Betsabet Kohler es teniente del ejército de Alemania y ha destacado por su papel en la reacción rápida contra el narcotráfico. Considerada la mejor teniente de su unidad, pasó tres años en Estados Unidos desmantelando grupos dedicados al narcotráfico. Al regresar a su país, su coronel le asigna una misión como infiltrada en la organización liderada por Salvatore Müller. Su tarea consiste en integrarse en su vida y en su hogar para ganarse su confianza y enamorarlo, con el objetivo de obtener pruebas que permitan llevarlo ante la justicia y desmantelar la organización. Sin embargo, lo que comienza como una operación se convierte en un juego peligroso en el que se entrelazan el deseo, la traición, el odio, la demencia y el amor.
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Capítulo 7 una noche calurosa 1/2
Betsabet kohler
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-Me empiezo a preparar, mirándome en el espejo mientras comienzo a maquillarme, buscando disimular la hinchazón de mis ojos por las lágrimas. El maquillaje me ayuda a enmascarar mis emociones. Luego, me coloco el vestido y los tacones, y al observarme de nuevo en el espejo, veo una imagen muy diferente de mí.
Decido dejar mi cabello suelto. Es hora de actuar. Sonrío, tomo mi cartera y salgo de la habitación, dirigiéndome hacia la puerta. Al abrirla, me encuentro con Salvatore, quien me observa de pies a cabeza, y sus ojos se abren un poco más de sorpresa.dice-Señorita Chloe, se ve usted impresionante con ese vestido. Hoy será la sensación en la fiesta.
-Le sonrío con timidez y respondo-¿Qué cosas dice, señor Salvatore? Muchas gracias por el vestido, es realmente hermoso.
-Él me ofrece su mano y dice-Sabía que te quedaría perfecto.
-Cierro la puerta y tomo su mano mientras salimos del edificio, donde uno de los escoltas nos abre la puerta del automóvil y subimos. Pasados unos minutos, ya hemos llegado. Al bajar del coche, él me ofrece su brazo, que yo tomo con agrado. Al entrar, noto que todos nos miran; las mujeres me observan con recelo. Continuamos caminando cuando un hombre alto y rubio se acerca a nosotros.-Salvatore.
-Él responde-Hola, David. ¿Está todo listo?
-David asiente. Luego, su mirada se dirige hacia mí; su expresión es seria e intimidante. Mira nuevamente a Salvatore y añade-Me ausentaré unos días.
-Salvatore dice-Bien, te presentaré a Chloe. Chloe, él es David Müller, mi primo y también somos socios.
-Le extiendo mi mano, él la toma y dice-David Müller.
-Al soltar mi mano, mira hacia Salvatore, pareciendo no caerle bien. Agrega-Tengo que irme, hablaremos después.
-Lo vemos alejarse. Miro a Salvatore y le comento-Parece que estaba molesto.
-Él responde-No, solo es así.
-Varias personas comienzan a acercarse a nosotros para saludarnos y hablar sobre proyectos. Yo solo escucho, sintiéndome como un accesorio más; estas personas solo hablan de negocios e ignoran mi presencia. Me alejo un poco y siento que Salvatore toma mi mano.¿A dónde vas? -pregunta.-
-Le respondo en voz baja-Iré un momento al baño, ya regreso.
-Él asiente y yo camino hacia el baño. Al entrar, comienzo a retocarme el maquillaje, deseando que pase más rapido el tiempo para regresar a mi casa, y me pregunto cómo puede él soportar eso; ¿no se aburre de hablar sobre negocios todo el día? Escucho que la puerta se abre, pero no presto atención y me aplico un poco de labial. Entonces, oigo una voz que dice-No porque vengas con Salvatore, quiere decir que seas la preferida o que quiera algo serio contigo.
-Miro a las mujeres que me hablan: son dos. Les pregunto-¿De qué hablas?
-Una de ellas responde-Eres tan bruta que no entiendes. Solo eres una más de su lista, así que no te hagas ilusiones con él, porque él es solo mío.
-Hago una mueca, uniendo las cejas, y con sarcasmo y un tono burlón le digo-Imagino que esa lista la llevas tú. Si fuera tuyo, como dices, habría venido contigo y no conmigo. Así que despierta de ese fantasía. Además, ¿cómo que tuyo? ¿Acaso tu madre no te enseñó que los hombres no tienen dueña? Qué ridícula eres. Mejor, piérdete.
-Ella abre la boca, visiblemente molesta-¿Cómo puedes hablarme así, pedazo de perra? Ya verás lo que te haré.
-Intenta agarrarme del cabello, pero desvía su mano. Aprieto con fuerza mi puño y la golpeo en la nariz, haciéndola caer al suelo. La otra mujer intenta golpearme, pero también la derribo. Les digo-Son realmente estúpidas. Dejen de hacer el ridículo, sobre todo por un hombre que ni se acuerda de ustedes.
-Ambas comienzan a llorar mientras se sostienen la nariz. Al salir, oigo de nuevo una voz que dice-Esto te saldrá muy caro. No sabes con quién te metiste.
-Me giro hacia ella, me acerco y le aprieto la nariz con fuerza, advirtiéndole-No me importa quién seas, pero no vuelvas a molestarme, o te arrepentirás.
-La golpeo en la nuca, haciéndola desmayar. Al mirar hacia la otra mujer, veo que intenta levantarse para correr, por lo que la agarro del cabello; ella comienza a gritar y golpeo su nuca, haciéndola caer al suelo tras soltarla. Respiro pesadamente; siempre debe haber mujeres como esta que se creen dueñas de los hombres. Comienzo a arrastrar una hacia el último baño y luego a la otra, y les digo-Se quedarán aquí, en silencio. Esto que ha pasado debería ser una lección para que no sean tan pendejas.
-Cierro la puerta, me miro en el espejo, ordeno mi cabello, tomo mi cartera y salgo del baño. Al salir, veo que se acerca Salvatore.¿Pasó algo? -me pregunta, notando que me demoré mucho.-
-le respondo-No, no ha pasado nada
-Tomo su brazo y él continúa hablando por un tiempo, hasta que se despide.dice-Sé que esto es muy aburrido, pero forma parte de mi trabajo. En esta gala se presentan muchos proyectos y también nuevos socios. Si deseas, ya podemos irnos.
-Le respondo-Sí, por favor.
-Comenzamos a salir cuando escuchamos unos gritos. Observamos cómo sacan a las mujeres que yo había noqueado del baño. Coloco mi mano sobre mi boca, sorprendida, y miro a Salvatore, que me observa atentamente y me pregunta-¿Qué pasó, Chloe?
-Le respondo, algo sorprendida-¿Qué les habrá pasado a esas chicas? Espero que estén bien.
-Él simplemente me mira en silencio mientras caminamos hacia el automóvil. Pasados unos minutos, llegamos a un restaurante donde pido algo de comer y él hace lo mismo. Después de cenar y compartir una botella de vino, decidimos que era hora de regresar. Al llegar al edificio, se ofrece a acompañarme hasta la puerta del apartamento, lo cual acepto. Unos minutos después, llegamos y abro la puerta.le digo-Gracias por tomarte el tiempo de acompañarme hasta aquí.
-Él me toma de la mejilla y responde-No es nada, Chloe.
-Se acerca lentamente a mis labios y me besa. Comienza a succionar suavemente mi labio inferior y correspondo al beso. Este hombre es bastante atrevido. La intensidad de los besos aumenta mientras avanzamos hacia el interior del apartamento. Él cierra la puerta y me toma de la cadera, intensificando nuestro encuentro. Sin embargo, me alejo un poco y le digo-Creo que deberías irte. No es apropiado que un empleado y su empleador tengan este tipo de relación.
-Él responde-No lo es, pero podemos hacer una excepción.
-Vuelve a besarme y, mientras me carga, coloco mi mano en su cuello. Él avanza hasta la habitación, donde me recuesta en la cama y siento su mano acariciar mi pierna. Me besa suavemente en el cuello y, en ese momento, sé que debo detenerlo. No quiero tener relaciones con él, así que le digo-Señor Salvatore, iré a buscar algo de beber para que estemos más cómodos.
-Él me besa y luego dice-Yo estoy cómodo, ¿acaso usted no?-Se aleja un poco y añade-Si no desea hacerlo, está bien. Disculpe.
-Se levanta y yo hago lo mismo. Lo tomo del brazo, me inclino hacia su rostro y lo beso, sin permitir que se vaya. Debo hacerle creer que tuvimos sexo. Le digo-Claro que estoy cómoda y sí deseo estar con usted, solo que quiero tomar licor. Solo unas copas de vino, nada más.
-Le doy otro beso y él asiente. Se sienta en la cama y yo le beso los labios antes de dirigirme a la cocina. Allí saco dos copas, las lleno de vino y, de un cajón, saco un sobre al que le echo algo en su bebida. Lo revuelvo con la intención de que se duerma y le haga pensar que estuvimos juntos. Sonrío y, al regresar al cuarto, le ofrezco la copa. Él la toma, yo comienzo a beber de la mía, pero él se levanta y deja su copa en la mesita. Se acerca a mí, quita mi copa y comienza a besarme.le aviso -Señor, no ha bebido de su copa.
-Él responde-Ese vino es de madera y tostado, y soy alérgico a la canela, por eso no la tomé.
-Ahora, me pregunto qué inventar. Se acerca a mi cuello y me da suaves besos mientras su mano comienza a bajar por mi cremallera. Siento cómo la calidez recorre mi cuerpo. Con sus manos, me quita las mangas del vestido y este cae al suelo, quedando solo en panty. Él se aleja un poco para observarme, y siento cómo me arde la cara de la vergüenza.-