Ángel, una hermosa chica, de 22 años, de mediana estatura, con bonito cuerpo , cabello muy largo, lindo rostro y sonrisa radiante, había llegado a Brasil con sus padres desde muy pequeña, infelizmente su madre murió de cáncer cuándo ella tenía 18 años y su padre murió en un accidente laboral dos años después dejándola sola ya que era hija única, no tenía más familiares solo sabía que ella era de Venezuela pero no recordaba casi nada de su país de origen, hablaba español perfectamente y no perdía su acento, como es de suponerse también manejaba muy bien el portugués, y además había estudiado italiano, era muy inteligente estudiaba y trabajaba, sus padres le habían dejado una cómoda casa, ella trabajaba y estudiaba, estaba en el último año de psicología.
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No saldré vencedora
Cuándo Ángel salió del cuarto Dasha estaba sentada en el mueble con la mirada perdida.
Ángel: ahora me dirás que pasa, supongo.
Dasha: no sé por dónde comenzar.
Ángel: tómate tú tiempo.
Dasha: por ahora solo puedo decirte que él es mi hermano, nosotros somos rusos y el quiere obligarme a volver a Rusia y yo no quiero, Ángel, no quiero volver allá (llorando).
Ángel: tranquila, bueno eres ya una mujer el no puede obligarte, pero, dime, ¿Que tan malo sería? Estarás con tú hermano y además tú enfermedad.
Dasha: no, no quiero volver allá, no quiero estar en la tierra de mis padres eso me dolería muchísimo, además mi hermano no sabe de mi enfermedad, y no le pienso decir.
Ángel: ¿Cómo que no le vas a decir? Tienes que hacerlo es tú hermano.
Dasha: no, no voy a hacerlo y tengo un gran motivo, por favor no me juzgues por lo que te diré: yo no he ido al hospital desde la vez que fuí contigo.
Ángel: ¡¿QUEEE?! Pero, ¿Por qué? Eso quiere decir que...
Dasha: si, sigo embarazada, y tomé la decisión de tener a mi hijo, quiero darle la oportunidad de que viva, no soy tonta, se que mi enfermedad está muy avanzada y sería muy egoísta de mi parte quitarle la vida a este bebé sabiendo perfectamente que más adelante perderé la mía.
Ángel: eso no puedes saberlo, tienes que luchar por tú vida.
Dasha: la decisión está tomada, he hecho cosas malas en la vida y este es mi castigo, así que voy a darme la oportunidad de hacer algo bueno en la vida y será cederle el derecho a mi bebé.
Ángel (llorando): tiene que haber una manera de salvar ambas vidas, después del parto puedes iniciar tú tratamiento y luchar por tú hijo, vivir para él.
Dasha: eso no será posible, yo siento que no, y quiero pedirte un favor inmenso.
Ángel: lo que quieras.
Dasha: no quiero que le digas nada a mi hermano, si él se entera me va a obligar a abortar, tiene el poder de hacerlo y yo no lo voy a permitir, quiero que me jures que no le dirás nada.
Ángel: te lo juro, pero en algún momento él va a notarlo.
Dasha: que se entere después que ya no se pueda interrumpir mi embarazo, le pedí que me diera un tiempo más aquí, cuándo regrese no podrá hacer nada tendré más o menos 5 meses de embarazo.
Ángel: ¿Que pasará con el bebé?
Dasha: después que nazca a él no le quedará opción, yo sé que lo amará, o por lo menos se encargará de darle un buen futuro, yo estoy segura de eso.
Ángel: entonces tú hermano no es tan malo, confía en él dile la verdad para que te ayude con lo de tú enfermedad Dasha no puedes rendirte así.
Dasha guardó silencio por un momento y luego respondió: mi hermano no es el problema, soy yo la que no quiero desgastarme en una lucha donde no saldré vencedora y tú lo sabes.
