Una Esposa Infiel.

(La soledad más dolorosa, es cuando me siento sola estando a tú lado.)

Ellen no tuvo tiempo para escapar. Enseguida es vista por Rolando, este la atrapa y rodea con sus brazos, cual fuera una bestia hambrienta.

Ellen _ ¿Que haces?

Rolando _ No tienes ganas de una aventura. Dice esto con una pícara sonrisa en los labios, haciendo una breve pausa pues lo que prosigue es devorarse mutuamente los labios.

Ellen _Yo. Yoo...

Rolando la sigue besando, juntos entre besos cada vez más sedientos y apasionados, caminan dentro de la librería otra vez. allí. En una de las mesas de lectura es que Rolando le sube la falda y al tocar el centro de Ellen.

Es que percibe que Ellen está totalmente entregada a la pasión.

Rapido sin pensarlo dos veces Ellen saca la camiseta de Rolando, al hacerlo las manos de Ellen, entran en contacto con la piel de Rolando y el deseo por poseer el cuerpo de Rolando se intensifica. La camiseta termina en el suelo junto con la blusa de Ellen y el resto de sus prendas.

Allí juntos se fueron entregando al placer, piel con piel.

Rolando invade la intimidad de Ellen. Es ella, la que con movimientos de cadera ondulantes, vuelve loco a Rolando, y este al sentir contacto constante casi puede sentir que toca el cielo sus respiraciones a mil. Ellen muerde el hombro de Rolando y se abraza fuertemente a el, sintiendo como llega al clímax.

Rolando aprieta las caderas de Ellen, mientras besa el cuello y oreja de Ellen los dos cuerpos al ritmo qué solicita la pasión, una entrega total.

Los gemidos de Ellen evidencian lo bien que lo está pasando.

No se dan cuenta que alguien los observa a través de un lente, al percatarse del movimiento en la tienda dio movimiento a la cámara de seguridad y grabo todo lo ocurrido.

Con una amplia y sardónica sonrisa.

Hombre de seguridad _ Esto le gustará al jefe, Ja, ja, ja.

Después de ahogar la pasión, Rolando reposará en el pecho de Ellen para recuperar el ritmo de su respiración. Al terminar de descansar, es que toma el rostro de Ellen con sus dos manos y la besa.

Ellen sonrie y le pregunta. _ ¿Acaso hoy no trabajas?

Rolando responde con una sonrisa de lado.

_ Debo de. Pero es que te estás convirtiendo en una adicción para mí, me la paso todo el día pensando en ti y mi deseo de tenerte entre mis brazos crecer más y más. No hago otra cosa que no sea pensar en ti. Dice Rolando mientras ve la forma indiferente en que Ellen se va vistiendo.

Ellen _ Apúrate y vístete o llamaremos la atención de los guardias de seguridad.

Rolando se da prisa para vestirse y se acerca a la espalda de Ellen y le deja un beso en el cuello.

Ellen siente como su cuerpo y todo su ser se estremece con cada rose y aproximación de Rolando.

Rolando _ Vamos a mi casa. Te prometo una rica cena.

Ellen que siente como algo vibra en su cartera, saca su teléfono y ve que es Felipe, atiende.

_ Dime.

Felipe _ Mi amor te vine a buscar a tu trabajo y veo que ya está cerrada la librería. ¿Estás cerca? Vine para invitarte a cenar.

Ellen_ Yooo. Yo estoy yendo a casa de mi tia.

Felipe _ Bien espérame allí yo te recojo.

Ellen _ Esta bien.

Mientras Rolando que estaba pegado a la espalda de Ellen escucha todo. Quedo paralizado.

Rolando en sus pensamientos se dice, esa es la voz de un esposo amoroso, entonces ¿Porqué es que hace lo que hace?

es acaso que sufre maltrato de ese hombre que parece un esposo amable y cariñoso o es acaso que le gusta jugar con hombres y eso es lo que soy yo para Ellen.

Carajo, es que sólo pensar en su nombre y sentirla cerca me vuelve loco.

Ellen de suelta de los brazos de Rolando y voltea a verlo, en el rostro de Rolando ve molestia al igual que muchas interrogantes.

Ellen _ No es lo que parece y aunque tú creas que mi matrimonio es un matrimonio ideal y que mi esposo es un hombre...

Rolando _ No creo que este sea el momento, ni el lugar para que hablemos. tienes mi número así que ahora vamos y en otro momento hablamos.

Ellen siente que la dulce y pícara sonrisa de Rolando se perdió y que quizá es mejor dejar de verlo. Antes que sus sentimientos crezcan mas por él.

Ellen se acerca a la puerta y le da la señal a Rolando de que salga el primero.

Rolando por un momento piensa y se da cuenta de lo frío que fue con ella. antes de salir se acerca a ella y le da un pequeño beso en los labios. Ellen se sorprende y lo ve a los ojos.

Rolando termina de salir se acomoda el cabello y empieza a caminar alejándose de ella, de su piel, su perfume, aunque esten verano puede sentir una fria brisa rosar su piel. Rolando se abraza así mismo por el frío que le causa la ausencia de Ellen cuando está junto a ella y toma su cuerpo, siente que es más y más insaciable.

Por otro lado Ellen se arregla la ropa y el cabello. En ese momento decide ir a una tienda de licores del centro comercial y allí comprar una botella de Pisco.

Ellen afirma y piensa para si misma una de dos, o me vuelvo adicta a hacer el amor o alcohólica.

Ellen baja del bus que la lleva cerca de la casa de la tía Silvina y camina con pasos lentos y sin ganas de llegar pues allí es que se encuentra Felipe.

Felipe que se encuentra apoyado en su coche mirando su teléfono mientras espera a Ellen, se siente molesto de tener que esperar a esta tonta mujer.

Felipe _ Cuánto más podrá demorar.

Felipe realmente ama a Ellen, es solo que para un hombre tan mundano como el, vivir con una sola mujer, aún más una con poca experiencia y la rutina, en fin eso piensa el, no es bueno comer siempre lo mismo, un poco de variedad no le viene mal a nadie, eso sí su mujer siempre en casa bueno y para que no se aburra el trabajo en la librería no le viene nada mal, es solo que ya es tarde, ahora mismo deberían estar juntos los dos en la cama, tocando todo su cuerpo y satisfacer toda la necesidad que ahora siente por Ellen.

Ellen _ Me tarde mucho. Le dice a Felipe con total descaro y molestia de tener que estar con el ahora, justo cuando ya no lo quiere ver. Es que este descarado le impone su presencia. Si no fuera por que quiere recuperar la herencia que sus padres le dejaron y Felipe tomó para fundar la empresa de importación y exportación.

Felipe _ Donde estabas. dice con molestia e impaciente. Al ver la ropa que trae puesta, Esa blusa blanca de botones, con el primero abierto dejando ver aquella zona donde el se distrae y la falda corta y pegada a su cuerpo color mostaza, sobre las rodillas, a el no le llama la atención la cartera que ahora cuelga de su hombro o la bolsa de mercado donde lleva la botella de Pisco. eso no es importante para Felipe.

Ahora mismo piensa recorriendo la exquisita figura de su mujer envuelta en poca tela, llamando la atención de cualquier hombre por allí.

Felipe _ ¿Cómo se te ocurrió vestirte asi?

Dice mientras con sus manos intenta abrochar el primer botón de su blusa.

Con una mano Ellen saca las manos de Felipe de ella.

Felipe aun mas molesto le da una fuerte bofetada a Ellen.

Ellen ya sin paciencia se da la vuelta y corre para entrar rápidamente a la casa de su tia, en su huida deja caer la botella de Pisco lo mismo que a Felipe, una y otra vez toca la puerta y le dice a Ellen.

Felipe _ Ellen abre la puerta. Vamos nena se me fue la mano. déjame entrar y hablemos.

La casa de la tía Silvina está rodeada de otras en las cuales viven personas y amigos de la tía Silvina, Ellen y hasta Cecilia que al ver el pequeño alboroto que causa Felipe salen de sus casas y ven con mala cara a Felipe.

Uno de ellos es Jorge, Un muchacho amigo de infancia de Ellen y Cecilia, Muy alto 1.84 Mt. contextura gruesa, de cariño Ellen le dice Coqui y Cecilia Chiquito.

Bueno pues el adorable y tierno Chiquito ahora esta parado en la puerta de su casa con los brazos cruzados y una muy mala cara observando fijamente a Felipe, ese hombre que le desagrada muchísimo, en especial desde la primera vez qué vio a Felipe cuando aun era novio de Ellen, estaba andando con otra chica. Después de aquella vez han sido innumerables veces las que se cruzo con Felipe así, es esas circunstancias. Pero allí está Ellen la tonta, la que le aguanta tremendos cachos más grandes que los de Lucifer.

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