Diosa Reencarnada

La Reina Tatiana, interrumpe la conversación:

-Irina, hija, hay algo importante, que también debes tener en cuenta al tomar un concubino, si llegas a quedar embarazada de Gareth, ese niño será hijo del Emperador Egor por ley, y nunca podrás tenerlo a tu lado cuando se divorcien. Por eso, no debes quedar embarazada por nada del mundo. Te voy a dar unas píldoras que tu padre y yo perfeccionamos como alquimistas, para evitar embarazos no deseados-

-Lo sabemos madre, gracias, me llevaré esas píldoras. Pero, sigo pensando que Gareth es mi mejor opción; él como dragón, podrá volar para avisarles si algo me llegase a pasar. De todas maneras con mis poderes ya desarrollados, no tengo dudas de saber defenderme si alguien se atreve a dañarme. En fin, Gareth es mucho más útil que un guardaespaldas- sonrie a sus padres intentando tranquilizarlos, no quiere involucrarlos con la idea de la rebelión. Se despiden, el rey le ofrece hospedaje en el Castillo a Gareth, lo que acepta con agrado.

Durante todo el mes que Gareth vivió en el Castillo de Valkovia, se relacionó día a dia con Irina, sus sentimientos hacia ella eran firmes, aunque Irina, todavía no podía amarlo al 100%, su pasado con Egor, le impedían amar. Aunque compartían paseos agradables, salidas a la ciudad, donde nadie los reconocía.

Una mañana en la que caminaban por el jardín, Irina le propone ir juntos al pueblo de Cernet, donde en su vida pasada había conocido a la hija de Pierina, la partera de la madre de Gareth, la concubina Freya. Él acepta de inmediato.

Al llegar al Pueblo de Cernet, a orillas de un acaudalado río, sin recibidos por el jefe del Condado, quien les indicó dónde estaba la casa de Helena Saez, la hija de la fallecida Pierina. Irina, aprovecha para indicar que mandaran constructores, para reforzar el dique del río, y evitar una tragedia en el futuro, lo que el buen hombre agradece feliz, con muchas reverencias.

Ellos llegan a la casa de Helena. Tocan a la puerta de la humilde vivienda, una mujer de unos 34 años abre la puerta:

- Buenos días, ¿Eres Helena Saez la hija de Pierina?- pregunta con una sonrisa Irina.

-Si, soy yo ¿Quiénes son ustedes?- pregunta con desconfianza, viendo a los forasteros, vestidos como nobles.

-Soy la princesa Irina Smirnova. Él es el Duque Gareth Novikov. Segundo príncipe del Imperio. ¿Podemos pasar?- se presenta Irina.

-Bueno, pasen sientense ¿qué los trae a mi humilde casa?- pregunta Helena, sorprendida de verlos. Una vez adentro, y sentados. Irina procede a relatar, sin pérdida de tiempo el motivo de la visita:

-Tengo información, es decir tuve una premonición, como sabe soy hija de la Profeta, la Reina Tatiana... en mi premonición veía que a tu madre la asesinaron, al querer proteger a la concubina Freya, hace 20 años, quería saber, si ella te dijo algo de lo que pasaba en ese entonces en Palacio. Verás él es el hijo de Freya- le explica Irina. A la joven se le cristalizan los ojos con lágrimas.

-¡Gracias a la Diosa, que escuchó mis ruegos! ¡Esperen un momento!- ella se levanta y va a su habitación. Regresando al poco tiempo, con un cuaderno, envuelto en un trapo amarillento por el tiempo.

- Desde que la concubina Freya, quedó embarazada, mi madre fue designada para que cuidara de ella. Mi madre tenía la costumbre de escribir todo lo relacionado con el embarazo de las mujeres que cuidaba. Cuando murió, fui a recoger sus pertenencias, yo era una niña de 14 años, así que no vieron mal que entrara a su habitación-.

-Encontré en el doble fondo falso, de una gaveta, este cuaderno, ella decía que se lo entregara al hijo de Freya, si en el futuro, llegara a preguntar por su madre. ¡Por favor, hagan justicia por la concubina Freya y por mi madre!. Mi madre era una persona honesta, la acusaron de asesinar a la concubina, pero eso no fue cierto, ella era inocente, lo que hizo fue seguir las órdenes de la concubina para salvar a su hijo. Sin embargo, fue condenada a muerte- le entrega a Gareth el cuaderno, mientras unas gruesas lágrimas se derraman por su rostro.

-¡Muchas gracias, por haberlo conservado! ¡Te prometo que la muerte de tu madre y la mía, no quedaran impunes!- Gareth toma el cuaderno, evitando el contacto con la mano de la mujer.

Se despiden. Agradeciendo a Helena por haber confiado en ellos.

Al llegar al Castillo del Reino de Valkovia, en la habitacion de Irina, ambos se disponen a leer el diario:

"Mi nombre es Pierina Saez, nombrada partera cuidadora de la concubina Freya. Ella es una mujer gentil, y bondadosa, está muy saludable, le gusta alimentarse sobre todo de pescados y frutas, tiene 2 meses de embarazo, todo va bien"

Luego, realta sucesos sin importancia, del dia a dia. Hasta que leen algo en particular, que llamó su atención:

"La concubina Freya tiene 6 meses de embarazo. Hoy la visitó, la Emperatriz Yulia, está notablemente molesta por el embarazo de la concubina Freya, se ve muy celosa, le dijo que espera sea una niña, porque si llega a ser un niño, nunca permitirá tenga el rango de Príncipe, no puede competir con su hijo Egor. La concubina se rie y le respondió que su hijo, tendrá la fuerza suficiente para defenderse y que jamás dejará que lo intimiden y mucho menos el pusilánime de su hijo Egor, que en el futuro, el trono será para el más fuerte y ese será su hijo Gareth. La Emperatriz Yulia enfureció, abofeteo a la concubina tan fuerte, que la tiró en el piso. Tuve miedo por el embarazo. Llegó a tiempo el Emperador, ayudando a Freya, le prohibió a la Emperatriz que volviera a visitar a su concubina"

"Ahora la concubina Freya, tiene 8 meses de embarazo, está muy débil, casi no puede caminar, está demasiado hinchada, sus piernas, brazos y cara, está irreconocible, me pidió que le trajera dulces de coco, fui a la cocina, antes de entrar escuché a la doncella de la Emperatriz, hablar con la cocinera, le entregaba un sobre con un polvo de veneno, para que se lo continuara  agregando a los alimentos de la concubina, al escuchar eso, no entré a la cocina, regresé a la habitación, le informé de lo sucedido a la concubina Freya, pero ella apenas escuchaba, tenía dolores fuertes de vientre. Ordené que le avisaran al Emperador"

"El Emperador, llegaba corriendo ilusionado, pero al llegar, la concubina se transformó en una dragona dorada, y expulsó un gran huevo, en ese momento también llegaba la Emperatriz Yulia. Ella le dijo al  Emperador, que ese era un monstruo, que no podía permitir que ese engendro viviera, porque iba a desacreditar a la familia Imperial".

"Al poco tiempo, nace del huevo una especie de lagartija negra, todos quedaron horrorizados, la Emperatriz Yulia, gritaba que mataran a ese animal demoníaco, el Emperador Pável, atónito, no sabía qué hacer, la Emperatriz tomó un puñal y apuñaló al pequeño, y al mismo tiempo a la madre, quien se había movido para defender a su cría, la,abrazaba, le dio el puñal a Pável, y le dijo que tenía que terminar de asesinar a la madre, el Emperador tomó el puñal y apuñaló a la madre dragona por la espalda, quien estaba muy débil, después de haber recibido por tantos meses aquel veneno, que le quitó la posibilidad de producir fuego, solo un humo negro débil salía por sus fauces, además el parto, también la había debilitado, apenas podía moverse, ella solamente, intentaba proteger a su cría, un llanto desgarrador como un grito salía por su garganta"

"Cuando el Emperador Pável y la Emperatriz Yulia salieron. Me quedé horrorizada al ver a la dragona derrumbada en su último aliento de vida, con su cría en sus brazos sin moverse, solo podía consolarla a la madre dragona por la muerte de su hijo, pero ella me dijo débilmente al principio yo no entendía, pero ella seguía insistiendo entre sollozos, ella tomó el puñal y se abrió el pecho, jadeando ordenó: No me quedó más remedio que hacer lo que me indicaba, ella estaba muriendo. Al colocar el corazón aún palpitante de la madre, sobre el pecho de la cría recién nacida, el corazón fue absorbido magicamente, por el pecho del pequeño dragón, y comenzó a respirar, en ese momento, el dragón negro se transformó en un hermoso niño humano, comenzaba a llorar, lo envolví en una frazada"

"No se cómo se enteraron los Emperadores, tal vez fue el llanto del niño, que alertó a los guardias. Ellos regresaron, justo cuando yo me disponía a escapar con el niño, encontraron a la dragona muerta transformada en humana, su herida del pecho estaba cerrada. El Emperador Pável, tomó al niño entre sus manos. La Emperatriz gritó que yo había asesinado a la concubina, me acusaron de asesinato, me detuvieron. Lo último que supe, fue que maldijeron al niño por petición de la Emperatriz Yulia,  para que no pudiera reproducirse con ninguna humana, y así le quitaban la posibilidad de ser heredero a la corona".

"Ya no me queda tiempo, hoy seré decapitada, no estaré viva por mucho tiempo, solo espero, que el hijo de Freya algún día, pueda leer este diario y haga justicia por su madre, quien se sacrificó para que él siguiera vivo, gracias a su corazón".

Cuando Gareth termina de leer, sus lágrimas corren sin parar por su rostro, pudo entender, que sigue vivo gracias al mayor sacrificio que una madre puede hacer, dar su vida por su hijo.

Irina abraza a Gareth, ella lo consuela, diciéndole:

-Haremos justicia por tu madre, debemos hacer que su muerte no haya sido en balde, debes convertirte en el próximo Emperador- insiste que esa es la solución.

Gareth, asiente mientra la abraza sollozando su tristeza e impotencia, su corazón está muy conmocionado, su padre y su madrastra, asesinaron a su verdadera madre. Un odio profundo, se enraiza en su corazón, la venganza se dibuja en sus ojos.