Calina Belkin es una joven estudiante de ciencias veterinarias, quien sueña con graduarse e irse a vivir a Suiza, pero sus sueños se ven truncados cuando se ve obligada a contraer matrimonio con el mafioso mas peligroso de Rusia, Conocido como el demonio Ruso, Yerik, es un hombre frío, sanguinario, dejo de creer en el amor cuando su segunda esposa lo abandono con su pequeña hija recién nacida, desde entonces aborrece a las mujeres, pero se ve obligado a casarse para darle una madre a su princesa Alina.
Podrá Calina derretir el corazón de este hombre tan despiadado?
Podrá Yerik volver a confiar en una mujer y darse una nueva oportunidad en el amor? Acompáñame a descubrirlo...
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CAPÍTULO 7
( YERIK )
Hoy tuve un día de mierda, lo peor es que me pase el día buscando a esa chiquilla curiosa, pero los incompetentes de mis hombres no pudieron dar con su paradero, volví cerca de la medianoche a mi mansión estaba cansado y furioso, apenas entre lo primero que hice fue subir a ver a mi princesa, todas las noches dejo un beso en su cabecita antes de irme a dormir sea la hora que sea.
Llegué a su habitación y al entrar lo primero que veo es a mi princesa durmiendo abrazada a una rubia, me quedé perplejo observando tal escena, no entendía nada, hasta por unos segundo se me cruzó la idea de que me había equivocado de casa, luego de asimilar lo que estaba viendo, me acerque Hasta la cama, la larga cabellera de la rubia tapaba su rostro por lo que no la pude reconocer, tal vez era algún remplazo de una de las empleadas, quise despertarla pero Alina estaba tan aferrada a ella que no quise despertar a mi hija.
Deje un beso en la frente de mi princesa, tomé una manta y tape a la rubia, la cuál vestía un top y shorts estampado que no dejaba nada a la imaginación, sacudí la cabeza y salí de la habitación, baje rápidamente las escaleras buscando a Susan, ella es mi ama de llaves y persona de confianza dentro de la mansión
Caminé hasta su dormitorio y golpeé su puerta, luego de unos minutos salió envuelta en una bata, le pregunté por la rubia y su respuesta me dejó descolocado, como mi padre se atrevió atraerla sin mi autorización? Mañana hablaría muy seriamente con la rubia esa, que por cierto, tiene un cuerpo espectacular, pero que mierda estoy diciendo, necesito coger de inmediato para sacarme este estrés que me hace decir tonterías, tomé las llaves de mi auto y conduje hasta un club nocturno que tiene mi hermano del medio, mañana pondría mis ideas en orden.
Al día siguiente me levanté me di un buen baño y fui a la habitación de mi princesa, iba mirando mi celular cuando de repente choque con algo pequeño, que me hizo levantar la vista, o bueno bajarla al suelo
- Tú... - dijo la rubia Quién es ahora mi esposa sentada en el suelo, sonreí de lado, así que la chiquilla curiosa termino siendo mi esposa
- Así es yo... - la mire mientras se levantaba del suelo y sonreí al darme cuenta que parecía un Chihuahua, no me llega ni a los hombros - Yo soy Yerik Sokolo - no pude terminar de hablar ya que mi princesa llegó gritando de felicidad, nunca había visto a Ali tan contenta
- Mira papito, mi mami me peino, no estoy bonita? - pregunto mientras movía las trencitas que la chica le había echo
- Si princesa estás hermosa.. Estás feliz? - pregunte mientras la levantaba en mis brazos
- SIIII ESTOY MUY FELIZ, GRACIAS PAPITO POR TRAER A MI MAMITA CON NOSOTROS - dijo dándome besos por toda la cara
- Princesa porque no vas a desayunar con Carina? - pregunte bajando la de mis brazos
- Calina - susurró la Chihuahua
- Disculpa? - pregunte mientras la observaba con una sonrisa de burla
- Que me llamo Calina...
- Es lo mismo - respondí con aburrimiento
- Tienes hambre hermosa? Ven vamos por tú desayuno - dijo ella llevándose a mi hija e ignorandome por completo odio que hagan eso, antes que bajarán las escaleras la interrumpí
- Tu y yo debemos hablar, cuando te desocupes ve a mi despacho - le dije a la Chihuahua esa que me mira como si fuera un extraterrestre o algo así
Un rato después, estaba leyendo unos papeles cuando alguien tocó la puerta, di la orden y ella entro
- Quería verme?
- Dame tú teléfono - ordené
- Que? Mi teléfono? - pregunto sorprendida
- Eres sorda o que? Que me des tu teléfono - dije autoritariamente
Ella con la mano algo temblorosa me lo dió, lo tome y lo arrojé al suelo para luego pisarlo con fuerza hasta que no quedará nada de el
- Oye imbécil que crees que haces? Ese era mi teléfono.. - dijo con molestia
- Como me llamastes? - pregunte apretando los dientes
- IMBÉCIL, ESO ERES UN IMBÉCIL Y UN MATÓN! - grito en mi cara.. que agradezca, que no quiero quedar viudo un día después de haberme casado sino ya la habría ahorcado quien se cree para hablarme de esa manera? Niña insolente
- Sabes lo que le pasó a la última persona que me habló de esa manera?
- Supongo que lo mandastes a Moler a golpes no? Cómo hicistes con el hombre del puente.. - dijo sin inmutarse, es valiente me gusta, aunque ayer no dudo en salir corriendo como rata asustada de aquel lugar
- La última mujer que me insulto le arranque la lengua con una pinza, quieres eso? Total no necesitas lengua para cuidar de mi hija
- Eres un demonio lo sabías?- grito enojada
- Pues por algo me llaman El demonio Ruso no creés?
- Ya dime para que me llamaste? - preguntó impaciente
- Te dire las reglas para estar en esta casa
1) No puedes entrar a mi despacho a menos que te haya mandado a llamar, obviamente antes de entrar debes de golpear la puerta y esperar que te permita entrar
2) Tienes prohíbo entrar a mi habitación a menos que quieras darme placer - dije pícaramente y me fulminó con la mirada
3) Tienes prohíbo meterte en mi vida personal
4) No puedes sacar a Alina de la mansión sin mi permiso
5) Tienes prohibido relacionarte con cualquier otro hombre que no sea yo, ni Siquiera tienes permitido mirarlos Jamás se te ocurra ni intentar serme infiel o por más cariño que mi hija te tenga te mataré igual
6) Sólo podrás salir a la universidad y nada más.. - no pude terminar ya que la Chihuahua me interrumpió sacaba humo por las orejas, estaba molesta
- Puedo respirar? O también está prohibido que lo haga? Pregunto cruzando se de brazos
- Si no lo hicieras sería mejor para mí
- Escúchame bien Yerik Sokolov tú no eres nadie para prohibirme nada a mi, entiendes? Estoy aquí sólo por la niña y por mi madre, pero tú no tienes derecho a prohibirme nada, seguiré visitando a mi familia y a mi amiga aún así no te agrade, no me alejaré de mis amigos por ti..
- Eres mi esposa y no me harás quedar en ridículo
- Tu esposa de papel, pero no te preocupes que no soy ese tipo de mujer que se le abre de piernas al primero que se le cruza pero me imagino que tú también serás fiel no? Digo si no puedo tú tampoco puedes acostarte con ninguna mujer
Ella se iba a ir pero volteó a mirarme
- Por cierto me debes un teléfono nuevo - dijo y en un impulso la tomé de la muñeca y atraje a mi pecho nuestras miradas se conectaron por algunos segundos me quedé embelesado con esos ojos azules como el cielo que tiene y en esos labios color cereza que me invitan a probarlos, me incliné un poco y pude oler su deliciosa colonia, era una fragancia suave pero embriagadora... Salí de este momento de idiota que me dió y hablé
- Por cierto no soy un matón, sino un Mafioso, así que ten mucho cuidado con lo que haces
- No te tengo miedo - respondió saliendo del despacho
Me quedé ahí parado como tonto, no entendía esa chica, todas las mujeres literalmente babean y se arrojan a mis brazos y está me mira mal y me hace frente como si nada, la única mujer que parece ser inmune a mis encantos.
