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Ángeles Y Demonios 2 La Sombra De La Verdad

Ángeles Y Demonios 2 La Sombra De La Verdad

Status: En proceso
Genre:Malentendidos / Elección equivocada / Traiciones y engaños / Reencuentro / Villana
Popularitas:8.9k
Nilai: 5
nombre de autor: Dane Benitez

Aun cuando los años pasen como un río imparable, la verdad se abre paso como un rayo de luz entre la tormenta, para revelar lo que se creía sepultado en las profundidades del silencio.

Así recaería, con el peso de una tormenta anunciada, la sombra de la verdad sobre la familia Al Jaramane Hilton. Enemigos de antaño, armados con secretos y rencores, volverían a tambalear la paz aparentemente inquebrantable de este sagrado linaje, intentando desenterrar uno de los misterios más sagrados guardados con celo... Desatando así una nueva guerra entre el futuro y el pasado de los nuevos integrantes de este núcleo familiar.

Aithana, Aimara, Alexa y Axel, sobre todo en la de este último, donde la tormenta haría mayor daño.

🌹🖤

NovelToon tiene autorización de Dane Benitez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPITULO 6

  ¡Cupido anda suelto!

—Que sí, papá —soltó Axel, con una sonrisa confiada que reflejaba su espíritu aventurero—. Regresaremos temprano, yo estaré al pendiente de mis hermanas.

—De acuerdo, hijo. No quiero que su madre se angustie —repitió el hombre de ojos oscuros, su voz grave resonando con un tono de preocupación mientras acompañaba a su hijo hacia la salida, donde ya estaban su mujer y sus hijas junto a Jared, quien esperaba con una sonrisa traviesa.

Después de compartir el pastel, los chicos le informaron a sus padres que saldrían a bailar al club, la emoción era palpable en el aire.

—Tengan cuidado, por favor —les pidió Anna a sus hijos, su voz temblando ligeramente, revelando la madre protectora que siempre llevaba dentro.

—Sí, mamá —respondió Axel, acercándose para abrazar a su madre, sintiendo la calidez de su abrazo como un refugio seguro antes de correr hacia su auto.

Aithana iba en su nuevo auto con Jared, y Aimara se acomodó en el asiento del pasajero junto a Axel, sintiendo la adrenalina de la noche.

—¡Papá! —gruñó Alexa, colgándose del brazo de su madre, sus ojos brillando con curiosidad—. ¿Cuándo podré salir con mis hermanos? —preguntó la chica, con un puchero que hacía que su madre sonriera con ternura.

—Aún no, cariño —Axel la abrazó, envolviéndola con sus brazos, sintiendo su fragilidad—. Cuando tengas la edad suficiente, irás —aseguró él, con una sonrisa paternal que prometía un futuro lleno de aventuras.—De acuerdo —respondió vencida la chica, mientras se despedía con la mano de sus hermanos

En el McLaren rojo, Aithana sonreía a la cámara del móvil que sostenía Jared, su risa iluminando el interior del auto como un destello de felicidad.

—Te ves preciosísima hoy —dijo el rubio con sinceridad, admirando su belleza con una mirada que hacía que su corazón latiera más rápido.

—Toma una selfie —fue la respuesta de ella, con una sonrisa traviesa que reflejaba su espíritu juvenil.

El chico, entusiasmado, se giró un poco y capturó aquella imagen: Aithana sonriendo mientras posaba su barbilla en el hombro del chico

Era la medianoche cuando los cuatro jóvenes estaban en medio de la pista de baile en el club, que, por cierto, pertenecía a Jhirot.

 La música resonaba en cada rincón, vibrando en sus cuerpos, mientras las luces de neón danzaban al ritmo de la música, creando un espectáculo hipnótico. El olor a alcohol y cigarrillo se mezclaba con el aire, envolviendo a todos en una atmósfera electrizante y desenfrenada.

Aimara

La música que han puesto me aturde los oídos, los pies me duelen por los tacones que llevo, y la garganta ya la tengo seca de tanto estar cantando en la pista con los demás. Me alejo del grupo, buscando un respiro, y me dirijo a la barra por algo de tomar.

—Un agua con limón y menta, por favor —pido, y el chico detrás de la barra me mira con cejas enarcadas, como si hubiera pronunciado un idioma extraño.

—¿Sin licor? —pregunta, su tono insinuando que lo que acabo de pedir es casi un sacrilegio en un lugar como este.

—Sí —respondo, sintiéndome un poco incómoda ante su mirada escéptica.

Me mira extrañado, pero se aleja a buscar lo que pido. Mientras tanto, miro a mi alrededor. Los presentes están absortos en la música que resuena en las bocinas, moviéndose al ritmo de la noche. Incluso mi querida Aithana está bailando pegada a Jared, riendo y disfrutando del momento, sin preocuparse por nada más.

Aprovechando que el lugar está a oscuras y que a estas horas los presentes solo están absortos en la música, me quito los tacones, liberando mis pies de la tortura.

—¡Qué bien se siente! —exclamo en voz baja, estirando mis dedos y disfrutando de la sensación de libertad que me genera.

—Aquí tiene, señorita —el chico de la barra regresa, dejando mi pedido frente a mí con una sonrisa que no me convence del todo.

De repente, siento un calor abrumador, así que decido recogerme el cabello en un moño alto sin mucho esmero, buscando un poco de frescura en medio de la agitación.

Me preparo para darle un sorbo a mi bebida, pero cuando el líquido toca mi lengua, me es imposible no notar el gesto de desagrado que se dibuja en mi rostro.

—¡Tiene alcohol! —le reclamo al chico, que me sonríe con una actitud despreocupada.

—Lo sé, bonita, pero si no quieres licor, ¿qué haces en un club a estas horas? —pregunta con desdén, como si mi elección de bebida fuera un insulto al establecimiento.

—Eso no es razón para que me des algo que no he pedido —me defiendo, sintiendo que la frustración comienza a burbujear en mi interior. No es que tenga nada en contra de las bebidas alcohólicas, pero no me gusta y, por ende, no las ingiero.

—Si quiere tomar solo agua, creo que este no es un buen lugar para usted —suelta con insolencia, haciendo que la indignación me recorra como un rayo.

—¿Y qué? ¿Acaso no puedo disfrutar de la música sin tener que beber? —replico, sintiendo que la rabia se acumula en mi pecho.

El chico se encoge de hombros, y en ese momento, decido que no vale la pena seguir discutiendo. Con un suspiro, dejo el vaso sobre la barra y me alejo, buscando un lugar donde pueda respirar y relajarme un poco.

La brisa fría me acaricia la piel cuando llego a la terraza, un alivio refrescante que contrarresta el calor de la fiesta. Me acerco al borde y dejo que mis ojos se pierdan en el paisaje urbano que se extiende ante mí. Las luces brillantes de la ciudad parecen millones de estrellas perdidas en la noche, titilando con una energía vibrante que me hipnotiza.

—No sé cómo va el cuento de la Cenicienta, pero creo que solo se dejaba una zapatilla —escucho decir a una voz masculina a mi espalda.

En ese instante, soy consciente de lo que dice, y siento el suelo frío bajo mis pies descalzos. Llena de pena, me doy la vuelta para ver quién es. Mi pecho se sacude y siento un cosquilleo en mi estómago cuando mis ojos se encuentran con un par de ojos verdes intensos que me observan con curiosidad.

Una expresión seria cubre su rostro, el cabello castaño oscuro está un poco despeinado hacia un lado, y la camisa negra que lleva está arremangada hasta los codos. Sin duda, es muy apuesto... tanto como lo es mi hermano.

—¡Oh, lo siento! —digo, apurada, mientras me apresuro a tomar los tacones que dejé botados en la barra cuando salí—. No me he acordado de ellos.

—Ya veo —dice, y sus labios se curvan en una sonrisa que ilumina su rostro—. ¿Por qué usan algo que les molesta? —pregunta, levantando las cejas y arrugando el gesto, como si realmente no pudiera entenderlo.

—En mi defensa, solo puedo decir que los he llevado desde horas antes y que no soy tan amiga de ellos —digo, y mi respuesta hace que su sonrisa se agrande, revelando una chispa de complicidad.

—No deberías usarlos si no te sientes cómoda con ellos —dice, su tono sincero y directo.

—Quizás tengas razón —admito, sintiendo que su opinión resuena en mí.

—Dicen que siempre la tengo —bromea, y no puedo evitar reírme ante su confianza.

En ese momento, un hombre de traje oscuro se acerca a nosotros, interrumpiendo nuestra conversación.

—Joven Naim, su padre pide que le conteste la llamada —dice el hombre, y el chico frente a mí pone los ojos en blanco, claramente frustrado.

—Ahora mismo estoy muy ocupado —suelta sin más, y solo eso hace que el sujeto se vuelva a alejar, dejando un aire de tensión en el ambiente.

—¿Huyes de tu padre? —pregunto sin más, intrigada por su actitud.

—Solo hago lo mismo que tú con el chico de la barra —dice mienséas se encoge de hombros, como si no le importara en absoluto.

—Ya lo pillo —digo, asintiendo—. Pero creo que no es bueno hacerle eso a tu padre, quizás se preocupe.

—Por esta noche no me apetece satisfacer a nadie más que a mis ganas de despejar la mente —dice con una indiferencia que me sorprende.

—No sé cuáles sean tus motivos, pero los respeto —respondo, sintiendo que hay más en su historia de lo que deja ver.

—¡Aimara! —escucho que me llama una voz conocida. Es mi hermano, que se acerca a mí con paso decidido.

Los ojos de Axel me recorren rápidamente y luego pasan al chico a mi lado, que lo repara con seriedad, como si estuvieran midiendo fuerzas.

—Quería tomar aire —le digo a Axel, intentando que no se preocupe.

—¿Por qué vas descalza? —pregunta extrañado al ver mis pies descalzos, la preocupación asomando en su rostro.

—Estaba cansada de ellos —digo, señalando los zapatos que llevo en las manos, sintiendo que la conversación se vuelve más ligera.

—Cariño, podías haberme dicho que estabas cansada y nos habríamos marchado —asegura con una sonrisa comprensiva.

—No quería arruinarles la noche —soy sincera, sintiendo que mi corazón se ablanda ante su preocupación.

—Vale, cariño —dice mi hermano, acercándose para darme un beso en la frente, un gesto que siempre me reconforta.

Axel se regresa por el mismo sitio por el que vino, y yo me giro hacia el chico a mi lado, que sigue serio, observando la escena con atención.

—Era mi hermano —le aclaro, sintiendo que es importante que lo sepa.

—No tienen parecido —dice, encogiéndose de hombros, y no puedo evitar sonreír ante su observación.

—Y eso que compartimos el vientre a la vez —respondo, disfrutando de la conversación.

—¿Son mellizos? —pregunta, su curiosidad evidente.

—No, somos trillizos —respondo, y la cara de asombro que se dibuja en su rostro es un poema—. Dos chicas y un chico, y él ha salido igual a mi madre.

—Y las chicas a su padre, supongo —dice, y yo asiento con una sonrisa, sintiendo que hay una conexión entre nosotros.

—Exactamente.

En ese momento, el hombre de traje oscuro vuelve a acercarse, interrumpiendo nuestra conversación.

—Joven, su madre está en la línea —informa, y el chico, con claro fastidio, toma de mala gana el móvil que le entregan y se lo lleva a la oreja.

Su expresión cambia de inmediato a una de preocupación, y puedo ver cómo su cuerpo se tensa.

—¡Voy para allá! —espeta, su voz llena de urgencia.

—¿Está todo bien? —pregunto, sintiendo que la inquietud se apodera de mí.

—Lo empezaba a estar hasta hace unos segundos —suelta mientras comienza a pasarse las manos con desesperación por el cabello—. Tengo que irme.

Solo asiento, sintiendo que la conversación se corta abruptamente. Lo veo darse la vuelta y marcharse junto al sujeto que lo sigue, que parece ser su guardaespaldas. La noche, que había comenzado con promesas de diversión y risas, ahora se siente cargada de incertidumbre.

Me quedo sola en la terraza, el aire fresco envolviéndome mientras miro hacia la ciudad iluminada. La brisa me acaricia la piel, y aunque la fiesta sigue en el interior, siento que algo ha cambiado. La conexión que había sentido con el chico se disipa en el aire, dejándome con una mezcla de curiosidad y anhelo.

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Valauma Regaleria
asi termina
loli Gomez
bueno¿ está es mujer es? multipropósito, pediatra, médico general, cirujano
Yanitza Aguirre
Bueno, bueno, esperemos que está mujer no sea una de los malos. gracias
Yanitza Aguirre
Gracias va muy interesante
loli Gomez
🤔🤔🤔será Adriel ? imposible
loli Gomez
será hermano de Axel
loli Gomez
🫣🫣🫣🫣🫣 Jesús María y José comenzaron con la chiquita de papá
SORANGEL 💓✨
Gracias por retomar nuevamente la escritura., desconozco por lo que hayas pasado para abandonar temporalmente, pero retomaste con fuerza. bienvenid@ nuevamente y espero que sigas dando lo mejor de tí, así co.o en tus obras anteriores 👏
loli Gomez
Ouch ! Troya el enemigo oculto
Yanitza Aguirre
Gracias ☺️ me encanta 😊 está buena, buenísima 🤭
Yanitza Aguirre
Hola! y gracias por actualizar. Alex y Alexa deberían contarle al papá la pelea que tuvo en el colegio. Creo que el papá de la niña es el chico que la mamá desprecio en dos oportunidades. Ese sería uno de los enemigos
loli Gomez
de paso es el Troya el enemigo oculto 🤦
loli Gomez
es porque es hermoso, precioso y Divinooooooooo
loli Gomez
pobrecita y no tiene plata para el taxi 😡
Yanitza Aguirre
Vas muy bien 😊 me encanta. Como todo ser humano tienes ocupaciones y quizás problemas, Dios te de la sabiduría y fuerza para seguir adelante. Esperamos por ti
Yanitza Aguirre
Está muy bonita e interesante la historia 😊 gracias por querer compartir tu talento para la escritura con nosotras...
Gisele Silva
EXCELENTE!
catalina vera
Más capitulosss está muy buena
Marta Elena Cifuentes Lagos
No demores mucho en subir más capítulos xfavor
Marta Elena Cifuentes Lagos
El q les mando los anónimos tiene q ser el q molestaba a Ana en la universidad
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