Después de años de matrimonio con Josue de un momento a otro me pide el divorcio. Como volveré a confiar en los hombres?
NovelToon tiene autorización de lucy curiel para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
El merodeador
Las semanas siguientes no fueron tan malas como pensé en un principio, pues Arturo y yo nos veíamos a diario, y aunque poníamos un poco de distancia y buscábamos la manera de no estar mucho tiempo juntos y menos a solas, nos tratamos con cordialidad, después de todo éramos dos adultos y sabíamos que esto pasaría, quedamos como amigos y no teníamos nada que reprochar.
También ayudo mucho que mi jefe se aburrió pronto de la inactividad, así que pasaba más tiempo en la oficina, sin ser las jornadas completas y pesadas de antes pero estaba presente.
Yo inicié mi seminario de titulación sabatino, así que asistía a la universidad de 8 a 4 todos los fines de semana, y era tan demandante, que prácticamente me ocupaba todo el fin de semana, pues siempre nos dejaban trabajos e investigaciones que yo no podía hacer entre semana, así que los sábados le avanzaba lo más posible para concluir los el domingo.
Claro que extrañaba estar con Arturo, extrañaba sus charlas, su risa, sus ojos, su piel, en fin, me había acostumbrado a él. Pero no era justo que él pagará el precio de mi pasado y mi miedo a volverme a enamorar.
Justamente un sábado cuando volví al departamento recibí una llamada de mi amigo David, me invitó un café porque tenía que hablar conmigo, yo acepté pensando en lo lindo que siempre se había portado conmigo, así que nos vimos en el café de siempre.
Platicamos a gusto y le conté de mi seminario, se alegró de que por fin pudiera ser libre y tomar mis decisiones, al final de la charla me informó que quería verme para advertirme quetuviera cuidado, alguien rondaba el edificio, y específicamente andaban preguntando por mimívarios de los inquilinos le habían reportado a su tío que no se sentían seguros con esta situación, yo no sabía quien podría estarme buscando, pero le agradecí y le prometí tener cuidado.
De hecho van a instalar unas cámaras de seguridad en estos días para que todos se queden tranquilos, me dijo.
Regresé al departamento un poco paranoica, pero ya una vez dentro me puse a hacer mis tareas y me olvidé del asunto.
Al siguiente día, tenía que hacer mis compras para la semana, así que me diría hacia el auto para ir al súper cuando me cerraron el paso, yo iba distraída buscando las llaves en mi bolsa, cuando levanto la vista me doy cuenta de que frente a mí estaba nada más y nada menos que Josué.
Me saludo y yo respondí preguntando que es lo que quería, quiero hablar contigo, me dijo, pues yo no tengo nada que hablar contigo, dije con brusquedad, y tengo cosas que hacer, así que con permiso dije y camine al auto, arrancando de inmediato y dejándolo parado ahí.
No sabía que quería este idiota, pero temblaba de coraje y miedo, en vez de irme al supermercado, le llamé a Citlalli, quien rápidamente al enterarse de lo que pasaba me pidió que fuera directo a su casa, ella se encontraba sola, ya que a su esposo le había tocado trabajar el fin de semana. Llegue y me abrazo, hoy no regresas a tu departamento, me dijo así que ponte cómoda, replique pero no hubo manera de convencerla, te va a esperar, me dijo, ya mañana te levantas temprano y te vas, pero hoy no. No sabes que puede querer, y así como lo encontraste de salida, al llegar te puede seguir y cuando abras la puerta se puede meter detrás de ti, y no es que te vaya a violar o a matar, pero el mal rato no te lo quita nadie. Como siempre mi rubia amiga tiene razón.
Al rato llegó Vale, que fue enterada de lo que pasaba, y pasamos la tarde muy agusto, auna gusto no dejaba de pensar en que podía querer Josué. Nos quedamos las dos Vales en casa de Citlalli, su esposo llegó a cenar y se encontró con la sorpresa, al otro día Vale insistió en acompañarme a casa para que me arreglara y me dejaría sana y salva en la puerta de la empresa, para mi mala suerte Arturo iba llegando en ese mismo momento y se percató de que algo no estaba normal, pero cuando se acercó a preguntarme solo se me ocurrió decir que mi amiga iba a arreglar un asunto a unas cuadras de aquí y la traje. Ok, me respondió. No se si sé lo creyó, pero no siguió preguntando.
David me llamó preocupado, pues había pasado al edificio a ver si el veía algo y él portero le dijo que yo no regrese en la noche y que prácticamente solo fui a cambiarme, pero escotada con una amiga, ya sé quien me busca, es Josue y no quiero hablar con él, así que se ofreció a acompañarme por la tarde para que no me molestara al entrar. Acepte y agradecí a mi amigo por tomarse tantas molestias.
Así pasaron dos días más, en los que me andaba cuidando y no entraba sola al edificio, el portero me informó que las cámaras habían sido instaladas y que al ver ese movimiento, el merodeador se había esfumado, así que pude respirar más tranquila.
Se me había olvidado con todo esto hablarle a mi mamá, así que lo hice y lo que me contó me dejó helada, el fin de semana habló Josué buscándote, le dije que no estabas aquí y que no sabía donde encontrarte, pero por la forma como hablo, como arrepentido y sumiso, me temo que esté buscando volver contigo. Hija, segura de que ya estás divorciada? Preguntó, y ciertamente no lo sabía, yo firmé el documento, recuerdo que él ya lo había firmado, pero no sé si lo ingresó al registro civil para su trámite. Por otro lado, era, muy creíble que me buscará para volver, ya que seguramente su amiguita por la que me dejó, ya no estaba con él, no había otra tonta que le aguantara más que yo, y aun así fue él quien terminó nuestro matrimonio.