Sarah Miller a sus 22 años, ya tenía toda su vida planeada, se casaría con el hombre que amaba Jason Cooper, con quien compartía una relación hacia 4 años. Nunca imagino que su vida cambiaría radicalmente, por los actos de una noche, y esto ocasionaría que de igual manera perteneciera a la familia Cooper.
¿Puedes enamorarte de alguien de la noche a la mañana?.
Acompañame a leer esta gran historia en donde encontraras: Amor, traición, dolor, odio, romance y venganza.
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Capítulo 6
Mientras tanto Steven salió del hotel, su chófer lo esperaba con la puerta de la camioneta abierta
XXX: Señor, esto pertenece a la señorita con la que estaba anoche, lo dejo en la camioneta.
Steven recibió la bolsa.
- Gracias Dante.
Empezó a revisar el interior y encontró el celular de Sarah, el cual estaba apagado.
- Seguro se le descargó.
Pensó él. Continuó revisando el interior de la bolsa y encontró la identificación y otras tarjetas de Sarah, entre esas la tarjeta de acceso de la habitación de hotel la cual supuso era de donde se estaba hospedando.
Sin más ordeno a su chófer y mano derecha Dante, que lo llevara a ese hotel.
Al llegar pregunto a la recepcionista por Sarah y le confirmaron que aún seguía registrada en el hotel.
Estaba en el living cuando decidió que subiría a la habitación; al llegar al sitio golpeó en repetidas ocasiones, pero no obtuvo respuesta. Como tenía la tarjeta de acceso, optó por abrir la puerta, al ingresar al sitio noto que todo
estaba en orden. Encontró en un mueble el albornoz y la toalla con la que se había secado Sarah, llevo las prendas a su nariz y comprobó que en definitiva si era la habitación de ella, ese exquisito aroma no se le podía olvidar.
Se sentó en el sillón para esperar hasta que la chica llegara, sin pensarlo por el tiempo que duro en el sitio se quedó dormido.
Hanna: ¿Y entonces?, ¿Qué piensas hacer?
Sarah ya estaba más calmada.
- No lo sé. Por ahora conseguir un celular para comunicarme con Jason y mi familia.
Ring- Ring
El celular de Hanna mostraba en su pantalla el número de Jason.
- Hablando del Rey de roma.
Le decía mientras le pasaba el celular a Sarah.
Sarah: Alo.
Jason: Por Dios, mi Amor ¿En dónde te has metido?, llevo marcándote toda la mañana y tu celular me manda a buzón, estaba preocupado.
Sarah: Disculpa, es que perdí mi celular.
Jason: ¿Como así que perdiste tu celular?
Sarah: Eh, si creo que lo perdí anoche, al regresar.
Jason: Bueno, ¿Como estas?, quedaste de llamar cuando regresaran del club y me quede esperando tu llamada.
Sarah: Lo siento, yo no me fijé en la hora.
Jason: Vale cielo, te perdono. Ahora dime cómo estás, ¿Que estás haciendo?
Sarah: Eh, estábamos desayunando.
Jason: ¿A esta hora?
Sarah: Si, es que nos levantamos algo tarde.
Jason: Bueno, hermosa te extraño mucho, me haces falta.
Sarah no podía pronunciar palabra, la culpa la estaba invadiendo.
Jason: ¿Sarah?, ¿Estás ahí?
Sarah reacciono.
- Si\, disculpa.
Jason: Te decía que te extraño, me haces falta.
Sarah: Mmm.
Jason: ¿Que tienes? Hermosa, te noto extraña.
Sarah: Nada, nada. Eh, vamos de salida, te llamo después ¿Te parece?
Jason: Bueno, esperaré tu llamada. Recuerda que te Amo.
Sarah sintió que su corazón se estrujaba.
- Bueno.
Jason colgó la llamada y volteó a ver su celular. Imagino que algo estaba pasando con su prometida, pues la había notado muy seca y fría con él.
Sarah: No puedo, no puedo engañar a Jason.
Les decía a sus amigas. Opto por subir a su habitación, pues necesitaba estar sola.
Al ingresar en la habitación se quitó sus tenis e iba a acostarse en la cama, pero al pasar su vista por el mueble noto al hombre dormido y esto hizo que pegara el grito.
Sarah: ¿QUIEN ES USTED?, ¿QUE HACE AQUI?
Steven se levantó de inmediato asustado.
- Disculpa\, te estaba esperando.
Trato de acercarse, pero Sarah retrocedió y cayó al suelo. Steven fue a auxiliarla.
Sarah: Suélteme no me toque.
Steven se alejó levanto sus manos en símbolo de rendición.
- Nuevamente discúlpame.
Sarah: Usted ¿Que hace aquí, como ingreso?
Steven le enseño la llave y su bolsa.
- Dejaste ayer esto en mi auto.
Sarah lo escaneo de arriba abajo. Así que ese era el tipo el cual le había quitado su virginidad.
- Lárguese o llamo a la policía.
Steven: Ey no tienes por qué actuar así, ya te pedí disculpas.
Sarah: ¿Cree que, con una disculpa, me va a devolver lo que me robó?
Steven la observo algo confundido.
- No sé a qué te refieres.
Sarah: No se haga el inocente que usted abusó de mí.
Steven de inmediato se alertó, ¿Como era que esa mujer que se le había insinuado, lo estaba tratando de violador?
- Creo que estás equivocada\, en ningún momento te obligue a nada.
Él la observo bastante molesto.
- Además tu fuiste quien se me ofreció.
Sarah, reacciono dándole una fuerte cachetada. Por lo cual Steven enfureció, la tomo por sus manos de manera fuerte y la lanzo a la cama.
- Ninguna mujer se había atrevido a levantarme la mano.
Sarah lo observo bastante asustada.
- Pues para todo hay una primera vez.
Steven la fulminó con la mirada.
- Mira quien lo dice.
Sarah se levantó de la cama y señaló hacia la puerta.
- Lárguese de aquí\, no quiero saber nada de usted.
Steven: Pues créeme, tampoco me interesa saber nada de una mujer salvaje como tú. Solo venía a traerte tus cosas.
Diciendo esto salió de la habitación.
Sarah se quedó bastante afectada, empezó a llorar y a maldecir por lo que había pasado con ese tipo. Todavía no comprendía como era que se había acostado con un desconocido.
Steven estaba esperando el ascensor cuando reaccionó.
- Maldición.
Decidió volver a la habitación.
Toc-Toc.
Sarah se limpió las lágrimas y fue a abrir.
- ¿Que quiere?\, Le dije que no quiero saber nada de usted.
Steven: Mira tampoco me interesa involucrarme contigo.
Lo cual era falso.
-Pero soy un hombre responsable. Así que necesito que te hagas una prueba de embarazo, por si no lo recuerdas no utilizamos protección.
Sarah bajo la guardia, ahora era ella la calmada, le insto a que ingresara a la habitación.
Steven: Por cierto, creo que ya tenemos la suficiente confianza como para que me hables de usted. Él le extendió la mano, soy Steven, Sarah acepto.
- Soy Sarah.
Steven: Eso ya lo sabía.
Sarah: Mira la verdad, no sé qué fue lo que me paso anoche, no suelo actuar así, no soy ninguna mujer fácil.
Steven la observo.
- Eso ya lo sé\, por si lo olvidas\, eras virgen.
Sarah agacho su cabeza.
- Bueno igual no tienes por qué preocuparte\, estoy tomando anticonceptivos.
Steven sintió un alivio.
- Eso es bueno para ambos.
Sarah: Si. Ya te puedes marchar y gracias por traer mis cosas.
Steven: Si quieres podemos tomar un café.
Él estaba embobado esa chica era hermosa, lucia unos Jeans de color azul, una ramera blanca y unas Converse blancas, su cabello lo llevaba en una coleta alta y tenía poco maquillaje, además que se podía notar que era mucho menor que él.