Todos dicen que ella es la villana, que su pobre hermana, la heroína, es una victima de sus maldades y envidias, así que ella les demostrará lo que en verdad es ser villana y les arrebatará todo, a los que se atrevieron a menospreciarla. Layla Amary, los hará desear haberla tratado mejor...
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capítulo 08...
Celestine finalmente fue convocada a una audiencia con el emperador, ella le explica sus razones de querer romper el compromiso y asegura que eso, no afectará el hecho de que el ducado siga apoyando al emperador, ya que es algo muy aparte, incluso esta dispuesta a pagar la compensación por la ruptura, lo único que quiere y que no soporta, es que su nieta Layla, siga siendo motivo de burla entre la sociedad al verse comprometida con un hombre que se ve con una amante. El emperador se queda en silencio, como hombre no puede estar de acuerdo por completo con la ex duquesa, ya que su padre el anterior emperador, tuvo un par de concubinas, entre ellas su madre, así que no le ve nada de malo, aún cuando él no tiene ninguna.
— si lo desea, estoy segura que mi hijo y su esposa, aprobaran el matrimonio de mi nieta Felicia y el príncipe.— agrega.
— he oído cosas de ella, nada favorables debo decir, ¿por qué nos convendría mejor que la señorita Layla?— pregunta con seriedad.
— el príncipe parece muy interesado en ella, mientras que a mi nieta Layla, la ha llegado a agredir, algo que no puedo tolerar.— responde con firmeza.
El emperador estaba enterado de todo eso, pero no creyó que llegaría a tanto como para solicitar una anulación de compromiso.
— creo que si ellos hablan, todo se puede arreglar, no tome decisiones precipitadas, madam Amary.— pide el emperador.
— majestad con todo respeto, si el príncipe tuviera intenciones de arreglar la situación, hace mucho ya habría dejado su romance con la hermana de su prometida, hasta eso suena humillante, engañarla con su la hermana de su futura esposa.— agrega con molestia.
Afortunadamente, ese reunión era privada o los ministros estarían escuchando las acusaciones en contra del príncipe y eso le traería muchas represalias en su contra, lo que no sería nada favorable para su próximo ascenso al trono. El emperador guarda silencio nuevamente, perder ese compromiso es demasiado arriesgado, pero si concreta uno con la joven que es de la misma familia, quizás no sea tan perjudicial.
— bien, será como usted quiere, pero, me gustaría ver a los duques y arreglar un nuevo compromiso con la señorita menor.— responde el emperador.
— si así lo desea. Agradezco su comprensión, majestad.—
El emperador llama a sus asistente para que traiga todo lo necesario, por suerte, la ceremonia de compromiso no se ha llevado a cabo en el templo, por lo que no se hará complicado romper el compromiso.
— la dote de mi nieta Layla se quedará como compensación por la ruptura.— asegura Celestine.
El emperador no se niega a aceptarlo, pues le agrada la idea de tener dinero extra, era una suma alta y esta sin duda iría a su cuenta personal.
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Celestine llegó al ducado, buscando a Layla para darle las buenas noticias, le entrego el pergamino de ruptura, firmado y sellado por el emperador, Layla agradece a su abuela, finalmente es libre de ese absurdo compromiso.
— yo se que nunca estuviste feliz con ese compromiso. Creo que al menos algo bueno hizo Felicia al actuar de ofrecida al príncipe.— menciona Celestine.
— es verdad, abuela, me has hecho muy feliz. Además, perder el compromiso con el príncipe heredero, no significa perder el trono.— Layla muestra una sonrisa ladina.
—¿que quieres decir? El príncipe no tiene hermanos.— ríe.
— pero su majestad el emperador tiene uno, el heredero legítimo.— Layla le pasa un retrato del duque Mondragon.— es un poco mayor, pero, con mi ayuda, puede tomar lo que es suyo.
—¡Layla!— grita sorprendida Celestine.— ¿que planeas querida? ¿Acaso quieres ir en contra del emperador y luchar por el trono?— pregunta sorprendida.
— si abuela, quiero que el legítimo heredero tome su lugar, el emperador actual no es tan perfecto como dice.—
Celestine no podía creer lo que escuchaba, Layla llama a Melinda quien trae una pequeña torre de documentos, los cuales deja sobre la mesa de té y Layla le pide a su abuela que los revise, que todo eso, es resultado de su investigación, una que empezó desde que tenía 14 años, pues las veces que iba al palacio se encargaba de investigar sobre lo que sucedía y había algo que llamo su atención, la muerte de la anterior emperatriz y la muerte de la esposa del duque Mondragon, Celestine estaba ante unos secretos que ni ella misma pensó que serían posibles.
— la exterior emperatriz, fue asesinada...¿es esto verdad querida?— estaba consternada.
El documento que lee Celestine, es el informe médico de la emperatriz, donde se menciona que los médicos a cargo de ella, encontraron altos niveles de venenos en su cuerpo, además de que, después de dar a luz al príncipe Hades, no volvió a embarazarse, debido a que por una sobredosis de anticonceptivos, su útero quedo dañado, este informe no salió al público, porque los documentos fueron robados y los médicos que sabían de esto, desaparecieron la misma noche que la emperatriz murió.
— existen dos posibilidades, el exemperador y la concubina lo hicieron, o fue solo la concubina, piénselo abuela, ella y su hijo eran quienes salían beneficiados.— menciona Layla.
—¿como encontraste estos informes? Dices que desaparecieron...—
— estuve buscando pruebas de corrupción y los encontré en un sótano en el viejo palacio del difunto exemperador.—
— si esto es verdad, el trono fue usurpado. Tal vez el príncipe Hades también fue envenenado y por eso quedo estéril.—
— no abuela, el duque Mondragon no es estéril, la esposa lo era, él solo la cubrió para que no fuera humillada por esa condición.—
Celestine deja salir un pesado y largo suspiro, jamás imaginó que su nieta le traería tanta información en un solo día. Si todo es como dicen esos informes, no pueden permitir que un sucio tramposo, siga en el trono. Pero su única opción es el duque Hades, solo él tiene aún el derecho de heredar el trono y si Layla desea ser emperatriz, deberá casarse con ese hombre, quien es mucho mayor que ella.
— ¿estas segura que es lo que quieres, querida?— pregunta la ex duquesa.
— si abuela, esto es lo que yo busco, además no podemos dejar el imperio en manos de un muchachito inmaduro que solo piensa con lo que trae entre las piernas.— expresa Layla.
— no hables así señorita.— deja salir un suspiro.— pero te doy la razón, él solo nos llevaría a la ruina.
Y si Felicia se casa con el príncipe heredero, la duquesa actual obtendrá más estatus al ser la madre de la princesa heredera y no puede permitir eso, esa mujer es ambiciosa, seguramente solo busca las riquezas del palacio para seguir gastando en sus lujos.
— mañana enviaré una carta al ducado Mondragon, pediré al duque te reciba y hablarás con él. Si acepta, dile que envíe la petición de matrimonio, tu padre no rechazará esa petición.— asegura Celestine.
— de acuerdo, abuela, por favor, resguarda esos documentos, que nadie más sepa de ellos.—
Layla se despide de su abuela para regresar a la residencia principal. Al llegar la duquesa la mira con una sonrisa altanera.
— ya me ha dicho tu padre que el emperador rompió el compromiso contigo. Parece que de nada te ha servido tanto estudiar, el príncipe prefiere a Felicia.— se burla.
— pobre Felicia, es tan poca cosa que recoge mis sobras, pero que se pueda esperar si es tu hija.— sonríe burla.
— ¿como te atreves a insultarme así? Solo mírate, no pudiste conservar tu compromiso.— la duquesa trata de mantener la cabeza en alto.
— eso es porque no me interesa conservarlo, el príncipe no me dejo, yo lo tiré, así que ahora tu hija puede recogerlo, después de todo eso les gusta, recoger sobras.— ríe.
Layla sigue camino pero deja que la duquesa escuche su risa burlona, causando que la mujer se ponga nerviosa, aun cuando quiso hacerla sentir mal, fue ella quien acabo humillada.
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