“Mamá, a Luci le duele mucho… no quiere más inyecciones. Luci no quiere…”
“Luci, tranquila… no haremos nada ahora. Tu hermano Lui no soporta verte llorar,”
rogó Rhui intentando calmar a su hermana gemela, que luchaba contra una enfermedad mortal.
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Rechazada por su familia, Azayrea Jane se ve obligada a enfrentar un destino amargo. Debe casarse con Azelio Sayersz, líder de Liu Tech, para reemplazar a su prima Emira, quien está en coma. Aunque ha amado a Azelio durante quince años, Rea sabe que el corazón de ese hombre pertenece por completo a Emira.
Después de soportar años de dolor emocional, Rea decide marcharse. Reconstruye su vida y encuentra felicidad en la presencia de sus dos hijos, Ruchia y Rhui. Sin embargo, esa felicidad se derrumba cuando a Ruchia le diagnostican leucemia aguda. Las limitaciones físicas de Rhui le impiden ser donante para su hermana. En un último intento desesperado, Rea vuelve a ver al hombre que la abandonó cinco años atrás: Azelio Sayersz. Pero Azelio ahora es más frío que nunca.
“Haré lo que sea con tal de salvar a mi hija,” suplica Rea con el corazón hecho pedazos.
“Dame tu corazón, y la salvaré.”
Ante un dilema que desgarra el alma, Azayrea debe tomar la decisión más dura de su vida: sacrificar su propia existencia por su hija, o perder la única razón que le queda para vivir.
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Capítulo 7
"Rexan, perdona a tu abuelo, cariño. Ayer tu abuelo no quería hacerte llorar. Solo quería ser honesto sobre quién es tu madre". Arrodillándose, Papá Joeson intentó persuadir a Rexan, quien no se unió a él para el desayuno. Sin embargo, el niño permaneció en silencio, sentado sobre sus talones en la esquina de la habitación. La mirada de Rexan estaba vacía, su alma parecía no estar en su cuerpo.
"Por culpa de papá anoche, nuestro nieto está así, ¿verdad? Rexan no quiere decir nada más. Tampoco quiere comer. Si esto continúa, mamá teme que muera de hambre", susurró Mamá Azura de pie detrás de su esposo. Sus ojos estaban hinchados por llorar anoche.
"Papá lo siente, Ma", dijo Papá Joeson sintiéndose cada vez más culpable.
"Luii..."
¡Deg!
¿Lui? ¿Quién?
Papá Joeson y Mamá Azura se miraron.
"¿Quién es Lui, cariño?" Ella se arrodilló junto a su esposo mientras preguntaba con voz suave.
"Lucii..."
Nuevamente, la pareja se sorprendió al escuchar las palabras de Rexan.
"¿Lui? ¿Luci? ¿Como nombres de dos personas? ¿Verdad, Pa?"
Papá Joeson asintió rápidamente.
"Pero, ¿quiénes son, Pa?", murmuró Mamá Azura y Papá Joeson negó con la cabeza con fuerza, sin saberlo.
"Pa, intenta averiguar quiénes son. Tal vez puedan hacer que nuestro Rexan vuelva a estar alegre", suplicó Mamá Azura secándose los ojos llorosos.
"Está bien, Ma". Papá Joeson se levantó, a punto de irse, pero de repente Jeremy entró, queriendo ver a Rexan. El joven había regresado de su laboratorio, por lo que había pasado la noche allí.
"¿Jeremy? ¿Dónde has estado?", preguntó Mamá Azura.
"Lo siento, Ma. Hubo un pequeño problema en mi laboratorio ayer, así que no regresé directamente aquí. Oh sí, ¿escuché que Rexan está en huelga de hambre? ¿Cómo es posible?", preguntó Jeremy mientras miraba a Rexan, quien aún no se había movido de la esquina de la habitación. El niño era como una estatua que no quería moverse de allí.
"¡Ahí, tu papá está haciendo de las suyas de nuevo!" Mamá Azura señaló a su esposo que fingía mirar hacia otro lado.
Jeremy negó con la cabeza y luego se acercó a Rexan, pero su padre detuvo sus pasos.
"¿Qué pasa, Pa?", preguntó mirando a Papá Joeson. Papá Joeson sonrió, haciendo que su esposa se molestara. Sin que se lo dijeran, su esposo quería delegarle esa tarea a Jeremy y, efectivamente, así fue. Mamá Azura siseó, sintiendo ganas de golpear el estómago de Papá Joeson.
Ohhh...
"¿Rhui y Ruchia a quienes papá y mamá se refieren?", adivinó Jeremy, haciendo que Rexan entrecerrara los ojos hacia Jeremy.
"¡Eso es correcto! ¿Sabes quiénes son?", dijeron Mamá Azura y Papá Joeson casi al unísono, preguntando con curiosidad.
"Son los nuevos amigos de Rexan, Ma. Ayer fuimos al hospital a verlos", explicó Jeremy y luego mostró una foto de los gemelos que había recibido de Rexan.
Eso...
Los abuelos de los gemelos señalaron la foto que Jeremy mostraba en la galería de su teléfono. "¿Por qué hay dos Rexan? ¿Incluso hay una versión femenina? ¿Quiénes son, hijo?", preguntaron ambos con insistencia.
"No sé quiénes son. Anoche iba a tratar de averiguarlo, pero me quedé dormido, Ma", explicó Jeremy rascándose la cabeza que no le picaba.
Jeremy retrocedió de inmediato porque sus padres de repente avanzaron e insistieron. "Entonces, trata de buscarlos". Jeremy estuvo de acuerdo, pero antes de que pudiera salir, una pequeña mano rápidamente agarró la suya.
"Tío, ven". Rogó Rexan.
¿Rexan?
Mamá Azura iba a prohibirlo porque Rexan no había comido nada, pero Papá Joeson la detuvo y le dijo a Jeremy que le diera de comer en el camino. Jeremy entendió y se llevó a Rexan en brazos.
"Pa, mamá se siente extraña ahora", susurró Mamá Azura mientras se agarraba el pecho que latía rápidamente. "Mamá siente que estos dos niños son nuestros nietos". Ella sollozó y Papá Joeson la consoló con un cálido abrazo. El hombre también sintió lo mismo, sintió un fuerte vínculo espiritual con esos dos niños.
Por otro lado, Rhui estaba sentado al borde de la cama de su hermana menor a quien le habían dado una mejor atención. La mirada del apuesto niño no se apartó del rostro pálido y débil de Ruchia. Anoche, Ruchia lloró sin cesar y eso hizo que Rhui se sintiera devastado. Gracias al tratamiento del nuevo médico, Ruchia puede estar tranquila ahora.
Rhui lentamente bajó primero su pie derecho, seguido por su pie izquierdo tocando el suelo frío. Sus pequeños pasos salieron de la habitación de su hermana. Luego, miró todo el contenido de la casa frente a él, que era lujosa y muchas veces más grande que su casa en el pueblo.
"Rhui..."
Rhui se giró cuando una voz suave susurró su nombre. Rhui miró en silencio a la anciana que los había traído a esa casa.
"¡Abuela…!"
Rhui corrió, lanzándose a los cálidos brazos de la anciana. Sus lágrimas volvieron a brotar.
