En la actualidad, en una ciudad donde todos viven apurados encontraremos a una chica promedio. Su deseo es ser actriz de películas, y su sueño es ser famosa. Estudió teatro, actuación, acrobacias e incluso se especializó en artes marciales para poder estar lista para cualquier papel que se le pudiera presentar.
Finalmente, después de tanta espera consiguió un papel en una película que pretendía retratar la vida de una mujer muy importante en la historia. No había podido conseguir el papel protagónico, pero como era su primera puesta en escena, estaba bien. Se había preparado para ese momento toda su vida.
Katherine llegó al set de filmación donde tenía que hacer su primera grabación que consistía en una escena de pelea entre concubinas. Pero tal fue su suerte que cayó desde el balcón de los camerinos, y murió.
Gracias a esa caida ahora estaba ahí, en una habitación lujosa y ella sin saber lo que había pasado, o siquiera dónde se encontraba en estos momentos...
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Cap #8
El visir Ei, padre de Sansa habló con Senebkay por un tiempo más y llegaron a un acuerdo.
Senebkay sabía de la situación del padre de Sansa porque después de la muerte de ella en la otra línea de tiempo, el visir se había dado cuenta del error que había cometido al aceptar mandar a su hija al harén del faraón. Y un tiempo después, pudo averiguar que su esposa, que supuestamente estaba en cautiverio, como rehén de su segunda esposa, en realidad había escapado de sus manos hacía ya mucho tiempo. Y que lo tuvo engañado desde entonces.
Por eso mató a su esposa, y a la hija de esa mujer que tanto ella adoraba como venganza, puesto que por su culpa Sansa había muerto dentro del harén del faraón. Porque él nunca quiso mandarla ahí, pero aquella mujer lo había amenazado con la vida de la madre de Sansa, y por ese motivo había aceptado.
La tragedia del visir Ei fue bastante conocida en aquel tiempo. Todo aquello, lo había llevado a él a buscar a la madre de Sansa. Y ahora solo tendría que encontrarla de nuevo y cambiar la historia.
Volvió a su palacio un poco más relajado, y como le gustaba hacer últimamente, se dirigió a su balcón para mirar aquel hermoso paisaje que ofrecía el imperio. Lo relajaba en cierta forma, mientras dedicaba sus pensamientos a los momentos vividos con su princesa Sansa.
Volviendo con Sansa, ella seguía con aquella expresión de maravilla en el rostro. Todo lo que había visto el día de hoy la había dejado muy asombrada. Incluso le pidió a Mona que compre algunas cosas para ella. Estaban de regreso a su mansión, cuando vio que frente a ellos en la calle había un disturbio. Varias personas rodeaban a un pequeño gato de color gris y ojos color cielo. El pequeño Ra saltó del regazo de Sansa, corriendo hasta donde estaba el otro pequeño gatito tirado.
Todos parecían querer quedarse con el pequeño gato y discutían por eso sin prestarle atención a la herida que tenía aquel gatito. Ra ya estaba al lado del pequeño y Sansa al ver que parecía gustarle a Ra, dijo;
- Hassa, parece que Ra quiere un amiguito. Y viendo esa situación, ninguna de esas personas es buen candidato para que lo cuiden, tráelo conmigo. Lo llevaremos a casa- mencionó aún mirando a la gente amontonada aún cerca del pequeño gato.
Hassa trató de refutar, pero Sansa insistió, por lo que Hassa tuvo que hacer lo que la señorita pidió. La gente cuando vio que Hassa agarraba al gato, trataron de discutir con él, pero al ver de quién era sirviente, se calmaron y más cuando Sansa habló nuevamente pidiendo por el gato, esta vez en voz alta para que todos la escuchen.
Así, ahora estaban regresando con un integrante más a la mansión de Sansa. Cuando llegaron, Mona curó y vendó al gatito de ojos azul cielo.
Pasaron el resto del día charlando, y comiendo las cosas que compraron en la ciudad. Sansa había insistido en compartirlos con los tres sirvientes que estaban con ella siempre y que la cuidaban.
Ya por la noche, cuando todos se alistaban para retirarse y dormir, se apagaron las luces y todo quedó en silencio. Sansa empezaba a cerrar los ojos cuando sintió que alguien había entrado a su habitación. Se quedó quieta, en silencio. Sintió que alguien se sentó a su lado y le acarició el rostro mientras decía;
- me alegra que estés de regreso mi querida princesa Sansa-.
Ella al sentir aquel tacto, se sintió extraña. Una cálida sensación, y seguridad al mismo tiempo. Abrió sus ojos de repente queriendo saber de quién se trataba, encontrándose así con los mismos ojos de aquel sueño. El hombre se levantó rápidamente con intenciones de irse tan rápido como había llegado, pero ella dijo;
- ¡detente!-
Y él se quedó quieto. Sansa se levantó y caminó hasta llegar frente a él. Lo miró fijamente, y su cuerpo pareció moverse sola, sin poder controlarlo, porque en ese mismo instante ella se tiró a sus brazos y empezó a besarlo.
Quién había entrado aquella noche fue Senebkay, quién tenía muchas ganas de verla y no se contuvo de ir a verla mientras dormía. Y ahora ella lo estaba besando.
Rápidamente él correspondió, abrazándola y haciendo que se pegue más a su cuerpo. El beso continuó y ya se estaba poniendo caliente la situación. Sansa se separó un poco y dijo;
- te extrañé tanto-, mientras le tocaba el rostro.
Sansa al recuperar su conciencia, y al verse en aquella posición, se sintió avergonzada y empujó a Senebkay, dándose la vuelta agarró un jarrón mientras decía;
-¿quién eres y qué haces en mi habitación?- sostenía el jarrón con ambas manos arriba con toda la intención de golpearlo, lo cual causó una sonrisa en Senebkay, al verla así. Se veía muy linda y lo dijo sin pensarlo;
- te ves muy linda mi pequeña Sansa-.
Ella se puso más roja al escuchar aquello. Ella sintió a Ra lamiendo su pierna, bajó la mirada por unos segundos, y al volver a mirar a Senebkay, él ya no estaba ahí. Se había ido. Miró por todos lados, revisó hasta debajo de la cama y no estaba.
-¿qué fue todo aquello?-, murmuró y en ese momento entró Sorah preguntando si estaba bien. Y que vino porque le pareció haber escuchado un ruido.
Sansa aseguró que todo estaba bien y que volviera a dormir. Ella se quedó acostada, pensando. Lejos de sentir miedo, lo que sintió fue seguridad al estar cerca de ese hombre.
Por su parte Senebkay, estaba con una sonrisa en el rostro.
- quizás pronto ella me recuerde. Por ahora tendrá algunas lagunas de sus acciones, ya que actuará por reflejo y no recordará nada después. Solo es cuestión de tiempo que recuerde absolutamente todo-, pensó y seguía con la sonrisa, hasta que puso un rostro serio y dijo;
- eso significa que también recordará todo lo malo que vivió-, y suspirando se sentó mientras se agarraba la cabeza y volvía a murmurar...
- solo espero que pueda razonar adecuadamente y no que no se deje vencer por esas emociones y sentimientos del pasado. No quiero que actúe impulsivamente y que eso le traiga consecuencias después-, suspiró profundamente y volvió a decir, -Creo que debería casarme con ella lo más antes posible-, concluyó.
como siempre leer tus novelas mis felicitaciones 👏