¿Cuantas veces estas dispuesta a repetir el mismo error? ¿Cuantas veces puedes caerte con la misma piedra?... 4 veces me case con el mismo hombre. 4 veces nos divorciamos. Pero sin dudas ya no existiría una quinta vez, ya había aprendido mi lección de que por más que te aferras a alguien esto no soluciona nada, tampoco te garantiza su amor y al final la única persona lastimada es la que que ama más. Para mí el límite fue esa quinta vez en la que yo misma le pondria un punto final a lo que jamás se debió de alargar tanto.
NovelToon tiene autorización de yanina para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Fingiendo.
Para cuando acabo en el café de acomodar todo ya dan las 21:30 de la noche.
- Cristal que te parecen unas pastas con salsa blanca para celebrar todo lo conseguido este día.
- Suena simplemente delicioso, pero siento que me estoy olvidando de algo.
- ¿Importante? Si lo has olvidado puede que no fuera algo serio.
Mientras cambio la tierra de las plantas veo a una mujer muy bien arreglada pasar por la vereda y en ese momento recuerdo "Ese asunto pendiente".
- Felipe me tengo que ir ahora mismo. Te llamo mañana para seguir arreglando todo, nos vemos.
Apenas y tomó mi bolso para salir corriendo, de seguro ahora Francisco estará muy enojado pensando que lo he hecho a propósito.
Abro la puerta despacio y aunque todo está en oscuridad puedo verle claramente sentado en el sillón. Su voz suena grave y muy enojada.
- Cristal tanto te costaba decirme simplemente que no me querías acompañar, me dejas aquí esperando por ti toda la noche.
- No fue toda la noche, apenas y me retrasé una hora y media.
Francisco rompe el vaso sobre la mesa mientras de para delante de mí. - ¿Esto es un juego para ti?
- No.
- Entonces porque diablos te cuesta tanto hacer algo por mí. Una sola cosa te pedí y no pudiste cumplirla.
- Lo siento, estaba trabajando y perdí la noción del tiempo. Pero tampoco es para que lo digas de esa forma, recuerda que fuiste tú mismo quien me dijo que yo no tenía que hacer nada más que fingir no existir. Que no tenía derechos de esposa y en eso entra no hacer nada por ti.
Su expresión es de miedo, pero yo no retrocedo. Si es que acaso se atreve a levantarme la mano le voy a romper el florero en la cabeza y luego escaparé de este lugar.
- Cámbiate, tienes 20 minutos.
- ¿Qué?
- Sube y ponte el vestido que te deje en la cama, te espero en el auto.
Eso sí no me lo esperaba, lo veo salir de la casa calmado así que subo rápido y efectivamente sobre mi cama hay una caja con un hermoso vestido color coral y unos zapatos a juego. Incluso hay un bolso que le va perfecto al conjunto.
Ahora me siento mal, tal vez está era una ocasión importante para Francisco y necesitaba de mi ayuda para aparentar ser una pareja perfecta y yo lo arruine todo.
20 minutos es muy poco tiempo, pero estaré lista a como de lugar. Acomodo mi cabello lo mejor que puedo en una trenza larga. Lo lleno de hebillas con adornos para disimular que ni siquiera me lo he lavado.
No hay tiempo de un baño así que tomó una toalla y limpio las partes más importantes, no me puedo creer que esté haciendo esto. Elijo unos aretes mientras me subo el vestido y tomó mi maquillaje. Bajo con los zapatos en la mano para poder correr.
- Ya estoy lista.
Su mirada me dice todo lo que piensa, pero es esto o nada. Francisco arranca el auto sin decirme una sola palabra en lo que yo me terminó de arreglar. Un poco de rubor, un labial suave. Algo de rimel y un toque sutil de perfume y aquí nada pasó.
- Lo lamento, de verdad se me paso la hora.
- ¿Era tan importante que te olvidaste de mí?
- Sí lo era, es mi primer trabajo y la emoción me puede. Pero con esto no quiero justificar que te falle así que me esforzaré al máximo. Solo dime lo que necesitas de mí está noche.
Narra Francisco:
Decir que esas palabras no me emocionan es poco. Me sorprende ver lo bien que quedó en 20 minutos aunque también me siento muy enojado por la audacia de decir que se olvidó de nuestros planes. No es que me interese lo que hace con su vida, pero esto es un acuerdo en el que los dos tenemos que trabajar en conjunto y más si quiero obtener buenos resultados.
- Esta noche tienes que ser mi esposa, una de verdad que actúa amorosa con la persona que supuestamente ama.
- ¿Tú también serás gentil conmigo o me dejarás hacer el ridículo de loca enamorada rechazada por su esposo?
- Yo también seré amable no te preocupes.
- Bien. Recuerda que no me puedo quedar mucho tiempo.
- Sí lo haces como es debido acabará rápido.
Por fin llegamos al lugar, esta fiesta es de un amigo en común que teníamos con Constanza así que sin dudas él le irá con el chisme de lo que suceda está noche y si tengo buena suerte también puede ser la última vez que me vea obligado a usarla a ella como carnada.
La tomó de la mano y ya comienzo a sudar, tocar a otra mujer que no sea la mía es algo desagradable para mí, pero tengo un propósito y de mi actuación depende que ella regrese.
- ¿Te sientes incómodo? Si quieres te puedo tomar del brazo.
- Acaso eres experta en fingir, Cristal.
- La verdad me desagrada mucho sentir tu mano sudada.
De verdad esta mujer es una salvaje sin clase o elegancia. Decir tales cosas... Respiro profundo.
- Haz lo que quieras siempre y cuando no dejes de sonreír feliz.
Ella se me pega como chicle a mi cuerpo aumentando mi desagrado.
- Tranquilo amigo, esto tampoco es mi sueño hecho realidad.
Esto tiene que funcionar porque no creo poder volver a hacerlo.
- Amigo veo que si viniste. ¿Quién es la hermosa dama que está a tu lado Francisco?
- Gracias por la invitación y ella es mi esposa Cristal.
- ¿Esposa? Cuando diablos te casaste hermano.
- Estabas fuera del país cuando se celebró nuestra boda. Fue algo sencillo la verdad así que no te perdiste de nada.
Siento un pellizco en mi costado y al verla ella sigue con su sonrisa. - Hola es un placer estar en su fiesta, pero mi esposo está siendo respetuoso la verdad es que nuestra boda incluso salió en las revistas.
- Ja ja ja Así que mentiroso. ¿Deseas una copa de vino, Cristal?
- Encantada. Amor ya vuelvo, sostén mi bolso un momento.
De verdad ella entendió lo que le pedí hacer o está haciendo esto a propósito. La veo irse detrás de ese bueno para nada mientras yo me quedo con su bolso en la mano sin saber qué hacer.