeros llegan a informar que la mansión esta a salvo, los demonios fueron eliminados y afortunadamente, solo algunos caballeros resultaron heridos, pero no hay bajas.
—¡oh!, el cloncito.— menciona Emma.— ¿donde esta tu mini-tú?— pregunta a Gilbert.
— ¿mi que?.— confundido.
— ush, el niño, nuestro hijo, ¿recuerdas?, tú versión miniatura.— le reclama.
— Lukas, nuestro hijo se llama Lukas.— frunce el ceño.
— pero de cariño le digo cloncito, porque es un tú, en miniatura.— responde Emma.
Uno de los caballeros le dice a Emma que el pequeño estaba a salvo, así que Emma pide que la lleven con él, seguramente estará muy asustado y confundido, esta noche se quedará con él, aunque espera que esos demonios no regresen.
Emma se apresuro a llegar con el pequeño, el cual apenas la ve, corre para abrazarla, Emma lo carga y Lukas esconde su rostro hombro, mientras llora, las nanas le dicen que el pequeño estaba asustado, pero aún así no dejaba de preocuparse por su madre.
— mamá es fuerte, derroto a los demonios, para que estés a salvo.— le explica.
— ¿d-derroto a los demonios?— pregunta entre sollozos.
— así es, papá y yo derrotamos a los demonios.— le asegura.
El pequeño se limpia las lágrimas y se abraza a Emma.
— mamá es increíble.— menciona bajito.
Emma solo sonríe y dice que ella se quedará con el niño, aunque ocupará la habitación de este, porque la suya esta destrozada, pero antes, le pide a las nanas que vean por Anne, la mujer se había desmayado y quiere que se queden con ella en lo que despierta. Gilbert llega hacía donde estaba Emma, viendo que se iba con el niño, así que los alcanza.
— es mejor que vengan a mi habitación, estarán más seguros.— le sugiere.
— duque, ¿es eso una invitación a calentar su cama?— sonríe ladina.
—¡Emma!, no hablo de eso.— desvía la mirada.— solo quiero que ambos estén seguros, no sabemos si esas cosas no volverán.
Emma puede notar que la expresión de Gilbert cambio ante lo dicho, quizás en cuestiones de cama tiene malos recuerdos con la verdadera Emma, y es que tan pronto Emma se embarazo, no volvió a dejarse tocar por el duque.
《Vaya forma de desperdiciar al buen espécimen que tenías.》piensa.
— de acuerdo. ¿Escuchaste?, nos quedaremos con tu padre.—
Lukas observa al duque un poco dudoso, pero asiente, Emma aprovecha para darle al pequeño en brazos al duque, ambos deben de convivir un poco. Lukas aun se pone un poco nervioso al estar en brazos del duque, pero se lo abraza acomodando su cabeza en el hombro de Gilbert, mientras ambos caminan hacía la habitación.
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Más tarde, el pequeño se había dormido en la cama, mientras que Emma se va hacía el sofá con una sábana, Gilbert por su parte se había ido un momento y cuando regresa ve a la albina acostada en el sofá.
— deberías usar la cama, Lukas se siente más cómodo cerca de ti.—
— entonces quédate tu a su lado, para que también se sienta cómodo contigo. Te lo dije, ¿no?, no dejemos que nuestras diferencias arruinen la infancia de ese pequeño.— Emma se mantiene firme.
Gilbert se acerca a Emma y se sienta en la mesa de la sala, para estar frente a la albina.
— ¿y que hay de nuestras diferencias?, ¿solo tenemos que fingir ante Lukas que nos llevamos bien?— pregunta con seriedad.
— no, podemos llevarnos bien, yo no tengo problema, pero tú pareces, algo amargado.— se burla Emma.
— deberías recordar porque me alejé de ti, me resulta difícil creer que podemos llevarnos bien.— frunce el ceño.
— cierto, creo que podemos dejar eso en el pasado, empecemos de nuevo, quizás no seamos una pareja melosa y amorosa, pero seamos llevemonos bien o al menos intentos llevarnos bien.— ofrece la mano Emma.
Gilbert se queda en silencio, pero observa fijamente a Emma, por lo que ve, no parece mentir, aunque no puede evitar dudar, aún así estrecha su mano.
Después de eso, Emma permaneció en el sofá y Gilbert se quedo en la cama para acompañar a Lukas.
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